El Real Madrid saca pecho con Bellingham y deja un recado: "Tenemos un equipo sin ego"

Jude Bellingham se gana la admiración de los aficionados en dos medias partes, contra el Milan y el Manchester United, en el inicio de la gira estadounidense. Su fútbol poderoso en lo físico, diferencial en lo técnico y una personalidad extrovertida que facilita su adaptación son las primeras claves de un rendimiento que asombra. Lo primero y lo único que pidió cuando se hizo oficial su fichaje fue poder llevar el dorsal 5. El de Zinedine Zidane, uno de sus referentes, una figura que le inspira y que se ha empapado en vídeos de YouTube. El Real Madrid ni se lo pensó. No hay otro Zidane y está por ver qué carrera tiene el inglés, pero si hay un talento joven que se asemeje a Zizou, ese es sin ninguna duda Jude Bellingham.

El Real Madrid lleva desde mediados de junio, el día de su presentación, poniendo en valor la categoría de un fichaje de alto coste. Florentino accedió a pagar 103 millones de euros al Borussia de Dortmund en un acuerdo que incluye otros 30% más en variables. Si todo va bien, con una perla de solo 20 años, la operación se puede ir hasta los 133 millones de euros. El precio, de entrada, parece exagerado. Pero Florentino, cuando se enamora de un jugador y le ve potencial deportivo y económico, tira para delante. Su apuesta por Bellingham es la de un joven galáctico que tiene que marcar una época en el Real Madrid y, por supuesto, una buena inversión que hará que el desembolso acabe siendo rentable.

En el segundo partido de la pretemporada, Bellingham marcó su primer gol. A los cinco minutos hizo un desmarque, ganó la espalda a la defensa del Manchester United y definió con sangre fría y maestría. Bajó el balón largo de Rüdiger y lo levantó ante la salida de Onana. Un golazo que acompañó con un recital de juego ofensivo y defensivo, omnipresente en las acciones de construcción y agresivo en los duelos.

Un jugador completo

Ha entrado con muy bien pie y en el Real Madrid sacan pecho con un futbolista que consideran diferencial. Lo repite una y otra vez Ancelotti. El entrenador dice que no tienen un centrocampista de sus características en la plantilla, destaca su calidad y el despliegue para abarcar varias zonas del campo. Lo considera un jugador moderno y muy completo. Da salida al balón desde la defensa, tiene habilidad, maneja las dos piernas, una conducción excelente, verticalidad para conectar con los atacantes, generar peligro y acabar jugadas. El entrenador del Real Madrid quiere que el juego del equipo gire en torno a Bellingham y el inglés, lejos de considerar que es una estrella, se implica en defensa y demuestra que tiene actitud para ponerse el mono de trabajo. Sus primeros pasos están deleitando a los aficionados, los destaca Ancelotti y en el césped deja el sello de un futbolista con jerarquía.

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El talento es indiscutible y detrás de un futbolista que llega como una estrella hay una persona humilde. Es otro de los motivos, muy importante, por los que el Real Madrid saca pecho con este jugador. La integración de Bellingham al equipo y los nuevos compañeros es muy positiva. Llegó con la predisposición de aprender lo más rápido posible el castellano, su personalidad es abierta, sencilla y destaca por las ganas de querer aprender de los más veteranos. En su presentación se definió como un centrocampista que hace un poco de todo y que siempre está dispuesto a ayudar al equipo. Ha entrado muy bien al vestuario, con una actitud humilde y trabajadora. En la relación y la convivencia con los compañeros se ve buen rollo, bromas y ganas de estar involucrado.

Con Bellingham no hay dudas de que no notará el cambio. Salió muy joven de Birmingham, ha tenido una formación de tres años en Dortmund y su madurez es impropia para un chico de 20 años. No se atisba que pueda tener los problemas de otros futbolistas británicos que les costaron adaptarse al fútbol español y a la exigencia del Real Madrid. Algunos fracasaron (Owen y Woodgate, son dos claros ejemplos) y otros como Gareth Bale fueron de más a menos. El galés vivía en una burbuja y, como reconoció Marcelo, no había manera de mantener una conversación en español con él.

La adaptación es clave

En el Real Madrid los tiempos de adaptación al juego e integración a los compañeros tienen que ser lo más rápido posible. La exigencia y la competencia es máxima. Las expectativas son altas y más si eres un fichaje que supera los 100 millones de euros. El rendimiento tiene que ser inmediato. A Zidane, que llegó curtido de la Juventus, le costó. Bellingham es una esponja.

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Lo que mejor le viene al Real Madrid, a la espera de conocer cómo se resolverá el pulso que tienen el Paris Saint-Germain y Mbappé, es que luzca Bellingham como futbolista y persona. Por el inglés pujaron fuerte el Liverpool y el Manchester City y el chico lo tenía claro. Dio prioridad al Real Madrid, quería cumplir su sueño de jugar en este club, sentía que podía crecer como futbolista y antepuso lo deportivo al dinero. Fue claro en el día de su presentación cuando dijo que "me encanta lo que desprende el Real Madrid y el dinero no es lo más importante". El madridismo lo puso como el ejemplo que está en las antípodas de Mbappé.

El club se quedó con este mensaje que sirve para reforzar el valor del Real Madrid y la predisposición de los jugadores para venir y hacer historia. En estos días que el caso Mbappé acapara el foco y eclipsa a Bellingham, mientras que la postura del club es potenciar al inglés y el nuevo proyecto. Pero tiene libre el dorsal 9 y hay escasez de delanteros. Las declaraciones de Ancelotti tras el partido contra el Manchester United a las preguntas sobre Mbappé se pueden interpretar como un recado. "La suerte es que tenemos un equipo sin ego. Esto es lo más importante. Es más sencillo para manejar el vestuario", comenta el entrenador italiano. Mbappé conoce que para venir al Real Madrid tendrá que poner de su parte como lo ha hecho Bellingham.