El volantazo de Laporta con Qatar: de vender la camiseta del Barça "por lentejas" a abrazar jeques

Laporta está de viaje en Qatar abrazando hombres con túnica junto a Xavi Puig, otro miembro de la junta directiva. El presidente azulgrana, que lleva meses mascullando nuevos patrocinios para tratar de incrementar los ingresos del club y, por tanto, oxigenar el fair play financiero, se encuentra de gira por el país que acogió el pasado Mundial. No es el único viaje realizado en las últimas semanas para tratar de cerrar acuerdos lejos de Europa. Laporta también estuvo en Arabia Saudí. Son sus nuevos compañeros de viaje. Allí trata de persuadir jeques, alaba a países que no respetan los derechos humanos y se presta para blanquear su imagen con el nombre del Barça como estandarte.

En un vídeo que grabó el presentador de televisión y escritor qatarí, Khalid Jassem, Laporta explica en inglés que "es mi primera vez en Qatar, estoy entusiasmado de estar aquí con mi amigo Abdullah Al-Attiyah, que me ofrece su amistad, estoy visitando la ciudad con él, hemos paseado por el centro comercial, que es como un palacio y aprecio mucho su amistad". Al-Attiyah es el presidente del Consejo de Administración de Baladi Holding y Baladi Express, una empresa de comercio electrónico qatarí. Además, Ronaldinho, cuyo hijo juega en el juvenil del Barça, es su embajador desde diciembre de 2022. Sus dirigentes ya estuvieron en el palco del Camp Nou ante la Real Sociedad.

Al-Attiyah no ha sido la única persona con poder, conexiones y dinero con la que Laporta se ha encontrado en Qatar. El presidente azulgrana ha estado reunido con miembros de La Casa Real de Qatar. "Es top-secret, estamos construyendo nuestras relaciones", dice Laporta cuando le preguntan qué hace allí. Las conversaciones se dan en un momento donde la monstruosa deuda del Barça roza los 4.000 millones de euros, la sombra del modelo de propiedad (SAD) acecha al club, la dirección deportiva está atada de pies y manos al no tener espacio en el límite salarial y Qatar estudia otros mercados (como el Manchester United y la Premier League) y se distancia del PSG.

En ese papel de trilero que protagoniza Laporta para tratar de equilibrar las necesidades económicas del Barça y mantener el compromiso con los principios éticos y democráticos, el presidente azulgrana sale mal parado por la hemeroteca. El promotor del acuerdo con UNICEF criticó duramente el acuerdo con Qatar Foundation en 2014: "Dejamos el mejor Barça de su historia por ser el más catalanista, el más universal a su vez, el más solidario, aunque esto quizá ya va hacia otro lado. Yo soy de UNICEF en este sentido. En cuanto a imagen, tenía un mensaje, una causa. Ahora han vendido la camiseta del Barça por un plato de lentejas" manifestaba al respecto.

"Los bandos están definidos. Bartomeu, Rosell, Qatar y sus decisiones nos han impedido inscribir jugadores. Los socios deben escoger entre los procesados por corrupción, los de Qatar y las mentiras o UNICEF y los que estamos limpios", afirmó con contundencia Laporta un año más tarde, cuando se presentó a las elecciones de 2015, que no pudo ganar. El mismo presidente azulgrana se negaría a viajar a Qatar para negociar el fichaje de Xavi Hernández como técnico azulgrana cuando llegó al cargo.

El cambio de rumbo... y la pérdida de valors

A finales de 2021, la junta directiva de Joan Laporta decidió reformar el artículo 4 en la Asamblea de Socios Compromisarios para incluir "la protección y promoción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos". Por ese motivo, el club "luchará por la erradicación de todas las actitudes machistas, homófobas y racistas en el ámbito social y del deporte en sus actuaciones, tanto de carácter público como privado y velará por la igualdad de derechos y la dignidad de todas las personas".

La propuesta fue defendida con vehemencia durante la Asamblea por parte de la vicepresidenta del Área Institucional azulgrana, Elena Fort. Una de las figuras más críticas de la actual directiva con el acuerdo de Qatar con el Barça en el pasado. Poco después, el Barça jugaría un partido homenaje a Diego Armando Maradona en Arabia Saudí por el que cobró unos dos millones de euros, según público Mundo Deportivo. Cabe recordar que la agencia de seguridad del régimen cataloga el feminismo, el ateísmo y la homosexualidad de "ideas extremistas" y cuyo castigo es la prisión y la flagelación.

La misma Elena Fort afirmaría en una entrevista concedida a 'Què t'hi Jugues' que "el partido me genera una contradicción personal muy importante" y no viajará a Arabia Saudí. "Es una realidad que en estos momentos hemos de salvar al Barça, respirar y hacer cosas que no nos parecen bien. Cuando me enteré de que se iba a celebrar, envíe un WhatsApp quejándome, pero me dijeron que, desgraciadamente, se tenía que jugar", aclaró la integrante de la directiva azulgrana. El tiempo y las necesidades económicas apremian al Barça.