Espadas pone a prueba la voluntad de diálogo de Moreno con propuestas por 862 millones

Mucha cordialidad. Es el único punto en el que coincidieron todos los partidos de la oposición y el propio Gobierno andaluz tras la ronda de contactos que mantuvo Juanma Moreno este jueves con los distintos grupos parlamentarios con el objetivo de marcar un estilo distinto en el estreno del nuevo curso parlamentario. El presidente andaluz ofreció un diálogo permanente “sin precedentes” en un Ejecutivo con mayoría absoluta que se visualizará en reuniones mensuales y bilaterales con los distintos portavoces para buscar consensos que demuestren que ésta es “la legislatura del consenso y el diálogo”, a pesar de que la oposición no ocultó su recelo.

En pleno clima de “contaminación” por los enfrentamientos entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Fejóo, para el PSOE este ofrecimiento del Gobierno del PP es una oportunidad para comprobar en cuestión de días si el compromiso es real o no. De hecho, la primera gran prueba que los socialistas han puesto a Moreno llegará en tres semanas, en el pleno del Parlamento andaluz, donde la sequía y también la inflación, los principales problemas de los andaluces en estos momentos, centrarán el debate con medidas sobre las que, de momento, el Gobierno no se ha pronunciado.

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Espadas, dispuesto a alcanzar acuerdos con Moreno, según sostiene, presentó al presidente andaluz en el encuentro de este jueves una batería de 13 medidas muy concretas contra la subida de los precios que cree factibles. Se trata de rebajas fiscales cuantificadas en 862 millones de euros que la Junta de Andalucía podría financiar con la “sobre recaudación” que el Gobierno autonómico tiene en impuestos estatales en los que participa como el IVA y el tributo sobre hidrocarburos. La propuesta socialista pasa por establecer medidas complementarias a las adoptadas ya por el Gobierno central “para inyectar” el bolsillo de los andaluces. Así, contempla una bonificación general del 80% hasta final de año para los usuarios del transporte público, una rebaja del 10% en las tasas de la Junta, desgravaciones en el IRPF para paliar el incremento de intereses de las hipotecas o bonificaciones en guarderías para las familias con menos recursos.

En cuanto a la sequía, el PSOE también puso sobre la mesa de Moreno un paquete de 25 propuestas concretas en cada provincia que se unen a la petición de que se apruebe el Reglamento del Ciclo Integral del Agua, acordado con los operadores de abastecimiento y saneamiento en noviembre de 2018 y que aún no ha visto la luz, según recordó el líder de los socialistas andaluces, que reclamó también la creación de un grupo de trabajo donde estén presentes los agentes de la sociedad civil.

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Hay también obras hidráulicas necesarias y retrasadas que son usadas como arma arrojadiza por ambas Administraciones públicas. El portavoz parlamentario del PP, Toni Martín, aseguró tras la ronda de contactos que el Gobierno de Pedro Sánchez se está inhibiendo de sus responsabilidades con estas inversiones que, según Espadas, acumulan retrasos achacables al anterior Ejecutivo de Rajoy. Una confrontación política estéril de la que, no obstante, Espadas quiere huir, según admitió, reclamado un debate propio andaluz, alejado de la contaminación de la política nacional. Mientras que Martín insistió en su deseo de que el PSOE apoye al PP en sus reivindicaciones ante el Gobierno central.

Escepticismo en la izquierda

El grupo Por Andalucía se mostró sorprendido por la predisposición de Moreno a alcanzar acuerdos, pues, según criticaron, “por ahora aplica más imposición y rodillo que diálogo”, en palabras de Inma Nieto. “Al final, el discurso de utilizar la mayoría absoluta tendiendo la mano se va a demostrar con los hechos, con la práctica cotidiana en la Cámara autonómica”, apuntó la portavoz que no aportó medidas concretas en el encuentro. Nieto reconoció que si bien coinciden en el análisis de la situación, su partido y el PP difieren en el diagnóstico y, sobre todo, en las soluciones que hay que aplicar.

La portavoz del Grupo Mixto-Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, sí acudió a la reunión con un decálogo de propuestas para hacer frente a la sequía, la inflación y la crisis energética. La líder de los anticapitalistas aseguró que no se va a casar con el Gobierno central, situándose al lado de la Junta para reclamar las infraestructuras hídricas que dependen del Estado, a cambio también de que Moreno proteja a los sectores productivos.

Vox, por su parte, aprovechó el encuentro para defender una propuesta centrada en la necesidad de instaurar un escudo social que le sirvió, además, para reafirmar su discurso contrario a las “políticas totalitarias, de género y guiadas por el fanatismo climático”. “Le pedimos a Moreno que no siga mordiendo la manzana podrida del derroche en esas políticas y destine ese dinero a un escudo social indispensable que incluya materias como el empleo, la educación, la salud, la vivienda o el transporte”, planteó Manuel Gavira. quien trasladó además a Moreno el deseo de Vox de mantener “el servicio y la utilidad” que tuvo en la anterior legislatura, sin que ello signifique que tenga que apoyar todas las medidas del PP, apostilló.

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De momento, Moreno se ha comprometido únicamente a estudiar las aportaciones que le han trasladado los distintos grupos sin aclarar cuál será la posición del PP en el Parlamento en relación a estas iniciativas. “No vamos a renunciar al acuerdo con nadie", apuntó el consejero de Presidencia, Antonio Sanz. El Ejecutivo de Moreno está convencido de que cuanto más diálogo promueva mayor estabilidad tendrá también y en las próximas semanas tiene marcados en su agenda temas referentes a los fondos europeos Next Generation, la financiación autonómica o las energías renovables, además de la inflación y la sequía.