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La viabilidad del Barça está en juego y la única solución a corto plazo es la venta de jugadores
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Un déficit que hipoteca su mercado

La viabilidad del Barça está en juego y la única solución a corto plazo es la venta de jugadores

El club catalán sigue presentando un agujero operativo de 200 millones de euros que preocupa a la patronal. La masa salarial ha aumentado en lugar de reducirse y está disparada

Foto: Joan Laporta, en la renovación de Gavi. (Reuters/Albert Gea)
Joan Laporta, en la renovación de Gavi. (Reuters/Albert Gea)

El Barça ha ganado una batalla en los juzgados para poder inscribir a Gavi como futbolista del primer equipo esta temporada gracias a la medida cautelar del juzgado número 12 de lo mercantil de Barcelona. Eso significa que ya no será libre de negociar con cualquier otro club estos próximos seis meses... aunque la decisión no es firme y LaLiga recurrirá. En tal caso, si un juez da la razón a la patronal, Gavi sería desinscrito como jugador de la primera plantilla y pasaría al estatus que tenía hasta el día de ayer como futbolista con ficha del filial, según ha podido saber El Confidencial. El Barça debería encontrar el encaje para inscribirlo en la temporada 2023-24. Independientemente de cómo acabe el culebrón, las previsiones muestran que el déficit de 200 millones de euros que tiene el club azulgrana para la siguiente temporada no ha cambiado y los problemas económicos del club volverán a cobrar importancia en el siguiente mercado. El ingreso extraordinario deberá venir de las plusvalías por la venta de jugadores.

La masa salarial está disparada y ha aumentado en lugar de disminuir, sigue habiendo contratos fuera de mercado (Jordi Alba o Frenkie de Jong, por citar algunos ejemplos) y se agotan las opciones para generar ingresos extraordinarios como las palancas del pasado verano. La directiva de Joan Laporta tiene un agujero operativo de 200 millones de euros. Por más que se hayan filtrado nombres sin parar en el pasado mes de enero (Guedes, Parejo, Carrasco, Pavard, Amrabat y un largo etcétera), las operaciones del Barça no dejan espacio para la duda. Y es que, a pesar de que Xavi Hernández pidió refuerzos de manera pública y privada a la dirección deportiva culé, la directiva azulgrana ha cerrado el mercado de invierno con tres salidas: Memphis Depay, Héctor Bellerín y la retirada oficial de Gerard Piqué. Es un golpe de realidad.

Foto: Josep Maria Bartomeu y Andrea Agnelli, en el palco del Camp Nou. (EFE/Quique García)

"La afición todavía no es consciente del grave estado económico en que se encuentra el club y la viabilidad está en juego", comentan fuentes cercanas a las operaciones azulgranas. El mercado de invierno, después de volver a caer en fase de grupos de la Champions League por segunda temporada consecutiva, sirve para frenar la ilusión que se había despertado en el Camp Nou con el triunfo en la Supercopa de España. La economía así lo marca en el corto-medio plazo, aunque en lo deportivo el equipo ha despegado. Esta preocupación la comparte el máximo responsable de las finanzas del FC Barcelona, Eduard Romeu. "Si no hacemos cosas, tal y como tenemos la estructura, perdemos 200 millones al año", llegó a afirmar contundentemente el directivo culé en la pasada Asamblea General de Socios y Socias Compromisarios de octubre.

La masa salarial sigue siendo el mayor problema

Una posición que también había mantenido en junio de 2022 en RAC1. Por entonces, el objetivo inicial era recortar unos 160 millones de euros de masa salarial. "Ahora mismo doblamos la masa salarial del Bayern de Múnich porque tenemos 560 millones de euros destinados a la partida de salarios. Nos gustaría estar en la línea del Real Madrid, que son 400 millones". En verano, en lugar de tratar de rebajar la masa salarial, la directiva del Barça decidió vender activos del club por un valor de 867,5 millones de euros y llevar a cabo una apuesta arriesgada al invertir 153 millones de euros en hasta ocho nuevos futbolistas: Raphinha, Lewandowski, Marcos Alonso, Héctor Bellerín, Jules Koundé, Andreas Christensen, Ousmane Dembélé y Franck Kessié. Ahora la masa salarial está en 656 millones de euros. No es sostenible.

El presidente de la comisión económica estatuaria del FC Barcelona, que abandonó su puesto a finales de 2022, Jaume Guardiola, ya dejó entrever en la Asamblea de Socios Compromisarios sus dudas sobre el rumbo económico del Barça: "El equilibrio es complejo. Nos preocupa el incremento de la masa salarial y que haya una mayor presión para invertir en jugadores si no llegan los éxitos. Hay que acelerar salidas o eliminar contratos que mantienen cifras fuera del mercado". Nada ha cambiado desde entonces y la prioridad del club debería ser esa. Hay contratos ascendentes derivados del periodo de Josep Maria Bartomeu que lastran la tesorería del club, pero no se va a poder seguir achacando la culpa a decisiones pasadas en un futuro muy próximo.

placeholder El vicepresidente económico del Barça, Eduard Romeu. (Reuters/Albert Gea)
El vicepresidente económico del Barça, Eduard Romeu. (Reuters/Albert Gea)

Además, hay que recordar que el quedar fuera de la Champions ya agujereó los presupuestos porque la directiva había previsto llegar a cuartos de final. Muy optimistas. Las dificultades para los azulgranas continúan con el cambio en las nuevas normas de control económico de LaLiga, las cuales no permitirán la activación de otra nueva palanca y cada vez es más difícil encontrar vacíos legales que ayuden al Barça a acometer nuevos fichajes porque las normas van ajustándose. Es decir, la venta de activos que generen ingresos recurrentes no darán más límite salarial a los equipos siempre y cuando el importe de esos ingresos supere el 5% de la cifra de negocios del club (facturación). Este límite se mira de forma acumulada a lo largo de los años. Dado que el Barça ya ha activado palancas de este tipo, la venta de BLM por la que optaba el club el pasado octubre, ya no le daría espacio salarial adicional. Tendrá que buscarlo aumentando ingresos o disminuyendo gastos.

A la deuda de más de 1.000 millones de euros habrá que sumar el nuevo crédito que está pendiente de aprobar Goldman Sachs (unos 1.500 millones de euros más intereses). También el traslado a Montjuic en agosto de 2023, cuyo impacto en las cuentas será de unos 100 millones de euros entre las obras para acomodar el estadio que acogerá al Barça y las pérdidas. La entidad deberá vender futbolistas y no derrochar más dinero porque la sombra de convertirse en Sociedad Anónima Deportiva está ahí.

El Barça ha ganado una batalla en los juzgados para poder inscribir a Gavi como futbolista del primer equipo esta temporada gracias a la medida cautelar del juzgado número 12 de lo mercantil de Barcelona. Eso significa que ya no será libre de negociar con cualquier otro club estos próximos seis meses... aunque la decisión no es firme y LaLiga recurrirá. En tal caso, si un juez da la razón a la patronal, Gavi sería desinscrito como jugador de la primera plantilla y pasaría al estatus que tenía hasta el día de ayer como futbolista con ficha del filial, según ha podido saber El Confidencial. El Barça debería encontrar el encaje para inscribirlo en la temporada 2023-24. Independientemente de cómo acabe el culebrón, las previsiones muestran que el déficit de 200 millones de euros que tiene el club azulgrana para la siguiente temporada no ha cambiado y los problemas económicos del club volverán a cobrar importancia en el siguiente mercado. El ingreso extraordinario deberá venir de las plusvalías por la venta de jugadores.

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