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Un PSOE desorientado y sin pistas espera a Sánchez: la sensación "mayoritaria" es que se va
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Posible renuncia

Un PSOE desorientado y sin pistas espera a Sánchez: la sensación "mayoritaria" es que se va

Su férreo silencio alimenta la opción de la marcha. Se interpreta su hermetismo como un intento de que nadie pretenda disuadirle. Puede quedarse en funciones o irse de inmediato, si confirma la renuncia

Foto: Pedro Sánchez, en el Congreso. (Europa Press/Jesús Hellín)
Pedro Sánchez, en el Congreso. (Europa Press/Jesús Hellín)
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En psicología se denomina ansiedad anticipatoria a una situación puntual de estrés por algo que va a suceder, aunque sea imposible adivinar el desenlace. Un torrente de pensamientos negativos invade a las personas y genera un sufrimiento previo. Esta angustia se ha apoderado del PSOE. Prácticamente toda la organización presenta el mismo cuadro clínico. Nadie sabe qué anunciará este lunes Pedro Sánchez. Pero casi todos se temen lo peor.

Se cumplen los cinco días que él mismo se dio de plazo, en la carta a la ciudadanía que el miércoles hizo pública, para responder a si debe continuar al frente del Gobierno o "renunciar a este alto honor". Y la sensación "mayoritaria" en el PSOE, según distintas fuentes consultadas, es que se va. Esta visión se ha solidificado conforme pasan las horas. A partir del jueves, con el comienzo de esta pesada digestión, ya cristalizó pero todavía había quienes pensaban que se le podría convencer. Con ese objetivo se planificó la movilización en las puertas de Ferraz y la reunión con él ausente del Comité Federal.

Pero el presidente del Gobierno sigue sin emitir ni una sola señal. Nadie ha podido hablar con él desde que dio la orden de difundir la misiva, tras publicar este diario la apertura de una investigación judicial contra su mujer, Begoña Gómez, por la denuncia de la organización Manos Limpias. Su equipo más cercano no supo en ningún momento sus intenciones. Fueron conscientes solo cuando les pidió publicar la carta, que abría de par en par la puerta a su salida del Ejecutivo, en las redes sociales.

"Si su intención no fuera marcharse", razonan fuentes del partido, "alguien sabría algo ya". "Pero, este hermetismo, al menos en apariencia, indica que la decisión está tomada y no quiere que nadie pueda intentar cambiarla". Ni los ministros ni sus colaboradores más cercanos han podido comunicarse durante estos días con él.

Foto: pedro-sanchez-gobierno-dimision-carta-directo-hoy

Este férreo blindaje que ha impuesto es lo que ha disparado la opinión de que tiene intención de dejar el cargo. El sábado, a pesar de la música que sonó en Ferraz para animar la movilización de la militancia, los gestos de los miembros del Gobierno y de la dirección del PSOE eran de absoluta preocupación. En medio de ese acto, un tanto inclasificable hasta para los socialistas, muy dados a la jarana interna en sus múltiples variedades, lo que la mayoría de dirigentes expresaron fue consternación e impotencia.

La inquietud es palpable en la mayoría de las organizaciones territoriales, donde también se ha extendido que dimite. Pero la frase más repetida durante estas horas por los socialistas es que "nadie sabe nada". Esta apostilla la incluyen en su valoración, prácticamente todas las fuentes consultadas. Aunque el clima ante su decisión es de una intensa ansiedad anticipatoria.

Foto: Feijóo junto a Gamarra y Dolors Montserrat. (EFE/Enric Fontcuberta)

Todavía hay quién asegura que permanecerá en el cargo porque "un socialista de verdad no puede abdicar de su responsabilidad y de su compromiso". Entienden el dolor personal de ver a su esposa como parte del pimpapum político entre el Ejecutivo y el PP, después de que El Confidencial desvelara los encuentros mantenidos con empresarios que reciben contratos públicos, pero consideran que en la actividad política "lo más importante es que la gente nos necesita".

Según esta tesis, su controvertido retiro buscaría que la izquierda en su conjunto "reaccione" ante el deterioro del debate político y, además, "asustar a la Ejecutiva y al Gobierno para que suden la camiseta y le defiendan a fondo".

La solución al enigma la proporcionará el propio Sánchez esta mañana. Pero la larga espera ha provocado ya efectos. Fuentes socialistas admiten que "el partido está acojonado" y eso ya ha abierto una discusión sobre las virtudes y los defectos de los hiperliderazgos.

Foto: María Jesús Montero saluda a un grupo de simpatizantes tras la celebración del Comité Federal del PSOE. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Se ha impuesto el punto de vista de que "ya nada puede ser igual". Ha solidificado el debate sobre la violencia de la política actual, a la que han contribuido todas las formaciones políticas. Pero también el asombro ante la resolución unilateral de Sánchez de cancelar su agenda y dejar en vilo a todo el país para reflexionar sobre su futuro.

Mientras llega el advenimiento, el PSOE ha podido imaginar cómo sería la vida sin Pedro Sánchez y eso también es un punto de maduración que no se había producido hasta ahora. Hubo conatos en las semanas que transcurrieron entre las elecciones autonómicas del 28 de mayo y las generales del 23 de julio. Un sector del partido estaba seguro de que no continuaría en el Gobierno y eso dio fuelle a las especulaciones sobre su sucesión.

Ahora es diferente porque si dimite, muchos creen que con la vista a pujar por la presidencia del Consejo Europeo tras las europeas del 9 de junio, los socialistas permanecen en el Ejecutivo mientras tengan una mayoría parlamentaria suficiente. Si renuncia, el Gobierno queda automáticamente en funciones. Sánchez también podría continuar al frente hasta que se eligiera un nuevo presidente, como hizo Adolfo Suárez.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (Reuters/Albert Gea) Opinión

Si su marcha es inmediata la persona que asumiría la presidencia por su condición de vicepresidenta primera es María Jesús Montero. No hay discusión en el PSOE de que ella es quien después debería someterse a una investidura para asumir la presidencia con plenas facultades, después de una nueva ronda de consultas del Rey y de que le hiciera el encargo.

A solo unas horas de que Sánchez dirima su futuro, en un clima de "silencio total", en el PSOE consideran que la posibilidad de que se vaya únicamente la puede impedir su mujer. Con ella y solo con ella ha tomado la decisión. Sea la que sea.

En psicología se denomina ansiedad anticipatoria a una situación puntual de estrés por algo que va a suceder, aunque sea imposible adivinar el desenlace. Un torrente de pensamientos negativos invade a las personas y genera un sufrimiento previo. Esta angustia se ha apoderado del PSOE. Prácticamente toda la organización presenta el mismo cuadro clínico. Nadie sabe qué anunciará este lunes Pedro Sánchez. Pero casi todos se temen lo peor.

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