Es noticia
El PNV resiste ante el ascenso histórico de Bildu y gobernará con el PSE de subalterno
  1. España
  2. País Vasco
Resultados elecciones vascas

El PNV resiste ante el ascenso histórico de Bildu y gobernará con el PSE de subalterno

Empate a 27 escaños, aunque el PNV vence en votos: 30.000 más. Los socialistas suben dos parlamentarios y el PP gana otro. Vox se mantiene en Álava donde también entra Sumar. Podemos desaparece tras dilapidar seis escaños

Foto: El candidato de Bildu, Otxandiano, votando. (EFE/ Miguel Toña)
El candidato de Bildu, Otxandiano, votando. (EFE/ Miguel Toña)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

El País Vasco se adentra en una era desconocida tras las elecciones autonómicas de este domingo. El PNV resiste por estrechísimo margen como la fuerza más votada, pero la coalición Bildu, heredera del brazo político de ETA, logró este domingo un avance histórico que le sitúa en un empate a escaños: 27 asientos para cada uno, a falta del recuento del voto exterior. Apenas trece años después del final del terrorismo y sin haber repudiado nunca la violencia, la heredera de Batasuna se confirma como alternativa real de gobierno en Euskadi. Al 100% del escrutinio, los de Arnaldo Otegi obtienen el apoyo masivo de 338.000 votos (88.000 más), lo que se traduce en seis escaños más de los que tenía (21).

En un recuento de infarto, el PNV logró salvar el temido sorpaso por apenas 28.000 votos, y su fortaleza de Vizcaya volvió a ser la clave. Se confirmó que el de Sabino Arana se ha vuelto un partido mortal tras 40 años ejerciendo el poder de modo casi ininterrumpido —solo tres años estuvo en la oposición (2009-2012), por la ilegalización de Batasuna—. La arriesgada operación de sustituir al lehendakari Íñigo Urkullu por otro candidato más joven y desconocido, Imanol Pradales, no resultó: obtuvo 357.000 votos y 27 parlamentarios, cuatro menos que en 2020.

Más allá del morbo por el duelo nacionalista, la gobernabilidad del País Vasco estaba predeterminada. PNV y PSE reeditarán su coalición de gobierno y Pradales será investido lehendakari. Entre ambos suman 39 escaños, los que marca la mayoría absoluta. Habrá que esperar, no obstante, al escrutinio del voto exterior (CERA), que ya hace cuatro años modificó el resultado final. La participación fue del 62,4%.

Los socialistas de Eneko Andueza mejoran sus resultados con 12 representantes, dos más, y seguirán ejerciendo de subalterno del PNV tanto en el Gobierno vasco como en el resto de las principales instituciones vascas. El PSE es el partido clave, "el que decide", repiten. Durante toda la campaña han desterrado cualquier posibilidad de pactar con Bildu mientras no condene a ETA, pero lo cierto es que hay una fecha marcada en rojo en el calendario de todos los partidos: las municipales de 2027, donde Bildu espera poder contar con su apoyo, aunque sea de manera puntual, para gobernar ayuntamientos, igual que en Pamplona.

El Partido Popular crece un escaño, en Álava. Los de Javier de Andrés se habían marcado un objetivo más ambicioso, convencidos de que la marca de Feijóo era mucho mejor y centró su discurso en la gestión económica y en desnudar la plena sintonía del PNV con las políticas de Pedro Sánchez y Podemos/ Sumar. Pero no resultó. Se quedaron con 94.000 votos, lejos de los 133.000 votos cosechados el 23-J. En Álava entran también Vox, que mantiene a su actual parlamentaria, y Sumar. La marca de Podemos dilapida su herencia de seis escaños y desaparece del hemiciclo vasco.

Estos resultados arrojan el Parlamento vasco más soberanista de la historia: entre PNV y Bildu suman 54 escaños, el 72% del total. Otro dato: han ganado en todos los consistorios salvo en Laguardia, donde por 5 votos se impuso el PP. El objetivo declarado de ambos es aprovechar esta legislatura de mayoría 'plurinacional' en el Congreso para someter a votación un proyecto de nuevo estatuto vasco, que confiera mayor autonomía política al País Vasco. Una reforma para la que el PNV quiere contar con los votos del PSE, que de momento se abre a reconocer la condición de "nación vasca" en el preámbulo.

El cambio sociológico en Euskadi es notable. El 'xirimiri' discursivo de Bildu, con un candidato amable y centrado en los temas sociales, ha calado fuerte entre la sociedad vasca, que premia su apuesta por las políticas como la vivienda. Los pactos con el PSOE de Sánchez en Madrid y en Navarra le han permitido blanquearse, alejar la sombra del pasado de ETA y presentarse como una opción ganadora. Los de Otegi alardean de tener "paciencia estratégica" y se quedarán en la oposición esperando a la próxima oportunidad: las municipales y forales de 2027.

Los resultados de Bildu, espectaculares, confirman que vuelve a ser inmune a las polémicas. Los de Otegi se habían fijado como objetivo mínimo superar el umbral de los 300.000 votos (en los años de plomo de ETA ya recibía el refuerzo de 250.000 vascos) y lo rebasaron con facilidad: 338.000. Ni en las municipales de mayo pasado les pasó factura la inclusión de expresos en sus listas, ni ahora tampoco le ha dañado la impostura de su candidato, Pello Otxandiano, incapaz de verbalizar siquiera que fue una banda terrorista. “Hay que dejar este tema fuera de las elecciones”, se limitó a decir, confirmando que el electorado no penaliza su vínculo con el pasado terrorista. Los socialistas, y en menor medida el PNV, sí confiaban en que fuera un “acicate” para movilizar el voto anti Bildu, mientras que el PP denunció la “hipocresía” de quienes han blanqueado a la coalición abertzale, principalmente desde Moncloa.

Los resultados de este domingo empujan al partido de Sabino Arana directo al diván. El PNV ha salvado la victoria moral de no ser sobrepasado por Bildu, pero es consciente de que su apoyo cerrado a Pedro Sánchez les ha pasado factura, al asimilarles al resto de socios de coalición progresista de Moncloa. Su candidato Pradales intentó corregir durante la campaña esa tendencia, llamando al voto más conservador con un discurso de 'orden' para intentar rebañar voto al PP. Pero lo cierto es que hay un sector, minoritario, dentro del partido, que cuestiona la estrategia de fondo y pide desmarcarse más de Sánchez. Es probable que los jeltzales se vean ahora tentados a teatralizar su malestar con Sánchez, al que no dejarán caer en ningún caso, pero sí es posible que suba su exigencia a la hora de firmar acuerdos.

Dicho esto, las elecciones del País Vasco no tendrán ninguna repercusión para Moncloa, a la espera de lo que suceda dentro de tres semanas en Cataluña, donde el escenario es más perverso.

El País Vasco se adentra en una era desconocida tras las elecciones autonómicas de este domingo. El PNV resiste por estrechísimo margen como la fuerza más votada, pero la coalición Bildu, heredera del brazo político de ETA, logró este domingo un avance histórico que le sitúa en un empate a escaños: 27 asientos para cada uno, a falta del recuento del voto exterior. Apenas trece años después del final del terrorismo y sin haber repudiado nunca la violencia, la heredera de Batasuna se confirma como alternativa real de gobierno en Euskadi. Al 100% del escrutinio, los de Arnaldo Otegi obtienen el apoyo masivo de 338.000 votos (88.000 más), lo que se traduce en seis escaños más de los que tenía (21).

Elecciones País Vasco PNV Bildu
El redactor recomienda