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Yolanda Díaz esquiva municipales y autonómicas para centrar su proyecto en las generales
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Yolanda Díaz esquiva municipales y autonómicas para centrar su proyecto en las generales

El "nuevo contrato democrático" al que ha aludido Díaz todavía está por escribir. En su discurso ofreció escasas claves programáticas, más allá de situarse como modelo antagónico a la restauración, sin mencionar a PP y Vox

Foto: La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, durante la presentación de su proyecto Sumar en el espacio cultural Matadero (Madrid). (EFE/Zipi Aragón)
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, durante la presentación de su proyecto Sumar en el espacio cultural Matadero (Madrid). (EFE/Zipi Aragón)

"La desafección (política) es nuestra responsabilidad". "Soy consciente de que hay desafección ciudadana". Este es el diagnóstico en primera persona de Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno, y el riesgo que conllevaría sería perder el "futuro de nuestro país". Una falta de pulsión electoral que viene sufriendo la izquierda en sus últimas citas con las urnas. La solución: "Impulsar un movimiento ciudadano desde la sociedad" con el protagonismo de la sociedad civil "para no volver al pasado". "Sumar va de esperanzas", arengó Díaz con un tono mitinero pero amable durante el lanzamiento de su plataforma política.

Un discurso en el que ofreció escasas claves programáticas, más allá de situarse como modelo antagónico a la restauración, sin mencionar a la alternativa de gobierno de PP y Vox, y oponerse a las reglas de austeridad para salir de la crisis, en línea con la respuesta a la crisis de 2008, o criticar que sean las rentas del trabajo las que sostengan la mayor parte de los impuestos mientras las grandes eléctricas "se forran".

Una declaración de intenciones etérea, con menciones a las etiquetas clásicas de la izquierda posmoderna, a posiciones transversales basadas en una "Europa social e igualitaria" y en defensa de los "derechos sociales", el ecologismo o el feminismo. También a los proyectos políticos líquidos porque "esto no va de siglas ni va de partidos". "Doy un paso adelante con la condición de que ese movimiento ciudadano que arranca hoy el protagonismo sea vuestro y si vosotros queréis yo me sumo, pero el protagonismo es ciudadano", repitió como mensaje fuerza en varias ocasiones.

El "nuevo contrato democrático" al que ha aludido Díaz todavía está por escribir porque "esto va de pensar un país a favor, no desde el 'no', sino desde el 'sí'". Pensar, reflexionar, y "caminar juntas", incidió desde un tono en positivo y constructivo. Esto es, "hablar de futuro" y "pensar un país mejor" para "presentar un proyecto de país para la próxima década".

Alejado de posicionamientos ideológicos fuertes, el discurso de Díaz se ha basado más en las emociones y dejado clara la necesidad de aglutinar a todas las fuerzas que Unidas Podemos fue dejando por el camino. "Cabemos todos" desde un nuevo "movimiento ciudadano", subrayó recuperando la esencia 'quincemayista', el movimiento que precisamente canalizó políticamente el descontento social surgido de la anterior crisis. Borrón y cuenta nueva.

Lo que sí concretó más la gallega fueron los plazos temporales: "Tenemos más de un año para pensar el país que queremos". Esto es, más allá de las elecciones autonómicas y municipales, deslizando que busca impulsar un proyecto para las elecciones generales sin pasar antes por las autonómicas y municipales que se celebrarán en mayor de 2023.

Con seis meses de retraso sobre lo previsto inicialmente, el proyecto político de Yolanda Díaz dio su pistoletazo de salida bajo el caluroso sol veraniego de Madrid, en un acto que según la organización congregó a más de 5.000 personas. Una multitud que desbordó las expectativas, ya que se habían dispuesto 500 sillas en el recinto municipal de Matadero.

Foto: El ex secretario general de Podemos Pablo Iglesias (c); la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz (i), y la ministra de Igualdad, Irene Montero. (EFE/Mariscal)

La vicepresidenta segunda hizo honor a su 'proceso de escucha' rodeada de perfiles provenientes de sectores de la sociedad que llevan tiempo planteando propuestas desde sus ámbitos correspondientes y con un papel secundario de los partidos políticos. Entre ellos, Irene Rubiera, jurista y activista ecologista desde la ola de movilizaciones juveniles por el planeta de 2019; Valeria Castro, emprendedora digital, fundadora de la productora Platonic Games y actual presidenta de la Asociación Española de Videojuegos; Fernando García, rider y sindicalista; Miguel Ángel Castellano, representante de la lucha de los trabajadores y trabajadoras de Amazon; Carmen Rodríguez, profesora de la Universidad de Málaga y miembro del Foro de Sevilla y de Redes por una nueva política educativa; Carolina Elías, feminista y abogada defensora de los derechos de las mujeres migrantes empleadas del hogar y Belén González, psiquiatra en un centro de salud mental del sur de Madrid.

