Es noticia
La decepción de Alberto Garzón, el 'golden boy' del 15-M repudiado por su partido
  1. España
"Una contradicción brutal", dice Maíllo

La decepción de Alberto Garzón, el 'golden boy' del 15-M repudiado por su partido

La renuncia del todavía líder de IU a enrolarse en la consultora del exministro José Blanco horas después de hacerse público responde a la presión del la federación de izquierdas y el resto de figuras del espacio a la izquierda del PSOE

Foto: Alberto Garzón, en el acto de traspaso de carteras, el pasado noviembre. (Europa Press/Mateo Lanzuelas)
Alberto Garzón, en el acto de traspaso de carteras, el pasado noviembre. (Europa Press/Mateo Lanzuelas)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Hay una foto de Alberto Garzón con el flequillo de punta en una tertulia política de TVE que de vez en cuando se rescata para señalar la precocidad del político malagueño. Era julio de 2011, unos meses después, se convertiría en el diputado más joven del Congreso, con 26 años, después de que este economista con fama de erudito destacase entre la muchedumbre de las protestas del 15-M, ya como miembro de Izquierda Unida. Ha pasado más de una década de ese momento, y a Garzón le ha dado tiempo de convertirse en el líder de IU y en el primer ministro con carné del PCE desde la II República. Pero irse, a veces, es más difícil que llegar. Y el anuncio de su incorporación a la consultora del exministro del PSOE José Blanco, solo tres meses después de salir del Gobierno, ha levantado una polvareda tan grande entre los suyos que ha acabado por provocar su renuncia al fichaje.

La incorporación de Garzón a Acento, la empresa que fundó Blanco y que preside el exministro del PP Alfonso Alonso, ha generado una sensación de decepción entre algunos dirigentes muy destacados del espacio a la izquierda del PSOE. Y ha quedado tan patente que ha provocado que el ya excoordinador general de IU haya renunciado unas horas después para "no dañar a las organizaciones" en las que ha militado desde que se afilió al PCE con 18 años después de leer un libro del mítico Julio Anguita. Garzón ha justificado su decisión en la "incomprensión" que ha encontrado por parte de estas fuerzas, pero ha dado un tirón de orejas a la izquierda al pedir una "reflexión" sobre el "trato" que dedica a "los hombres y mujeres que dedican su energía, su tiempo y su vida (…) a los proyectos colectivos".

La salida de Garzón de la primera línea y su renuncia al liderazgo en IU apenas causó sorpresa. Los 12 años del exministro de consumo en la primera línea política han estado trufados de polémicas y en muchas ocasiones ha sido el centro de las críticas de la derecha. Pero también ha tenido broncas dentro de su espacio por las decisiones que tomó al frente de la federación de izquierdas, ya que apostó el futuro de la formación a la alianza con Podemos que resultó en Unidas Podemos. Hay quien lo vio como la práctica disolución de IU en el partido de Pablo Iglesias, pero Garzón siempre defendió que la supervivencia y el éxito electoral solo sería posible si fraguaba lo que vino en llamarse el pacto de los botellines.

La relación entre Garzón e Iglesias fue muy cercana y el mensaje que el exlíder de Podemos ha lanzado en Canal Red da cuenta de esta sintonía. Iglesias es más benévolo que alguno de los dirigentes de IU que se han pronunciado. "Los que hemos representado a partidos de izquierdas tenemos obligaciones de decoro", defiende el exvicepresidente, aunque admite las dificultades que tienen las personas que "han ocupado cargos políticos y son de izquierdas" para reincorporarse al sector privado. "Pero hay opciones más decorosas para un comunista que alquilar tu experiencia como ministro", se queja Iglesias, que le desea suerte a Garzón y lo conmina a buscar su futuro en la universidad a pesar de las dificultades.

Foto: El exministro de Consumo Alberto Garzón. (EFE)

Iglesias aprovecha su columna de opinión en el medio digital que dirige para lanzar alguna pulla a Yolanda Díaz y a IU, pero es mucho menos virulento, por ejemplo, que Antonio Maíllo, exlíder de IU en Andalucía que estuvo alineado con Garzón durante los años que ambos compartieron con responsabilidades orgánicas. En un mensaje en su cuenta de X, el profesor de latín señala la "contradicción brutal" del fichaje frustrado por parte de Acento. Pero, sobre todo, Maíllo pone el foco en la "impugnación a la inicial trayectoria" del exministro. Se refiere así a su papel en las protestas del 15-M, el germen de formaciones como Podemos, Sumar o esa IU que pergeñó Garzón tras recoger el testigo de Cayo Lara, en junio de 2016.

Maíllo admite que "aquel joven del 15-M" fue capaz de "encandilar" a sus mayores en el espacio de la izquierda, como ocurrió con él mismo, de una generación anterior. También es mayor que Garzón la actual líder de IU en el Parlamento andaluz y candidata a las elecciones andaluzas, Inma Nieto, que ha calificado de "correcta" la renuncia, sin entrar en más detalle. El puesto que ahora ocupa Nieto sobrevoló sobre el exministro en los meses previos a la convocatoria de las elecciones andaluzas, aunque el malagueño nunca tuvo intención de hacer política en Andalucía. Toda su carrera política es madrileña, desde el desembarco en el Congreso, aunque elegido por la circunscripción de Málaga, hasta el liderazgo de IU y su posterior apuesta decidida por la unidad.

"Está en otro planeta", critica una fuente con responsabilidades en IU y que conoce bien a Garzón y que mete el dedo en la llaga al señalar la carrera del exministro, casi en la totalidad en el ámbito público, con un cargo institucional desde esos 26 años hasta los 38 que tiene ahora. Tras estudiar Económicas en la Universidad de Málaga, hizo un máster de Economía Internacional y Desarrollo en la Complutense para después obtener un puesto como investigador en la Pablo de Olavide de Sevilla. Después llegó su elección en el Congreso y su carrera meteórica que ha oscilado entre lo pop —fue durante años el líder político mejor valorado del país, justo en la crisis de las instituciones— y la erudición de un técnico muy bien formado en materia económica.

Hay una foto de Alberto Garzón con el flequillo de punta en una tertulia política de TVE que de vez en cuando se rescata para señalar la precocidad del político malagueño. Era julio de 2011, unos meses después, se convertiría en el diputado más joven del Congreso, con 26 años, después de que este economista con fama de erudito destacase entre la muchedumbre de las protestas del 15-M, ya como miembro de Izquierda Unida. Ha pasado más de una década de ese momento, y a Garzón le ha dado tiempo de convertirse en el líder de IU y en el primer ministro con carné del PCE desde la II República. Pero irse, a veces, es más difícil que llegar. Y el anuncio de su incorporación a la consultora del exministro del PSOE José Blanco, solo tres meses después de salir del Gobierno, ha levantado una polvareda tan grande entre los suyos que ha acabado por provocar su renuncia al fichaje.

Alberto Garzón