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El 'déjà vu' de la izquierda andaluza, al borde de la ruptura dos años después de la última implosión
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Pugna antes de las municipales

El 'déjà vu' de la izquierda andaluza, al borde de la ruptura dos años después de la última implosión

El choque entre IU-Más País y Podemos tiene paralelismos con la implosión de la anterior coalición, Adelante Andalucía, que acabó con Teresa Rodríguez expulsada y con el Parlamento tensionado por la lucha interna de un partido

Foto: Juan Antonio Delgado e Inma Nieto conversan en presencia de Yolanda Díaz, Alberto Garzón y Esperanza Gómez. (EFE/José Manuel Vidal)
Juan Antonio Delgado e Inma Nieto conversan en presencia de Yolanda Díaz, Alberto Garzón y Esperanza Gómez. (EFE/José Manuel Vidal)

Después de la intervención de Inma Nieto en la primera sesión de control al Gobierno de Juanma Moreno se hizo el silencio. No es lo habitual. Lo lógico es que los compañeros de bancada aplaudan a su portavoz, pero la crisis en la izquierda andaluza deja gestos simbólicos inauditos. Ninguno de los tres diputados de Podemos (aunque figuran como independientes en la maltrecha coalición) celebró el estreno de la que, en teoría, es su jefa. Ninguno de los componentes de Por Andalucía se atreve a hablar de ruptura, pero los mensajes que se envían unos y otros hacen pensar que la coalición de izquierdas tiene la fecha de caducidad más próxima de lo previsto. Y hay unas elecciones municipales en ocho meses.

Cuando no había pasado ni un mes desde la fecha electoral, la coalición estuvo a punto de no formar grupo parlamentario en el primer episodio de una serie de desconfianzas que han escalado hasta llegar a un momento en el que no hay comunicación real entre las dos facciones. De un lado, Podemos y sus aliados ecologistas de Alianza Verde. Del otro, IU, Más País, Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz. En medio está el día a día de un grupo parlamentario dividido y que ya ha provocado quejas del resto de partidos por involucrar al legislativo andaluz en una pelea. Algo que ya han visto en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas.

Foto: Inma Nieto, en el centro, junto a Alejandra Durán, en un acto de campaña en Granada, el pasado junio. (EFE/Miguel Ángel Molina)

Es imposible no trazar paralelismos entre la actual crisis de Por Andalucía y la que sufrió Adelante Andalucía, la coalición de izquierdas que se presentó a las elecciones de 2018. Parte de los actores son los mismos. Podemos, aunque controlado entonces por Teresa Rodríguez y sus Anticapitalistas, IU y dos fuerzas andalucistas estaban en esa coalición. Más País también, ya que todavía no existía y sus actuales miembros estaban en la formación morada. Equo, que participó en la conformación de Adelante, abandonó a última hora porque quería más presencia en los puestos de salida.

Por Andalucía también ha heredado de Adelante los problemas de sus partidos a nivel nacional. Teresa Rodríguez abandonó Podemos, sobre todo, porque Pablo Iglesias nunca estuvo por la labor de permitir a la gaditana dirigir una formación morada con cierta autonomía respecto a su dirección. Sus herederos en Podemos Andalucía están totalmente alineados con Ione Belarra y Lilith Vestrynge, secretaria general y de Organización moradas.

Foto: La diputada no adscrita Teresa Rodríguez. (EFE)

La distancia que mantienen la ministra y la reciente secretaria de Estado con IU dentro de Unidas Podemos motiva parte de la actual crisis. El debate de fondo responde al papel que cada partido del espacio de la izquierda quiere jugar en la reorganización que impulsa Yolanda Díaz en torno a Sumar, su proyecto personal. IU, tanto en Madrid como en Andalucía, lo apuesta todo al plan de la vicepresidenta del Gobierno. Más País en Andalucía está también en esta posición, así como Equo e Iniciativa del Pueblo Andaluz.

Las posiciones no se han movido desde hace meses, cuando se negoció la conformación de Por Andalucía, pero los bandos cada vez se han alejado más hasta que el conflicto estalló a principios de esta semana. La tregua que se vio durante la campaña era ficción. En privado, Podemos se queja de que no pudo participar en el diseño de los días previos al 19-J, lamenta el "escaso tirón" de la candidata Inma Nieto y defiende que la ausencia de su nombre en la papeleta les supuso una pérdida de votos y escaños.