Un proceso de escucha para "sumar", el nombre provisional de su plataforma, que se extenderá hasta diciembre. Solo entonces oficializará su candidatura. Según la hoja ruta trazada, en una primera fase se pretende recoger las aportaciones de colectivos y profesionales de diferente índole. El objetivo pasa por dar la batalla para diseñar un nuevo modelo de país. De ahí que se conciba a 10 años vista, de cara a poder desplegarlo en todos los terrenos en los que defienden que debe transformarse España. Tras ello se iniciaría el trabajo de concretar y traducir en un programa político todas las aportaciones. Momento en el que ya se apelaría directamente a los partidos comenzando a dibujar el frente amplio al que aspira.

La consigna del grupo motor de la plataforma a sus potenciales aliados políticos fue que se priorizase el protagonismo de la sociedad civil sin presencia de líderes de partidos. En esta línea, de mantener un perfil bajo, desde Podemos se optó por limitar su presencia a tres miembros a modo de delegación de la ejecutiva del partido (María Teresa Pérez, Pau Vivas y Alejandro Zapico), además de algunos cargos institucionales y autonómicos, como los asturianos Rafael Palacios y Ana Taboada o la eurodiputada María Eugenia Rodríguez Palop.

El cargo político de principal peso que acudió al acto fue Enrique Santiago, secretario general del PCE y número dos de Ione Belarra en el ministerio de Derechos Sociales. Desde la dirección del partido liderado por Santiago se decidió aplazar de este viernes para el sábado el arranque de su congreso en Madrid "para tener una amplia participación" y así "ampliar nuestras alianzas de cara al próximo ciclo electoral". En representación de IU acudió su eurodiputada y portavoz, Sira Rego.

Desde Más Madrid se optó en un principio por no enviar ningún tipo de representación, ni orgánica ni institucional, aunque sí estuvo presente a título individual el concejal Jorge García Castaño o el diputado autonómico Eduardo Gutiérrez. También acudió la diputada en el paralamento andaluz y portavoz de Más País, Esperanza Gómez. Según fuentes del partido madrileño, se saluda la iniciativa, pero remarcan que "en nuestra hoja de ruta, ahora mismo, solo están las autonómicas y municipales de 2023". Un cierto distanciamiento que complementan con el argumento de "no entretenernos con sopas de siglas" para desarrollar su propio proyecto.

Las tres patas de Compromís sí han optado por asistir, aunque con perfil bajo como se les pedía. Una delegación que han compuesto Marian Campello, de la pata nacionalista y mayoritaria Més; Isaura Navarro, del partido de Aitana Mas y Mónica Oltra (Iniciativa del Poble Valencià) y Paula Espinosa, de Verds-Equo. También hubo presencia de los Comuns que liderada Ada Colau, entre ellos el eurdiputado Ernest Urtasun, el portavoz en el Parlament David Cid y el diputado de la confluencia catalana en el Congreso, Joan Mena, espacio que además contribuyó a la logista del acto. Otros rostros conocidos de la izquierda que hicieron acto de presencia fueron el exlíder de IU, Gaspar Llamazares, o el fundador de Podemos, Juan Carlos Monedero.

Tras meses de desavenencias entre Podemos y Díaz por el papel de los primeros en su plataforma, el lanzamiento del proceso ha venido acompañado de un cierto acercamiento. La principal prueba de fuego de esta frágil reconstrucción de la convivencia, sin embargo, se producirá cuando se inicie la elaboración de las listas electorales y se traduzcan en un programa político todas las aportaciones que se irán recogiendo durante los próximos meses.

"La desafección (política) es nuestra responsabilidad". "Soy consciente de que hay desafección ciudadana". Este es el diagnóstico en primera persona de Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno, y el riesgo que conllevaría sería perder el "futuro de nuestro país". Una falta de pulsión electoral que viene sufriendo la izquierda en sus últimas citas con las urnas. La solución: "Impulsar un movimiento ciudadano desde la sociedad" con el protagonismo de la sociedad civil "para no volver al pasado". "Sumar va de esperanzas", arengó Díaz con un tono mitinero pero amable durante el lanzamiento de su plataforma política.

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