Los fichajes de Díaz, dos ex Podemos y un 'gurú' económico cerca de MM: quién es quién en Sumar

Los tiempos con los que se ha visto obligada a trabajar Yolanda Díaz son vertiginosos. Sumar apenas ha tenido dos semanas para negociar una coalición con 15 partidos, con Podemos como actor más conflictivo, y aún se reserva algún fichaje para su partido y para sus listas a las Cortes Generales. Entre los cinco perfiles a los que ha dado más peso, sólo dos irán en listas al Congreso de los Diputados, ambos por Madrid: el diplomático Agustín Santos Maraver y el economista Carlos Martín Urriza. No está previsto que lo hagan su portavoz de campaña, Ernest Urtasun, ni la coordinadora del programa de Sumar, María Eugenia Rodríguez Palop, ambos eurodiputados por Unidas Podemos. Tampoco lo hará Pablo Bustinduy, exdiputado y dirigente morado experto en política internacional, hoy en el equipo de campaña.

Sí lo harán otras dos personas del núcleo de confianza de Díaz, Marta Lois, concejala de Compostela Aberta y encargada de registrar Sumar, y Verónica Martínez Barbero, exdirectora general de Trabajo, en el Ministerio de Díaz durante toda la legislatura. Ambas encabezarán las listas por A Coruña y Pontevedra, respectivamente, mientras que Sumar ha reservado puestos como el número 1 por León para la escritora y profesora universitaria Violeta Serrano. La vicepresidenta segunda ha querido rodearse de perfiles independientes, profesionales, para aportar frescura y marcar distancia con los partidos, que sin embargo copan la mayoría de puestos en las listas. Más allá de los líderes de los respectivos partidos, los fichajes de Díaz representan buena parte del peso del proyecto que ahora intentan desplegar.

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La economía, reconocen fuentes de Sumar, tendrá un peso fundamental en la campaña, de la que la vicepresidenta segunda empieza a dar algunas pinceladas. En dos actos cuidadosamente escogidos, la líder de Sumar aprovechó para desvelar algunas de sus propuestas en materia fiscal, pero también en lo que se refiere al uso del tiempo, la mejora de la productividad, el aumento de la flexibilidad laboral y la reducción en la jornada laboral. Para ello tiró de un estudio sobre la materia coordinado por su Ministerio, que quiere que desemboque en una ley específica, si logran reeditar el Gobierno de coalición.

Por una parte, seguirá peleando por el estatuto del becario, una norma cuyo desarrollo ya comprometía la reforma laboral, y que Moncloa ha rechazado llevar a Consejo de Ministros la próxima semana, escudándose en que está "muy verde". La patronal ha acabado descolgándose, pero ha participado en las conversaciones de los últimos 15 meses para desarrollar el estatuto. Por otro lado, Díaz confrontará los postulados del PP y de la propia Nadia Calviño, "sin equivocarse de enemigo", aseguran en su entorno, pero presumiendo de la subida del SMI o de los ERTE, que la vicepresidenta económica no vio con agrado a priori, y que hoy vende como propios.

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El vínculo de Díaz con los sindicatos, a los que ensalzó en la foto del estatuto del becario, el jueves, será otro de los puntos a resaltar, y su 'gurú' económico tendrá un peso clave para lograrlo. Martín, director del Gabinete Económico de Comisiones Obreras, cerró de forma simbólica las listas de Más Madrid a la Asamblea el 28-M, y hoy ocupa una de las posiciones reservadas a los independientes de Díaz, el número seis por Madrid, que difícilmente logrará escaño. Sumar ya lo ha encumbrado a la categoría de "economista de referencia", e incluso fue tenido en cuenta como posible número dos en la recta final de las negociaciones, hace apenas una semana.

Esta posición la ocupará el diplomático Agustín Santos Maraver, embajador de España ante la ONU, probablemente el fichaje que más dolores de cabeza ha generado a la vicepresidenta segunda. Primero, por la posición sobre el Sáhara del Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero del que él formó parte, como jefe de Gabinete del ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. Y segundo, entre fuerzas como Podemos, que lo consideran muy alineado con las posiciones de los socialistas, y muy lejos del espacio de la izquierda a la izquierda del PSOE.

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Su perfil sí es muy celebrado entre otras formaciones que concurrirán junto a Sumar, al entender que les centra políticamente, y que puede ayudar a captar votos de los más centristas. El perfil de Pablo Bustinduy está algo más a la izquierda, pero el prestigio del investigador de la Universidad de Milán es reconocido por fuerzas de todo el arco parlamentario. Incluso por su antiguo partido, que lo mantuvo como candidato a las elecciones europeas de 2019 pese a que se alineó con la corriente de Íñigo Errejón, algo poco habitual en Podemos. Bustinduy, cuya solvencia como parlamentario reconocen hasta sus adversarios, no irá en listas.

Tampoco lo hará la profesora universitaria María Eugenia Rodríguez Palop, muy próxima a Díaz. Estuvo en el lanzamiento de su candidatura en abril, en el polideportivo de Magariños, pese a que Podemos ordenó a sus dirigentes que no asistieran a esta cita. Palop, que se identifica como independiente, heredó el puesto de Bustinduy como cabeza de lista a las elecciones europeas. Entre Bruselas y Estrasburgo ha tenido que convivir con Idoia Villanueva, eurodiputada e integrante del núcleo duro y de la Ejecutiva morada, la dirigente de la máxima confianza de los de Belarra en Europa. Palop, que en su día rechazó otras ofertas de Podemos, lo ha apostado todo a Sumar.

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Como ella, el portavoz de campaña, Ernest Urtasun, también es europarlamentario, aunque es él quién hoy suena como futurible cabeza de lista de Sumar para Bruselas, en 2024. Tampoco irá en las listas al Congreso. Economista y diplomático de carrera, Urtasun ha sido el rostro visible de Sumar desde su nombramiento, y quién ha tenido que despejar las preguntas sobre el veto a la número dos de Podemos, Irene Montero. Como Palop, concurrió en las listas de Unidas Podemos en los últimos comicios (por los Comunes, antes lo había hecho por ICV). Hoy es vicepresidente del grupo de Los Verdes en Europa, y uno de los rostros clave de Díaz para vender el carácter ecologista de Sumar.

Y, aunque no sea tan visible, será su mano derecha y jefe de Gabinete, Josep Vendrell, quien dirija la campaña. Vendrell ha pasado las últimas semanas al frente de todas las negociaciones, y es una pieza clave del equipo que Díaz está levantando en su cuartel general provisional de la calle Larra, en el centro de Madrid. Ni han registrado aún todas las listas, ni cuentan con el programa definitivo para las generales, que irán extractando y desarrollando con los documentos de los 35 grupos de trabajo como referencia. Las elecciones anticipadas les pillaron por sorpresa, y hay una idea que repiten todos y cada uno de los integrantes del equipo de la vicepresidenta: "Nos falta tiempo".