Bellingham gana el trofeo Kopa y solo tiene un único secreto para ser el mejor del Real Madrid

"Cuídamelo. Es un niño y quiero que sea feliz", le dijo Denise, la madre de Jude Bellingham, a Florentino Pérez cuando aceptó que su hijo se uniera al proyecto del Real Madrid. El niño se cuida solo, no le tiene miedo a nada y está en el duro camino de marcar una época en el Real Madrid. Para conseguirlo tiene que ir cumpliendo etapas que demuestren que está a la altura de la exigencia de este club y un nivel para ser una estrella mundial. De lo último no hay dudas. Bellingham gana el Trofeo Kopa, se convierte en el mejor futbolista joven del mundo, y es una estrella con solo 20 años.

El premio al mejor jugador menor de 21 años que recibe en la gala del Balón del Oro que organiza France Football es un reconocimiento al rendimiento que tuvo la pasada temporada en el Borussia Dortmund. Marcó 14 goles y fue elegido el mejor futbolista de la Bundesliga. En los dos meses y medio que lleva en el Real Madrid lo que se ve es un escándalo de futbolista. Ha marcado 13 goles en 13 partidos, igualando el inicio de leyendas como Di Stéfano y Cristiano Ronaldo, sin ser un goleador e impresionando a todo el mundo por su rápida adaptación.

Esta es la clave principal para entender por qué Jude Bellingham triunfa tan rápido en el Real Madrid y es considerado como uno de los mejores futbolistas del mundo. Le han dado el trofeo Kopa. Muy mal lo tiene que hacer para que en la próxima década no gane el Balón de Oro. Es un futbolista total, que aúna una alta condición física, con la técnica, el desequilibrio, el instinto de gol y una mentalidad de campeón. En un mal día, no se rinde. Es la lección que dio en el Clásico, anulado por el férreo marcaje de Gavi durante 60 minutos y demoledor cuando pisó el acelerador en el último tramo del partido.

Bellingham sucede a Gavi como ganador del trofeo Kopa, un galardón que también tienen Mbappé, De Ligt y Pedri. A Mbappé le está costando dar el salto del Kopa a proclamarse Balón de Oro. El inglés no tuvo las dudas del francés para fichar por el Real Madrid. Como dice Jorge Valdano, el Real Madrid paga en gloria. Por este motivo, la madre de Bellingham, una mujer lista y la que guía la carrera de su hijo, aceptó la oferta de Florentino. Era inferior, en lo económico, a lo que podría ganar en el Manchester City. La familia Bellingham priorizó la historia y la felicidad. El niño está en aprendizaje y tiene que convertirse en un número uno en el mejor club del mundo, en el sitio donde los valores son luchar hasta el final, no rendirse y nada es imposible.

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La adaptación de Bellingham al Real Madrid, al cambio de país, cultura, idioma y nuevos compañeros, es un caso sociológico y futbolístico digno de estudio. Era difícil de imaginar que un inglés tan joven, aunque haya pasado tres años en Dortmund, pudiera dar un rendimiento inmediato tan alto. La expectación es si será capaz de sostenerlo en el tiempo y cuando llegará el bache. Lo que hay que hacer en este caso es disfrutar del presente, que es la actitud con la que le va de perlas y es feliz Bellingham.

Abrazados al inglés

Los que sufren el impacto de un joven con tanta autoridad y eficacia señalan que es un chico con suerte y en algún momento se le tiene que acabar. Lo que provoca el inglés en sus rivales es impotencia, amargura y lo simplifican como un buen futbolista que está en estado de gracia y tiene la fortuna de caerle los balones, los rebotes.

El único secreto de Jude Bellingham para tener esta rápida adaptación al Real Madrid es su estado emocional y mental. Es el motor que mueve a un futbolista que es una máquina de ganar, imparable en lo físico y lo futbolístico. La primera piedra para que un joven tenga más posibilidades de alcanzar el éxito es ser feliz en lo personal y lo profesional, la segunda estar bien rodeado, la tercera en un proyecto ambicioso, la cuarta ser competitivo y la quinta ser un buen compañero. Todo esto funciona en el inglés desde que decidió dejar su país tan joven para ir a Alemania, con 17 años, y llegar al Real Madrid a punto de cumplir los 20 años. "Todavía tengo escalofríos por jugar en el Real Madrid", comentó en París.

Lo asombroso es la edad tan joven a la que ha llegado al Real Madrid y lo que está consiguiendo en tan poco tiempo. A otras estrellas le costó más el proceso de adaptación. Zidane fichó por el Real Madrid con 29 años y necesitó un tiempo para aclimatarse. Lo mismo sucedió con Beckham (28 años), Kaka (27 años), Bale (24 años) y no digamos ya con Hazard (28 años). Son casos de jugadores consolidados que sufrieron en sus primeros meses en el Real Madrid. Jude Bellingham no es que haya caído de pie. Lo alucinante de su rendimiento es la naturalidad con la que compite, cómo hace fácil lo difícil y que digan de él en el vestuario que parece que lleva diez años en el Real Madrid. Este equipo se abraza a Bellingham.