El tapón que ahoga al Barça: los futbolistas se niegan a salir, y Laporta se mete en un lío

El Barça necesita vender jugadores y usted solo escucha posibles fichajes. El club azulgrana ha sellado la incorporación del capitán del campeón de Europa, Ilkay Gündogan, y de Iñigo Martínez, central del Athletic Club. Ambos han llegado libres y se desconoce si han recibido prima de fichaje. Eso sí, no han podido ser inscritos todavía. Incluso la directiva del FC Barcelona, encabezada por Joan Laporta, escenificó que el aterrizaje de Leo Messi era posible... pese a no deslizarle ninguna oferta formal al astro argentino. Otros nombres que sonaron con fuerza en las últimas semanas fueron los del timón del Bayern de Múnich, Joshua Kimmich, y el motor de la Real Sociedad, Martín Zubimendi, tras la salida de Sergio Busquets. Sin embargo, la realidad económica del club es un mazazo para sus quiméricas aspiraciones, de ahí que Oriol Romeu, Brozovic y Parejo estén sobre la mesa.

"Volvemos a estar como el verano pasado", explican fuentes conocedoras de las finanzas culés. La tesorería azulgrana no ha conseguido reducir el agujero operativo de 200 millones de euros entre ingresos y gastos ordinarios que merma la ya de por sí tocada economía del Barça. No es una situación nueva, todo lo contrario. Es algo que el club sabe desde el verano pasado, incluso antes de activar las trilladas palancas que en este mercado no le servirán para maquillar el límite salarial como en el anterior tras el cambio en las normas de LaLiga. De hecho, el plan de viabilidad iba enfocado a volver a la situación prepalancas, según informan desde la patronal.

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Albert Ortega. Barcelona

La desorbitada masa salarial lastima al Barça, como en junio de 2022. Fue entonces cuando el vicepresidente económico, Eduard Romeu, afirmó lo siguiente en RAC1: "Ahora mismo doblamos la masa salarial del Bayern de Múnich porque tenemos 560 millones de euros destinados a la partida de salarios. Nos gustaría estar en la línea del Real Madrid, que son 400 millones". Un año después, y a pesar de las salidas de Gerard Piqué, Sergio Busquets y Jordi Alba, Romeu explicó en un encuentro con periodistas que la voluntad está en no superar los 528 millones de euros de masa salarial tras los 648,8 millones de euros de límite salarial que obtuvo el club el pasado febrero.

Los futbolistas se niegan a salir

Ahora la única solución pasa por aumentar ingresos, vender futbolistas para lograr plusvalías y recortar salarios. El tijeretazo se está dando en las diferentes secciones y hasta en Barça TV (un gasto calculado en 12 millones de euros), que se fundirá a negro a finales de este mes, pero no en el fútbol. El Barça ha vuelto a firmar contratos crecientes como el de Robert Lewandowski, tan criticados durante la época de Josep María Bartomeu. Además, la junta directiva ha tenido que avalar 6 millones de euros frente a la competición por incumplir sus compromisos en materia de reducción del gasto deportivo, en especial de las secciones.

Según expuso el propio Eduard Romeu en un reciente encuentro con periodistas recogido por 2Playbook, hay hasta 51 millones de euros de potencial ahorro con cinco futbolistas a los que se está buscando salida. Se trata de Clement Lenglet, Sergiño Dest, Samuel Umtiti, Álex Collado y Gustavo Maia, cuyos salarios se liberarían en caso de ser vendidos y, por lo tanto, solamente quedaría contabilizar la amortización pendiente en los casos que corresponda. El club sigue excedido y necesita vender/aligerar masa salarial para poder inscribir a nuevos jugadores, por eso ha pedido a Abde, en Osasuna la pasada temporada, que no juegue con las inferiores de Marruecos. Es uno de los futbolistas con mejor cartel y que el club estaría dispuesto a vender.

El problema es que el Barça, que se ha acostumbrado a presionar futbolistas para que salgan del club como Frenkie de Jong (temporada pasada) o esta (Ansu Fati o Raphinha), no encuentra la manera de imprimir velocidad a la operación salida. El club, vía Jorge Mendes, pretendía poder lograr una gran venta con Ansu Fati, pero el delantero está decidido a triunfar en el Barça y su familia no se quiere mover. Al ser canterano, la plusvalía hubiese sido extraordinaria. Sucede lo mismo con Ferran Torres, Raphinha o Eric García. Solo Franck Kessié, que posó con la camiseta del Bayern de Múnich el otro día, y Lenglet están abiertos a salir.