El PSE acepta introducir el "reconocimiento nacional de Euskadi" en el preámbulo de un nuevo Estatuto

En el PSOE vasco no guardan un buen recuerdo del último intento de reforma del Estatuto de Gernika. Fue la pasada legislatura y el PNV cerró un acuerdo con Bildu para diferenciar entre ciudadanos y nacionalizados, un precepto recuperado del Plan Ibarretxe. Como pasó entonces, ahora el PSE teme que los nacionalistas intenten ir un paso más allá en virtud del pacto firmado para la investidura de Pedro Sánchez, pero conceden que el reconocimiento nacional de Euskadi podría encajar en el preámbulo del futuro Estatuto.

"Cabe el reconocimiento nacional, cuando la Constitución habla de nacionalidades [históricas] en su voluntad está eso", argumentan fuentes del PSE, preguntadas por el punto del acuerdo firmado con Andoni Ortuzar, que recoge el compromiso de "negociar de buena fe" el "reconocimiento nacional de Euskadi". A los socialistas no les "incomoda el término", pero las suspicacias son inevitables. El acuerdo de la pasada legislatura resucitó en cierta forma el Pacto de Estella, la unión entre jeltzales e izquierda abertzale para superar el autonomismo y transitar la vía secesionista que acabó desembocando en el Plan Ibarretxe.

En el PSOE vasco ponen como ejemplo el Estatuto de Aragón, que en su preámbulo define la comunidad como una "nacionalidad histórica". "Otra cosa es la equivalencia que pretenden establecer entre nación y Estado, esa es otra cuestión", apuntan en referencia al PNV. El secretario general del PSE, Eneko Andueza, advirtió antes del pacto firmado para la investidura y con motivo del 44 aniversario del Estatuto de Gernika que no es el momento de lanzarse a aventuras soberanistas. Las voces consultadas insisten en que la posición de la formación no se ha movido un milímetro.

"No es tiempo para perderse en reinterpretaciones constitucionales. Tampoco para miradas indisimuladas a lo que algunos llaman el ejemplo catalán. Derivas independentistas, con un label u otro, que los socialistas vascos sabemos de sobra el recorrido y el resultado que tienen. Siempre estaremos enfrente", expuso Andueza en el acto que el PSE celebró el pasado 24 de octubre en Vitoria para conmemorar la efeméride.

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No quiere decir que los socialistas vascos se nieguen a negociar, como recoge el acuerdo suscrito entre Sánchez —el único que firmó el candidato socialista personalmente― con Ortuzar, ni que consideren que no hace falta reformar el Estatuto de Gernika, el único junto al gallego que no se ha actualizado, pero no quieren oír hablar de experimentos que rebasen los límites de la Constitución. De hecho, el propio PSE en los acuerdos suscritos en 2016 y 2020 con el PNV para la conformación del Gobierno vasco firmó la negociación de un nuevo texto estatutario y eso harán cuando llegue el momento.

Pero para que no se malogren los trabajos, como sucedió con la Ponencia de Autogobierno celebrada en la pasada legislatura en el Parlamento vasco que acabó descarrilando por las posiciones maximalistas de los nacionalistas, en el PSE consideran que el PNV debería reconocer de alguna forma que esos no pueden ser los términos de la negociación. "Si no nos volveremos a chocar con una pared", ahondan desde el PSE.

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Aunque en la fallida Ponencia, el PNV finalmente se desmarcó del acuerdo cerrado con Bildu y firmó un pacto con los socialistas y Podemos para articular un documento técnico, en el PSOE no pierden de vista el pacto de los nacionalistas. El mismo concedía a Euskadi el estatus de "nación" y otorgaba al Ejecutivo vasco la potestad de celebrar una "consulta habilitante" sin validez jurídica.

El trabajo ya hecho

El acuerdo firmado para la investidura de Sánchez precisa que será en el seno de las instituciones vascas donde nacionalistas y socialistas cierren la reforma para posteriormente trasladarla a las Cortes. Por último, deberá ser ratificada por parte del "pueblo vasco", es decir, en referéndum. En ese pacto, además del reconocimiento nacional, figuran otros compromisos para abordar en la negociación: "La salvaguarda de las competencias vascas y un sistema de garantías basado en la bilateralidad y la foralidad".

"Realmente, tenemos el 90% del trabajo hecho", precisan en el PSOE, en referencia a lo ya hecho en la Ponencia de Autogobierno, pero lo limitan a las cuestiones relativas a los derechos sociales. Las fuentes consultadas inciden en que en ese aspecto no sería difícil concitar el respaldo de PNV, Bildu, PSOE y Podemos. "Sería fácil", destacan, el problema llegará "cuando empezamos a hablar de otras cosas. No nos queremos poner en el peor de los escenarios, pero solo habrá posibilidad de avanzar en una reforma del Estatuto si hay voluntad de respetar la ley", zanjan.