Podemos aspira a ejercer su mayoría en el grupo parlamentario, mientras que el resto tienen el control de la mesa de partidos de la coalición

En estos meses ha habido otros picos de tensión, pero ninguno como el desalojo de Alejandra Durán, una de las diputadas de Podemos, de su puesto en la Mesa del Parlamento. El resto de fuerzas de la coalición, que tiene mayoría en la mesa de partidos que rige la alianza, decidió cambiar a Durán por Esperanza Gómez, de Más País. Esto ocurrió después de que los morados registraran una propuesta de reglamento del grupo que les permitía ejercer su mayoría para tomar decisiones. Podemos asegura que se trata de una respuesta a la decisión de hacer portavoz adjunta a la líder errejonista en un cruce de acusaciones constante.

En definitiva, lo que hay es una pugna por el control de la coalición, hasta tres acuerdos que chocan entre sí sobre cómo debe funcionar la alianza y, de fondo, el camino hacia las municipales de mayo de 2023, que cada vez es más corto. Y todo ello se está dirimiendo en la Mesa del Parlamento andaluz, como ya ocurrió, en otro paralelismo, con la expulsión de Teresa Rodríguez. El presidente del Parlamento, Jesús Aguirre, ya ha pedido a los partidos de Por Andalucía que arreglen sus asuntos antes de llevarlos a la Mesa y hay grupos, como el PP, que se han quejado públicamente de la situación.

Foto: Yolanda Díaz, entre Juan Antonio Delgado, de Podemos, y Alberto Garzón, en un mitin en Dos Hermanas. (EFE/José Manuel Vidal)

La posición de fuerza la tienen IU, Más País, Equo e Iniciativa, ya que la portavoz del grupo, quien tiene capacidad jurídica para tomar decisiones, es Inma Nieto, de IU. Si los tres miembros del grupo que son de Podemos impulsaran un cambio de portavoz, sería el punto de no retorno. Con el nuevo reglamento del Parlamento, el resto de fuerzas podría solicitar la expulsión de los tres parlamentarios, acusados de ignorar a la dirección de la coalición, es decir, por transfuguismo.

Eso es justo lo que les ocurrió a Teresa Rodríguez y sus 10 compañeros que hoy están en el nuevo Adelante Andalucía y que fueron diputados no adscritos durante gran parte de la pasada legislatura. Entonces fue Podemos quien puso en marcha la maniobra a través de IU, ya que los 11 diputados morados eran afines a la gaditana. Hoy Rodríguez ocupa un escaño cercano, como jefa de un partido andalucista de izquierdas que logró dos asientos en los comicios del pasado 19 de junio.

Foto: Teresa Rodríguez, en un acto de campaña en Málaga. (EFE / Carlos Díaz)

Nadie, en ninguna de las dos facciones, se atreve a pronosticar un resultado así. En Podemos afirman que no harán nada susceptible de ser considerado transfuguismo, aunque insisten que las maniobras de sus compañeros de coalición son una "provocación" para animarlos a dar un paso que provoque su expulsión. Y el resto de partidos de la coalición rechazan que tengan intención de aplicar el nuevo reglamento del Parlamento a pesar de que consideran "muy graves" los movimientos de los tres diputados de Podemos.

En el origen de la pugna hay además un motivo puramente de recursos. Más allá de las disensiones políticas, el mal resultado electoral que cosechó esta coalición el 19-J provocó una reducción en los recursos con los que cuenta una alianza de seis partidos para funcionar. Los mismos partidos que lograron 17 escaños en 2018 se han quedado con 5 para esta legislatura, lo que supone una merma de ingresos públicos y de puestos de trabajo que recrudece las negociaciones.

Después de la intervención de Inma Nieto en la primera sesión de control al Gobierno de Juanma Moreno se hizo el silencio. No es lo habitual. Lo lógico es que los compañeros de bancada aplaudan a su portavoz, pero la crisis en la izquierda andaluza deja gestos simbólicos inauditos. Ninguno de los tres diputados de Podemos (aunque figuran como independientes en la maltrecha coalición) celebró el estreno de la que, en teoría, es su jefa. Ninguno de los componentes de Por Andalucía se atreve a hablar de ruptura, pero los mensajes que se envían unos y otros hacen pensar que la coalición de izquierdas tiene la fecha de caducidad más próxima de lo previsto. Y hay unas elecciones municipales en ocho meses.

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