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Estrangular a Bellingham: qué sucede para que el inglés pierda pegada en el Real Madrid
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baja la eficacia realizadora

Estrangular a Bellingham: qué sucede para que el inglés pierda pegada en el Real Madrid

Jude Bellingham no encuentra las facilidades del inicio de la temporada para hacer goles. Los rivales han aumentado las vigilancias, con marcajes más incómodos que traban sus acciones

Foto: Bellingham, en el partido de Copa contra el Atleti. (Reuters/Isabel Infantes)
Bellingham, en el partido de Copa contra el Atleti. (Reuters/Isabel Infantes)

La explosión goleadora de Jude Bellingham en el inicio de la temporada, con la que nos dejó con la boca abierta, se ha apagado. El inglés sigue siendo el máximo goleador del Real Madrid con 18 tantos. Una cifra que está por encima de los 14 goles que marcó la temporada pasada en el Borussia Dortmund, su mejor registro, pero que, ya metidos en el mes de febrero, no habla bien de la aportación realizadora de Vinícius ni Rodrygo, los dos delanteros titulares.

De Bellingham teníamos claro que no es un delantero y en su espectacular y sorprendente arranque anotador de temporada, nos engañó. Sus características y virtudes, por las que el Real Madrid pagó más de 100 millones de euros, le hacen ser un futbolista todoterreno. Suma más goles de los que se podían imaginar a estas alturas de la temporada. Pero en lo que llevamos de año solo ha marcado un tanto (de penalti al Almería) en cinco partidos. Solo ha dejado de participar en el de Las Palmas por sanción. Los dos últimos partidos (Getafe y Atleti) los han sacado adelante la eficacia de Joselu y Brahim Díaz.

El descenso anotador de Bellingham no ha perjudicado al equipo para coger el liderato del campeonato y ganar la Supercopa de España. Lo ha echado de menos en la eliminación de Copa del Rey en el Metropolitano, donde fue uno de los más destacados con una exhibición de despliegue físico por todo el campo para recuperar balones y darle profundidad a los ataques. Para esto se le fichó al inglés. No para darle la responsabilidad del gol.

Bellingham no ha dejado de ser un futbolista desequilibrante, pese a que ya no tenga el olfato del gol de los primeros meses de la temporada. Lo que sufre el inglés era algo que se podía esperar. Los marcajes son cada vez más intensos, las vigilancias de los rivales han aumentado y él ha perdido la capacidad de sorpresa para llegar al área y definir.

placeholder Savic forcejea con Bellingham en la Copa del Rey. (Reuters/Isabel Infantes)
Savic forcejea con Bellingham en la Copa del Rey. (Reuters/Isabel Infantes)

Muchos de sus goles eran producto de una insultante superioridad y lo enchufado que juega los partidos. La libertad en el esquema del equipo le sentaba muy bien. Pero el escenario ha cambiado desde hace un tiempo. Los entrenadores son más meticulosos en la estrategia y la táctica para tener un plan anti-Bellingham. Al inglés le hacen la jaula. Marcajes más estrechos para desactivarle y también más faltas. Ya no juega tan cómodo y se le ve más protestón. En los últimos partidos se queja a los árbitros de la cantidad de faltas que recibe.

Se le comparó con Cristiano Ronaldo

El inicio de temporada del inglés fue demoledor: 6 goles en los seis primeros partidos de Liga. Una racha a la que no se le veía el final, con la que se frotaban las manos los aficionados y sus compañeros y en la que se le llegó a comparar con las estadísticas anotadoras de Cristiano Ronaldo.

Foto: Mbappé, en el partido de Copa contra el Brest. (Jean Catuffe/DPPI/AFP7)

Esa dinámica anotadora fue una bendición para Ancelotti en un tramo de la temporada complicado por las lesiones de Vinícius y el bache de Rodrygo. Lo anormal era que el Real Madrid se acostumbrara a que Bellingham resolviera los partidos con goles. El éxito de la regularidad se ha ido construyendo con los buenos números defensivos que tienen al equipo como el menos goleado de la Liga.

El rendimiento de Bellingham no ha bajado en el campo, pero en los dos últimos partidos se ha visto a un jugador más previsible en sus acciones, estrangulado en la táctica del rival y con menos ocasiones de gol. También algo desquiciado. Ofrece muchas cosas sin balón, trabaja en la recuperación, se sacrifica, aporta en la creación y no baja la intensidad de su juego. Le falta la chispa y la comodidad de los primeros meses. Cuando era más desequilibrante y los contrarios no encontraban la manera de frenarle.

Foto: Lunin en el partido del Madrid contra el Granada. (Reuters/Isabel Infantes)

Ancelotti recalca que no le pide a Bellingham que haga goles. Pero ante un nuevo bache de Rodrygo y la irregularidad de Vinícius, el Real Madrid saca los partidos adelante con los goles de Joselu (13) y Brahim Díaz (7). El primero supera a Rodrygo en uno y en dos a Vinícius. Los dos han dado un paso importante con sus goles en la prórroga de la semifinal de la Supercopa contra el Atleti y los dos últimos partidos de Liga.

Llega la hora de la verdad, con partidos claves contra el Girona (en Montilivi, marcó y dio una asistencia) y el regreso de la Champions con el Leipzig. Bellingham está en el foco. Y, si puede, despertará en esa versión goleadora que tanto ha ayudado al equipo a tener una dinámica ganadora.

La explosión goleadora de Jude Bellingham en el inicio de la temporada, con la que nos dejó con la boca abierta, se ha apagado. El inglés sigue siendo el máximo goleador del Real Madrid con 18 tantos. Una cifra que está por encima de los 14 goles que marcó la temporada pasada en el Borussia Dortmund, su mejor registro, pero que, ya metidos en el mes de febrero, no habla bien de la aportación realizadora de Vinícius ni Rodrygo, los dos delanteros titulares.

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