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Enrique Santiago, el dirigente comunista que ejerce de fontanero de Yolanda Díaz
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Díaz lanza Sumar

Enrique Santiago, el dirigente comunista que ejerce de fontanero de Yolanda Díaz

Santiago estuvo presente en la presentación de "Sumar", a pesar de que había reclamado a los partidos que asumieran un papel secundario. Espera que el peso de la federación andaluza de su partido le ayude a renovar el mando

Foto: La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, con el secretario de Estado Enrique Santiago. (EFE/Fernando Alvarado)
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, con el secretario de Estado Enrique Santiago. (EFE/Fernando Alvarado)

Enrique Santiago se ha esforzado mucho estos meses por visibilizar su apoyo a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que este viernes dio el pistoletazo de salida a Sumar, su proyecto "de escucha", que previsiblemente cristalizará en su candidatura a la Moncloa. A visibilizarlo, pero también a servir como 'fontanero' para el proyecto. El secretario de Estado de Agenda 2030 lo ha hecho, además, reclamando a los partidos políticos destinados a servir de puntales al proyecto de Díaz que sepan permanecer en un segundo plano.

Este viernes, sin embargo, Santiago era el único líder de un partido estatal presente en el acto, además del representante de mayor rango del Ejecutivo de coalición, después de la vicepresidenta. Los dirigentes y cargos públicos de los partidos con los que Díaz quiere trabajar para construir una alternativa de gobierno, en general, respetaron su llamamiento para no restar protagonismo a la sociedad civil (con excepciones como la eurodiputada de Unidas Podemos, María Eugenia Rodríguez Palop, o la líder de Más País en Andalucía, Esperanza Gómez).

Foto: La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, durante la presentación de su proyecto Sumar en el espacio cultural Matadero (Madrid). (EFE/Zipi Aragón)

Santiago, además, animaba horas antes a asistir a este acto en un vídeo publicado en sus redes sociales. Es, para muchos, uno de los dirigentes de Unidas Podemos que más claramente apuesta por seguir el rumbo marcado por Díaz, con quien la formación morada ha dejado ver algunas diferencias. "Son amigos desde hace muchos años", abundan en su entorno. Y, además, es el líder de una formación con presencia, cuadros y afiliados distribuidos por toda la geografía española que no repara en gestos de apoyo a la vicepresidenta segunda.

De hecho, para respaldar a Díaz, afiliada además al PCE (no a Podemos), el partido decidió retrasar el arranque del congreso de este fin de semana, que debería haber comenzado el viernes. Si todo va según esperan en su entorno, Santiago revalidará este domingo el liderazgo del Partido Comunista de España (PCE), una fuerza integrada en el paraguas de la coalición Izquierda Unida, que lidera el ministro de Consumo, Alberto Garzón. El PCE llega dividido al cónclave, en que Alberto Cubero, concejal en el Ayuntamiento de Zaragoza, le disputa el liderazgo de la formación, si bien el todavía secretario general cuenta con la facción del partido en Andalucía, la que más delegados aporta al congreso.

Abogado de profesión, con una amplia trayectoria en la dirección de IU, 'fontanero' en el Congreso de los Diputados, donde conserva su escaño, Santiago ha ido ganando peso en la coalición desde la salida de Pablo Iglesias de la vicepresidencia segunda, con el consiguiente ascenso de Ione Belarra a Ministra de Derechos Sociales. El líder del PCE asumió en marzo de 2021 la secretaría de Estado que antes ostentaba la actual líder de Podemos, pero no ha abandonado su rol como negociador en materias de envergadura.

Foto: El secretario de Estado de Agenda 2030, Enrique Santiago. (EFE)

De hecho, fuentes parlamentarias recuerdan que Santiago ha llevado el peso de las negociaciones de la Ley de Memoria, que se votará en pleno el 14 de julio, y para la que el Ejecutivo ha buscado el respaldo de EH Bildu; o de la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como la 'ley mordaza'.

Además, como secretario de Estado, está al día de la actuación del Ejecutivo, y participa en la reunión de secretarios y subsecretarios de los jueves, donde se deciden y revisan los temas que debe aprobar el Consejo de Ministros inmediatamente posterior.

El líder del PCE es también amigo personal de Iglesias y de la ministra de Igualdad, Irene Montero, hasta el punto de que en verano de 2020 ambos visitaron su casa de Asturias. De hecho, fuentes de Unidas Podemos han llegado a retratar las supuestas tensiones que, en su día, el político del PCE habría mantenido con Díaz, o los recelos sobre su hoja de ruta. Incluso, que habría virado desde su alineamiento con la dirección morada, para pasar a avalar la independencia de la formación que Díaz ha reclamado públicamente.

Foto: Revista temas presenta monográfico sobre "socialismo participativo: en torno al concepto de thomas piketty"

Lo cierto es que la alcaldesa de Barcelona y líder de Los Comunes, Ada Colau, o su homóloga en Más Madrid, Mónica García, también han visibilizado su respaldo sin fisuras a Díaz. Sin embargo, Santiago puede ayudar a Díaz a construir su proyecto sobre el andamiaje militante que durante años ha mantenido y cultivado el PCE. Teniendo en cuenta el aprendizaje de fuerzas como Podemos, sobre la importancia de apostar por una fuerte implementación territorial para garantizar la supervivencia de un partido, o la caída en desgracia de Mónica Oltra, que fue una de sus aliadas más prometedoras, el respaldo de Santiago, pero también de IU, se ha revalorizado en las últimas semanas. Y en el entorno del líder del PCE hacen lo posible por recordarlo.

Enrique Santiago se ha esforzado mucho estos meses por visibilizar su apoyo a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que este viernes dio el pistoletazo de salida a Sumar, su proyecto "de escucha", que previsiblemente cristalizará en su candidatura a la Moncloa. A visibilizarlo, pero también a servir como 'fontanero' para el proyecto. El secretario de Estado de Agenda 2030 lo ha hecho, además, reclamando a los partidos políticos destinados a servir de puntales al proyecto de Díaz que sepan permanecer en un segundo plano.

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