Devoción con Nacho por ser el capitán del Real Madrid: "Siempre acaba entre los mejores"

Con Nacho Fernández sube la devoción desde que eligió quedarse. Decidió renovar una temporada más por amor al Real Madrid. Tenía ofertas económicas más importantes y con más años de duración, pero no podía renunciar al privilegio de ser el primer capitán. Estar en la historia del Real Madrid como uno de los futbolistas que heredan el brazalete le convierte en una leyenda. No podía permitirse salir del club en el que lleva toda su vida, pese a que no tenga el rol de titular con Ancelotti. Estuvo pensando y analizando si con 33 años y 10 temporadas en el primer equipo, con todos los títulos ganados, era el momento para tener otros retos y comprometerse con un equipo en el que tener continuidad.

Su plan era jugar más, disfrutar del fútbol y sentirse protagonista. Cansado del Nacho siempre cumple, habló de lo que le cuesta que confíen en él más que en otros. Ser un recambio que sale desde el banquillo y estar enchufado para jugar en cualquier posición de la defensa cuando aparecen los problemas le parecía poco. Merecía más, pero lo decía con prudencia. Estaba convencido de que le había llegado el momento de decir adiós al Real Madrid, con dolor porque nunca es fácil marcharse de este club, pero con la seguridad de que tiene categoría para jugar con regularidad.

La decisión no era nada sencilla, le dio muchísimas vueltas, la consultó con su padre y agente (Chema Fernández), con su mujer (María Cortés) y con su hermano Álex, que pasó por la cantera del Real Madrid y ahora juega en el Cádiz. Todos los consejos coincidían en que tenía que darle valor al esfuerzo realizado para que todos los entrenadores que ha tenido hayan contado con él, que siguiera entrando en los planes del club y lo que no tiene precio: ser el primer capitán del Real Madrid. Nacho se quedó con el amor al Real Madrid, con el orgullo de su familia, de su madre (Maite Iglesias) que tanto ha peleado y los sacrificios de muchísimos años que tienen el reconocimiento de la capitanía. Son motivos sentimentales, de pertenencia y no económicos los que decantaron la decisión de sentir que su sitio está en el Real Madrid.

Tenía que dejar el fútbol

El niño de Alcalá de Henares, que empezó con 11 años en el alevín B del Real Madrid, es a los 33 años el capitán del primer equipo. Por delante de Modric, Carvajal y Kroos, que están en la línea sucesoria de la capitanía. Nacho hereda el brazalete que deja Benzema, que antes que el francés llevaron Marcelo, Sergio Ramos, Casillas, Raúl, Fernando Hierro, Sanchís, Chendo, Santillana... Podríamos seguir. Le pertenece por derecho propio, valores, compromiso, dedicación, competitividad en una temporada en la que entrará en la historia del club. Se hace justicia.

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No le ha sido sencillo llegar hasta aquí porque ese niño que entró con 11 años en la cantera sufrió una enfermedad. Un año después, le dijo una doctora que tenía que dejar el fútbol. Le diagnosticaron diabetes de tipo 1, la incapacidad para producir insulina, tras pasar ingresado un fin de semana en una clínica. Sus padres hicieron más consultas y otro médico les aseguró que la práctica del deporte no le perjudicaba, sino todo lo contrario, que era beneficiosa. Tenía que cuidar más la alimentación, el descanso, tener una buena rutina y ser disciplinado. Nacho, con su esfuerzo, el apoyo de su familia y del Real Madrid, convivió con una enfermedad que no ha sido un obstáculo.

Su progresión en la cantera le llevó hasta el filial, logró el ascenso con el Castilla a la Segunda división en 2012, con su hermano Álex en el equipo y antes, el 23 de abril de 2011, tuvo la oportunidad de debutar con el primer equipo. Fue Mourinho el que confió en él y le sacó en un partido en Mestalla entre el Valencia y el Real Madrid (3-6). Nacho asomó por el primer equipo y dos temporadas después pasó a ser un fijo de la primera plantilla. Mourinho, Rafa Benítez, Zidane, Lopetegui, Solari y Ancelotti han contado con él. No ha jugado todo lo que querría, pero su polivalencia y rigor en el campo es destacada por todos los entrenadores. Incluso para Luis de la Fuente, que le abre las puertas de la Selección.

