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El Real Madrid y un equipo con once como Fede Valverde para asaltar la casa de Guardiola
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El Real Madrid y un equipo con once como Fede Valverde para asaltar la casa de Guardiola

La bronca de Fede Valverde a Brahim Díaz en Mallorca no fue tribunera. Es el recordatorio de que el Real Madrid tiene que competir como equipo siempre y más para la final contra el Manchester City

Foto: Fede Valverde, abrazado por Modric, tras marcar el gol al Manchester City. (EFE Juanjo Martín)
Fede Valverde, abrazado por Modric, tras marcar el gol al Manchester City. (EFE Juanjo Martín)

"Ningún jugador es tan bueno como todos juntos" es una frase mítica de Alfredo Di Stéfano que pueden leer todos los jugadores del Real Madrid en el túnel de vestuarios del Bernabéu. Antes de salir al césped a competir conviene recordar cuál es la verdadera fuerza del Real Madrid. La mentalidad de grupo y lo colectivo por encima de las individualidades son igual de innegociables que luchar hasta el final y no rendirse nunca. Está prohibido el ego, el lucimiento personal y la apatía.

El código que dejó la leyenda de Di Stéfano entre su inmenso legado en el Real Madrid lo evoca mejor que nadie Fede Valverde. El uruguayo encarna el espíritu del trabajo sucio, el sacrificio por el compañero y la pelea al servicio del equipo por encima del lucimiento personal. El que se salte esta norma traiciona la filosofía madridista y pone en riesgo el objetivo, por muy difícil que sea el reto, de la victoria final. Nada es imposible cuando el Real Madrid juega como equipo.

Esta norma se la saltó Brahim Díaz, según Fede Valverde, en el partido contra el Mallorca. Un día importante porque el Real Madrid tenía que ganar para evitar que el Barcelona recortara puntos en la Liga y era un ensayo para el partido de vuelta en el Etihad Stadium contra el Manchester City.

Fede Valverde abroncó a Brahim Díaz por ser demasiado individualista en una acción de ataque, perder el balón y no regresar para intentar recuperarlo. El uruguayo se dio una galopada, cortó el peligro y las cámaras de televisión le pillaron recriminando la jugada al hispano-marroquí. Brahim fue protagonista en Mallorca por abusar del balón, con jugadas en las que hizo la guerra por su cuenta y gestos de reproches de sus compañeros. No solo de Fede Valverde. A Modric también le desesperó.

placeholder Fede Valverde dispara en una acción del partido contra el Manchester City en el Bernabéu. (AFP7)
Fede Valverde dispara en una acción del partido contra el Manchester City en el Bernabéu. (AFP7)

El Real Madrid ganó en Mallorca con un marcador ajustado y ante el revuelo de las imágenes, al día siguiente, el uruguayo y el malagueño se hicieron una fotografía, abrazados, que publicaron en sus respectivas redes sociales. La lección que dio Fede Valverde llega en un momento muy oportuno y necesario para el Real Madrid de cara al complicado partido que tiene en Manchester. Tonterías, las justas. Para eliminar al City hay que hacer un encuentro muy serio. Jugar como un equipo solidario y comprometido.

El Real Madrid y un equipo con once como Fede Valverde es una fórmula fiable si pretendes asaltar la casa de Pep Guardiola. No es nada sencillo eliminar al campeón de Europa, un equipo que lleva 30 partidos consecutivos sin conocer la derrota en su estadio, que la temporada pasada le metió cuatro goles y tiró por los suelos el plan de Ancelotti.

Carácter y hambre

Las opciones del Real Madrid pasan por comportarse como un equipo con personalidad y coraje, según Ancelotti. El entrenador y los jugadores, en sus charlas y análisis de los errores que cometieron el año pasado, están de acuerdo que carecieron de carácter y una propuesta más ambiciosa. Faltó amenaza y fueron arrollados por un Manchester City hambriento, al calor de su público y con ánimos de revancha.

Foto: Germán 'Mono' Burgos. (Movistar Plus )

El Real Madrid tiene la confianza de que este partido es diferente y que algo bueno puede pasar si juegan como un equipo fuerte en defensa, agresivo, intenso y directo en ataque para hacer daño con la velocidad en los espacios. El gol de Fede Valverde que dio el empate a tres en el Bernabéu es una inyección de optimismo y el recordatorio de que en el ADN del Real Madrid, en escenarios de máxima exigencia, el factor diferencial está en la épica grupal.

Manchester es una final y el partido número 45 de Fede Valverde esta temporada con su equipo. Los ha jugado todos. Es el único futbolista imprescindible e intocable para Ancelotti. Hasta en el frío día contra la Arandina en la Copa del Rey, el entrenador le sacó la última media hora del partido para evitar la desconexión.

El seguro del equipo

Nadie habla de la dependencia que tiene Ancelotti con Fede Valverde. El técnico consiguió que el uruguayo marcara 12 goles la temporada pasada, en una faceta goleadora desconocida, y se adaptara a la posición de extremo derecho para generar peligro y tener efectividad como llegador. En esta, con la incorporación de Bellingham, le quiere más cerca del mediocentro para dar equilibrio y solidez al equipo. El inglés juega más liberado.

Foto: Xabi Alonso celebra el título de la Bundesliga logrado con el Bayer Leverkusen. (EFE/EPA/Christopher Neundorf)

El Real Madrid es el equipo menos goleado de la Liga (20 tantos) en buena medida por el sacrificio de Fede Valverde. Es el que hace el trabajo sucio en el centro del campo, muy necesario para Ancelotti, y el futbolista que demuestra tener un rendimiento más regular. Esta temporada ha marcado dos goles. El primero de la remontada en el Bernabéu contra la Real Sociedad y el del empate contra el Manchester City. Se le debería contar el zapatazo que valió el triunfo en Nápoles. El balón pegó en la nuca del portero. Valió para ser primeros de grupo. Hace un mes fue determinante en la victoria contra Osasuna en El Sadar con tres asistencias.

El peso que tiene Fede Valverde en la dinámica de un equipo que solo ha perdido un partido en la Liga es decisivo y crucial en el Real Madrid. La bronca a Brahim Díaz en Mallorca no fue un capricho ni un gesto tribunero. Significa el aviso a todos los jugadores de cómo se tiene que competir para tener más opciones de éxito, además del acierto y el talento, para intentar eliminar al Manchester City.

El uruguayo no es sospechoso de ceder a su interés personal en favor del grupo. El ejemplo más claro fue la famosa entrada a Morata en una Supercopa de España que le costó la expulsión y acabó siendo clave en el título para su equipo.

"Ningún jugador es tan bueno como todos juntos" es una frase mítica de Alfredo Di Stéfano que pueden leer todos los jugadores del Real Madrid en el túnel de vestuarios del Bernabéu. Antes de salir al césped a competir conviene recordar cuál es la verdadera fuerza del Real Madrid. La mentalidad de grupo y lo colectivo por encima de las individualidades son igual de innegociables que luchar hasta el final y no rendirse nunca. Está prohibido el ego, el lucimiento personal y la apatía.

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