Joao Félix reta al Atleti con arrogancia: las razones para pedir su fichaje por el Barcelona

Joao Félix se destapa como un provocador con unas declaraciones que incendian al Atleti. Este chico no tiene cabeza, está muy mal asesorado y, lo peor, se cree que tiene la sartén por el mango para chantajear al club rojiblanco. No se ha podido salir con la suya de cargarse al Cholo Simeone y su siguiente estrategia es mostrar una actitud desafiante en los primeros días de la pretemporada. Después de no demostrar nada en la cesión al Chelsea, debería haber regresado con más humildad y compromiso. En lugar de colaborar con Miguel Ángel Gil Marín, su principal valedor en el club, para encontrar una salida que beneficie a todas las partes, lo que hace es echar más gasolina al fuego.

El portugués, en su desesperación, hace unas fuertes declaraciones al periodista Fabrizio Romano en las que pretende poner contra la espada y la pared al Atleti. Dice que su sueño de niño es jugar en el Barcelona, que es su primera opción y que le encantaría vestir la camiseta azulgrana. Joao se cree que está en condiciones de elegir. Lo grave es que no respeta al club que pagó por él más de 127 millones de euros, convirtiéndole en el fichaje más caro de la historia del Atleti, y armándose de paciencia cuando el chico, con sus malos modales, altera la paz social.

Joao ha sido capaz de afear a Simeone sus cambios tirando el peto en el Metropolitano y en los entrenamientos, criticando el estilo de juego del Cholo cuando ya estaba en Londres, poniendo caritas de indignación por no jugar más y discutiendo con Andrea Berta, el director deportivo, en Los Ángeles de San Rafael para que la prensa diera fe que él no quiere trabajar con el entrenador argentino. Se cree mejor que el Cholo, intocable y ahora se muestra arrogante con la cúpula del club.

No tiene ofertas

No quería empezar la pretemporada con el Atleti ni tampoco quiere viajar a la gira asiática que empieza el equipo el próximo lunes. Ha decidido forzar su salida, abrirse la puerta y ha elegido el comodín del Barcelona porque sabe de primera mano que es del gusto de Laporta. Su representante, Jorge Mendes, le dice que en el Barça encajaría mejor que en el Atleti, que con Xavi disfrutaría más que con Simeone, que el estilo de juego es fundamental para explotar su talento. Y lo que se le ocurre al luso es ofrecerse públicamente al Barcelona. Como si fuera una operación sencilla en lo económico y deportivo.

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El Barcelona tiene serios problemas para inscribir a los fichajes, debería hacer un importante traspaso para ajustar la masa salarial y Ansu Fati deja claro que no se va a ir. Joao no tiene hueco, a día de hoy, en el Barça. Pero si hace estas declaraciones es por algo. No se tira a una piscina sin agua. Desde el Barça le han dado esperanzas o él se ha creído que es posible la operación. Puede que se haya precipitado, que no sepa medir los tiempos. La única realidad es que está desesperado y que tiene mucha rabia acumulada dentro por comprobar que Simeone tiene el poder, que le han quitado el dorsal 7 para dárselo a Griezmann. Tiene celos y no llegan ofertas de equipos punteros que juegan la Champions.

En el Atleti califican sus declaraciones como una falta de respeto y poco profesionales. Joao quiere ir por su cuenta, reta al club y decide que es él quien tiene el derecho de poner las condiciones para su salida. Busca que se la faciliten. No es muy inteligente porque si le quedaba algo de conexión con los aficionados, lo que ha conseguido es destruirla. Joao ya es visto como un chaval caprichoso, egoísta y un mal compañero que no merece seguir en el Atleti.

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Para salir hay dos opciones. La primera es muy complicada porque el Atlético de Madrid prioriza un traspaso, con una cifra que no baje de los 100 millones de euros para recuperar parte de los 127 invertidos. La segunda es una cesión, en una operación en la que habría que abonar 25 millones de euros, la cantidad que corresponde a un año del gasto de la amortización y el sueldo. La opción de compra habría que negociarla. El Barcelona tiene que hacer muchos números y plantear una buena estrategia si quiere que se cumpla el sueño de Joao Félix.