Es noticia
La guerra entre Podemos y Sumar jibariza a las izquierdas nacionales en Euskadi
  1. España
Podemos ganó en las generales de 2015

La guerra entre Podemos y Sumar jibariza a las izquierdas nacionales en Euskadi

Los dos partidos se quedan al borde de repetir el guion de las gallegas, aunque los de Yolanda Díaz se han impuesto a los de Ione Belarra y han salvado un escaño en Álava

Foto: Irene Montero, entre Juantxo López de Uralde y Miren Gorrotxategui, candidata morada a las elecciones vascas. (Europa Press/Fernando Gómez)
Irene Montero, entre Juantxo López de Uralde y Miren Gorrotxategui, candidata morada a las elecciones vascas. (Europa Press/Fernando Gómez)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Las izquierdas nacionales se quedan en anécdota en el País Vasco. No hace tanto que Podemos ganó unas elecciones generales en Euskadi y los morados han hecho del Parlamento de Vitoria, donde tenían seis escaños uno de sus últimos fortines territoriales. Pero la guerra entre Sumar y Podemos se ha llevado de un plumazo el trabajo de la última década en el espacio a la izquierda del PSOE después de que Sumar no haya sido capaz de hacerse con el testigo de los morados. Finalmente, en un recuento muy ajustado, el partido de Yolanda Díaz se ha hecho con un diputado en Álava en las elecciones vascas de este domingo 21 de abril.

Sumar se ha impuesto a Podemos en la pugna que mantenían ambas fuerzas, pero el descalabro no tiene paliativos. Hace cuatro años los morados lograron 72.000 votos. La suma de las dos formaciones de izquierdas no superará los 60.000 votos en estos comicios, pero la existencia de dos listas ha desembocado en una imposibilidad para competir en un escenario muy disputado en la izquierda. El crecimiento de EH Bildu al apostar por hacerse ver como una formación de izquierdas también influye en los escuetos datos logrados por Sumar y Podemos, que se han quedado cerca de repetir el escenario de las elecciones gallegas del pasado febrero, donde tampoco lograron escaño en el Parlamento de Santiago de Compostela.

El golpe es casi igual de duro para los dos partidos, aunque por motivos distintos. En el caso de Sumar, porque se anota otro fracaso, pese al pírrico escaño de Álava, que no será para un miembro de la formación magenta. La candidata, Alba García, optaba a su asiento por Vizcaya, pero no ha logrado los votos suficientes para ser parlamentaria. La cara de Sumar en Vitoria será Jon Hernández, cabeza de lista por Álava, y actual diputado como miembro de la coalición que lideró Podemos en 2020, aunque es el secretario general del PCE en Euskadi. Este éxito no le sirve a los de Yolanda Díaz para avanzar en su intento por echar raíces en el territorio, sobre todo en plena batalla entre las distintas facciones de Sumar por el control del partido, como está dejando ver la pelea por el diseño de la lista de las elecciones europeas del próximo 9 de junio.

Podemos pierde su grupo parlamentario más numeroso en todo el país y ya sólo quedan diputados morados en ocho de las 17 asambleas autonómicas. La presencia territorial e institucional en Euskadi no ha sido un argumento suficiente. Belarra apostó por una candidata con experiencia, Miren Gorrotxategui, y también por una figura de relumbrón, como Juantxo López de Uralde, exlíder de Equo y referente ecologista de los morados. Esta estrategia no ha evitado la división de los votantes entre los morados y Sumar con una ligera ventaja para los de Yolanda Díaz en las tres provincias vascas. Podemos ha logrado el 2,18% y el 2,40% de los votos frente a una horquilla que va del 3,10% y el 3,70% que han cosechado en el partido de la ministra de Trabajo.

"Este proyecto es muy necesario para el futuro de este país", ha dicho Pilar Garrido, líder de Podemos Euskadi, en la comparecencia para valorar los "malos resultados". Y ha llamado a sus compañeros a seguir trabajando "en los ayuntamientos y en las Juntas Generales". "La fortaleza de nuestro espacio es imprescindible para la alternancia", ha zanjado, en un guiño para explorar una mayoría alternativa al actual Gobierno de PNV y PSE, que se volverá a repetir tras el 21-A.

Los de Irene Montero no se presentarán en Cataluña, según informaron a finales de marzo, por lo que la próxima competición entre los viejos socios se desarrollará en las elecciones al Parlamento Europeo previstas para el 9 de junio. Esa una de las últimas balas del partido morado, si no la última. Y es ahí donde Podemos puso el foco casi desde el momento en el que se produjo el divorcio, a finales del pasado año.

El partido que dirige Ione Belarra decidió entonces salir de la coalición con la que se presentó a las elecciones del 23 de julio porque, aseguraban, no tenían margen de maniobra para hacer sus políticas. Poco después se hizo público que la exministra de Igualdad, principal figura del partido tras la marcha de Pablo Iglesias, sería la candidata el 9-J. El formato de los comicios europeos, con España como una circunscripción única, favorece a los morados, que ya lograron hace una década irrumpir en la política española desde Bruselas, donde lograron 5 escaños.

La guerra entre Podemos y Sumar ha tenido varios capítulos desde entonces. La primera derrota parlamentaria del Gobierno de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz fue el primer capítulo y quizás el más importante, ya que dejaron caer la reforma del subsidio de desmpleo y, con ella, la llegada de un buen montante de fondos europeos. Y además un golpe directo en la línea de flotación de la ministra de Trabajo, que pasa por su peor momento en valoración. Estas elecciones en el País Vasco, como en las gallegas, son efectos colaterales, pero una consecuencia directa. La negociación para ir juntos en Galicia, después en Euskadi, acabó por enrarecerse con el divorcio en Madrid. Bruselas puede ser el escenario de la última batalla, pero lo que está en disputa es el liderazgo del espacio a la izquierda del PSOE. Y los restos que queden de esta contienda pueden quedar muy maltrechos, algo que, de forma indirecta, afecta a Sánchez y a sus posibilidades de seguir en Moncloa.

Las izquierdas nacionales se quedan en anécdota en el País Vasco. No hace tanto que Podemos ganó unas elecciones generales en Euskadi y los morados han hecho del Parlamento de Vitoria, donde tenían seis escaños uno de sus últimos fortines territoriales. Pero la guerra entre Sumar y Podemos se ha llevado de un plumazo el trabajo de la última década en el espacio a la izquierda del PSOE después de que Sumar no haya sido capaz de hacerse con el testigo de los morados. Finalmente, en un recuento muy ajustado, el partido de Yolanda Díaz se ha hecho con un diputado en Álava en las elecciones vascas de este domingo 21 de abril.

Sumar Unidas Podemos
El redactor recomienda