Es noticia
La mancha de Bellingham contra el Manchester City: deja dudas y una deuda al Real Madrid
  1. Deportes
  2. Fútbol
el peor del partido

La mancha de Bellingham contra el Manchester City: deja dudas y una deuda al Real Madrid

El partido de Bellingham en el Bernabéu contra el Manchester City fue decepcionante, sin fuerza ni chispa. La esperanza es que mejore en la vuelta para que el Real Madrid tenga opciones

Foto: Jude Bellingham se lamenta en una acción del partido contra el City. (EFE Juanjo Martín)
Jude Bellingham se lamenta en una acción del partido contra el City. (EFE Juanjo Martín)

La lectura positiva que puede hacer el Real Madrid para ser optimista en el partido de Manchester está en que Jude Bellingham tiene una semana para hacer autocrítica y reflexionar por el nefasto partido que hizo en el Bernabéu. La esperanza es que el inglés cambie radicalmente y su rendimiento tenga el impacto que se le pide a un jugador de su nivel y su precio. En el partido más grande desde que llegó, el chico de los 103 millones de euros (más otros 30 en variables) manchó la camiseta. Deja dudas y tiene una deuda.

Hay una unanimidad en señalar a Bellingham como el peor del Real Madrid, aunque no lo viera Ancelotti, que lo dejó todo el partido por respeto a la figura. No estaba aportando nada y tenía el riesgo de ver una tarjeta que le podía privar de jugar en Etihad Stadium. Allí le espera un gran examen, que aparezca generando juego y amenaza. Se tiene que plantear por qué no compitió al nivel de, por ejemplo, Camavinga y Kroos en el centro del campo. Al inglés le quedo grande el partido y Camavinga dio un recital. Tiene que fijarse en Fede Valverde, en su raza, rebeldía y fiereza.

No se trata de comparar, pero si hay preocupación en el Real Madrid por el bajón del inglés desde que empezó el año. Se le han juntado las lesiones, con las reacciones de frustración y se le ha ido la fuerza por la boca y la chispa de las botas. Se contaba que en los nueve días que ha tenido el equipo para preparar el partido de ida de los cuartos, podría ofrecer garantías de una recuperación. Pero no estuvo fresco ni afilado. Lo extraño es que el City no tuvo que hacer nada especial para contrarrestarlo. Bellingham se anuló solo.

El partido de Bellingham es muy mejorable. El de Rüdiger, insuperable. Otro que brilló. Uno más del central del alemán en el duelo contra Haaland. El alemán se comió al noruego en otro recital de agresividad, anticipación y un marcaje que se le hace bola al delantero del City. La temporada pasada, Ancelotti cometió el error de dejarle en el banquillo en la vuelta. El nivel de Rüdiger le hace ser intocable y es otra de las esperanzas de la resistencia defensiva que necesita el equipo en Manchester.

placeholder Haaland y Bellingham al final del partido en el Bernabéu. (AFP7)
Haaland y Bellingham al final del partido en el Bernabéu. (AFP7)

Si antes de jugar en el Bernabéu el City ya partía como favorito, con este empate y el factor campo del Etihad, las posibilidades que tiene el Madrid de pasar a las semifinales disminuyen. La lección de la temporada pasada, lo mal que compitió y la goleada que se llevó le sirve de lección. Eso y la sensación de que el City sufre cuando le coges la espalda a la defensa con la velocidad de Rodrygo, Vinicius y Fede Valverde. Falta que se reenganche Bellingham.

Foto: Casemiro pide disculpas a la afición del Manchester United. (EFE EPA ASH ALLEN)

El Madrid juega una final por la Champions la semana que viene, un desafío complicado, pero nunca se puede decir que es imposible la clasificación. Bellingham le debe una gran actuación al equipo y a sus aficionados. Como las que tuvo de agosto a diciembre. Era el mejor jugador del mundo, con partidos como los dos goles que hizo en el Clásico liguero de Montjuic al Barcelona y versiones de jugador imparable como su exhibición en Nápoles.

La suerte del Madrid es que el inglés no puede jugar peor que lo ha hecho en la ida de los cuartos y que el chico es humilde, trabajador y reconoce su borrón. Si Bellingham se pone las pilas, mejora mucho la energía y el acierto de un equipo que tiene que hacer un partido perfecto de principio a fin para tener opciones de echar fuera al campeón de Europa. El inglés no tiene excusas. Cuenta con todo el apoyo y confianza de Ancelotti para que recupere el olfato goleador y el despliegue físico-técnico que llevó a hacer comparaciones alucinantes con Zidane. En el primer asalto de los cuartos de final se vio un Bellingham gris, triste y cansado.

La lectura positiva que puede hacer el Real Madrid para ser optimista en el partido de Manchester está en que Jude Bellingham tiene una semana para hacer autocrítica y reflexionar por el nefasto partido que hizo en el Bernabéu. La esperanza es que el inglés cambie radicalmente y su rendimiento tenga el impacto que se le pide a un jugador de su nivel y su precio. En el partido más grande desde que llegó, el chico de los 103 millones de euros (más otros 30 en variables) manchó la camiseta. Deja dudas y tiene una deuda.

Real Madrid
El redactor recomienda