El año que entró Nacho a la cantera del Real Madrid se retiró Manolo Sanchís, otro de los grandes capitanes. En 2001, Sanchís ponía punto y final a una vida deportiva dedicada plenamente al Real Madrid. Marcó una época con 18 temporadas en el primer equipo, 710 partidos y 21 títulos. Nacho, como Sanchís, solo ha jugado con la camiseta del Real Madrid. La llegada del niño con 11 años coincide con la salida de una institución madridista como es Manolo Sanchís. También tuvo ofertas para marcharse, entre ellas una del Barcelona y otra muy fuerte de la Juventus. Pero Sanchís, como su padre, que ganó la Sexta Copa de Europa, era cien por cien madridista y se quedó para marcar una época en la que levantó la Séptima y la Octava Champions como capitán.

Sanchís, el gran capitán

Manolo Sanchís es un referente, conoce lo que supone ser capitán del Real Madrid, y charla con El Confidencial para explicar y analizar la figura de Nacho Fernández: "Yo echo la vista atrás y de todo lo que me ha podido ocurrir, una de las cosas más importantes es haber sido capitán durante once años. Llevar el brazalete es tener la sensación de que eres el faro de guía. Para Nacho supone, sobre todo, una cuestión de orgullo y prestigio. Lleva mucho tiempo en la casa, la conoce, igual que la plantilla y seguro que tendrá un buen desempeño. Nacho tiene que estar tranquilo y consultar al resto de capitanes. Yo cuando llegué a la capitanía dije que funcionaría mejor como un órgano colegiado. Decidimos que había que tener cuatro capitanes. Siempre es más fácil para decidir los asuntos importantes con el club o las polémicas. Lo que importa es que en muchos momentos, la cara visible va a ser él y esto es un orgullo".

Ser el capitán es una responsabilidad que tiene más presión en una plantilla con la exigencia de ganar y que se va renovando con la llegada de futbolistas jóvenes que tienen que adaptarse y conocer lo que significa defender este escudo. "Nacho es el que tiene que dar la cara y tener siempre la posición adecuada. ¿Presión? Parto de la base de que para ser jugador del Real Madrid hace falta tener carisma. El vestuario del Real Madrid es una reunión de liderazgos. Hay gente con carácter. Que un jugador del Real Madrid llegue a la capitanía significa que tiene personalidad, experiencia y criterio a la hora de decidir. Nacho tiene todo esto", comenta Sanchís.

La figura de Nacho tiene especial relevancia como primer capitán, por su jerarquía, pero también por demostrar su madridismo y quedarse para pelear, de nuevo, como un debutante que tiene que ganarse los minutos. Así lo ve Sanchís: "Es el jugador que quiere todo entrenador. Su calidad está al nivel de un titular, lo que pasa es que el Real Madrid es un equipo muy complicado. Vienen fichajes, se renueva, se mira hacia fuera y a no ser que haya una eclosión como la de Raúl y Casillas, a los de la casa les cuesta más. Mira a Guti, era un jugadorazo. El Real Madrid es mucha exigencia, pero Nacho tiene las condiciones para ser titular. Sus números engañan. No empieza en el once y acaba siempre las temporadas entre los mejores jugadores. Además, es el hilo conductor de lo que significa el madridismo. Si has estado de niño en el club, la visión que tienes de todo es más rica en matices".

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La conclusión es que estamos ante otro futbolista del Real Madrid que merece un trato especial. Esta es la opinión de Manolo Sanchís, que hizo toda su carrera de blanco y cree que Nacho puede ir por el mismo camino: "Es una decisión que tienen que tomar dos partes. Cuando uno llega a este momento en el que se encuentra Nacho, la consideración del club tiene que ser convenida con el jugador. Es un derecho que se adquiere porque la carrera es especial y el club la tiene que valorar un poco más". La carrera de Nacho en el primer equipo va por 319 partidos oficiales y 23 títulos, lo que le convierte en el tercer futbolista de la historia del club con mejor palmarés junto con Paco Gento y Luka Modric. Por delante están Marcelo y Benzema con 25 títulos.