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Máxima preocupación en el PSOE por el declive de Yolanda Díaz: "Está desaparecida"
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Tras las vascas

Máxima preocupación en el PSOE por el declive de Yolanda Díaz: "Está desaparecida"

Ferraz no pierde de vista la evolución electoral de Sumar y las dificultades del liderazgo de la vicepresidenta, a quien achacan que no acaba de entender su rol para conseguir unificar a la izquierda

Foto: La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en el Congreso. (Europa Press/Marta Fernández Jara)
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en el Congreso. (Europa Press/Marta Fernández Jara)
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Ni el alivio de mejorar en las elecciones vascas, tras el trompazo cosechado en las gallegas, ha conseguido esconder la preocupación latente en el PSOE por la descomposición del espacio político que hay a su izquierda. A los socialistas les inquieta cada vez más el declive de Yolanda Díaz, aunque sigue confiando en que tiene margen para reflotar el proyecto de Sumar si acierta.

La visión en Ferraz es que le está costando liderar la amalgama de partidos que componen su coalición y dotar a la plataforma de un discurso político propio, que no tiene que ser tan duro como el de Podemos, pero tampoco complaciente con el PSOE. Ese punto medio que la vicepresidenta no encuentra, defienden fuentes socialistas, hace que esté prácticamente "desaparecida" y sin ejercer un liderazgo sobre sus ministros, que, en solitario, tratan de sacar la cabeza.

Estas sensaciones no son nuevas, pero el resultado de las elecciones vascas las solidifica. Sumar ha logrado un escaño por Álava, precisamente con un candidato del PCE, la matriz de Izquierda Unida, que pugna por tener su propio peso dentro de la plataforma de Díaz. Pero este diputado, que les salva de la irrelevancia, es muy poco importante en términos de representación.

Por la singularidad de la ley electoral vasca, que directamente concede 25 diputados a cada una de las tres provincias al margen de su población, el escaño de Álava se ha logrado con poco más de 5.000 votos. El PSOE lo percibe como una prueba más de flaqueza electoral y por ello este lunes urgió a la vicepresidenta a una "reflexión". "Aún estamos esperando sus explicaciones", señalan fuentes del partido. Podemos, que hace cuatro años tenía seis, se ha quedado sin representación. Y Sumar no acaba de ocupar su hueco.

Foto: El eurodiputado de Izquierda Unida. (EFE/David Arquimbau Sintes)

Los socialistas consideran que Díaz no se está sabiendo manejar su nueva organización, con errores precisamente como el del País Vasco, donde apostó por una candidata menos conocida como Alba García, en detrimento de personas con más recorrido interno. El mismo fallo, reflexionan fuentes de su propio espacio, que ha podido cometer en la negociación de la lista a las europeas, al imponer como cabeza de cartel a la directora general de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Estrella Galán.

La decisión de apostar por una independiente, explican, ha dificultado el reparto del resto de puestos, hasta el punto de que los comunes, Más Madrid, Compromís y, como ha contado este diario, Izquierda Unida, le han planteado sucesivos órdagos.

Foto: Yolanda Díaz, durante la Asamblea fundacional de Sumar. (Europa Press/Ricardo Rubio)
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La crítica del PSOE sobre la necesidad de adaptarse a las circunstancias, en este caso la presencia de otros partidos en Sumar, no es nueva. En Moncloa no entendían las reticencias de la vicepresidenta a integrar a Podemos, cuando todavía ella no estaba consolidada al frente de ese espacio. El propio Pedro Sánchez, en una conversación con Díaz inmediatamente después de adelantar las elecciones del 23-J, le transmitió que era fundamental la fusión porque con la izquierda dividida en tres listas -PSOE, Sumar y Podemos- era imposible reeditar el Gobierno de coalición.

Ahora está planteado el mismo dilema, después de que a principios de diciembre los morados abandonaron el grupo parlamentario de Sumar y se fueron al mixto. Al PSOE no le sorprendió ni temió por los votos de sus cinco (ahora cuatro diputados). Pero en Ferraz desde el primer momento avisaron de que esa división sería una rémora en cada cita electoral.

Aun con la ruptura consumada, siguen esperando que la vicepresidenta encuentre la solución y que se decante la lucha a su izquierda con la desaparición de Podemos o con una asimilación definitiva. Mientras eso sucede, se han lanzado a por sus votos en una competición que han librado ya en las gallegas y las vascas y que se prolongará ahora en las catalanas y en las europeas.

Foto: La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. (Europa Press/Gabriel Luengas)

Lo que sucede es que hasta ahora los socialistas han dado pocos signos de engordar con los votantes que hay dispersos a su izquierda. El 23-J sí que se vieron favorecido por mucho voto progresista, incluso nacionalista e independentista, que se movilizó para impedir un gobierno de PP y Vox. Pero no habían conseguido atraerlo a las autonómicas y las municipales de un mes antes.

En Ferraz admiten que este tipo de citas electorales tienen más dificultades por la consolidación de partidos territoriales de izquierda como el BNG o Bildu. Y también porque hay un electorado progresista, en la órbita de Sumar y de Podemos, que "no nos va a votar a nosotros en la vida".

A falta de un análisis más pormenorizado, la primera valoración de la dirección socialista del éxito de los 'abertzales', es que les ha impulsado el voto joven. Y que ahora deben aprovechar el impulso de su candidato Eneko Andueza, que será 'vicelehendakari' en un nuevo gobierno con más influencia con el PNV, para dar un "bocado" a ese voto de izquierdas en los próximos cuatro años.

Foto: La portavoz de la Comisión Ejecutiva del PSOE, Esther Peña. (EFE / Rodrigo Jiménez)

Esta es una de las cuestiones que se trataron este lunes en la reunión de la dirección socialista, en la que Sánchez puso a Andueza como ejemplo de cómo actuar en el resto de autonomías. "Liderazgos bien trabados, muy conectados al territorio y con un discurso de las cosas que preocupan a la gente", aseguran fuentes del partido. Según el presidente del Gobierno, "esa es la receta".

Pero, mientras el PSOE trata de recomponerse de la pérdida de poder autonómico y busca relevos, mira de reojo a Díaz. Creen que podría intentar crecer en las autonomías donde no hay competencia con otros partidos de su coalición. E hilar un relato propio, como parte del Ejecutivo de coalición, para que cada uno de los socios se dedique luego a labrar en su campo.

La teoría de Sánchez es que el PSOE tiene su espacio y Sumar el suyo, como se puso de manifiesto el 23-J. El problema es que ahora el de Yolanda Díaz está dividido, su valoración ha caído y las encuestas no le dan ni 20 diputados. Por eso la inquietud no cesa en las filas socialistas.

Ni el alivio de mejorar en las elecciones vascas, tras el trompazo cosechado en las gallegas, ha conseguido esconder la preocupación latente en el PSOE por la descomposición del espacio político que hay a su izquierda. A los socialistas les inquieta cada vez más el declive de Yolanda Díaz, aunque sigue confiando en que tiene margen para reflotar el proyecto de Sumar si acierta.

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