El salto al vacío sin red del Barcelona en la Champions agujerea el presupuesto de Laporta

"Lo que ha hecho la junta directiva del Barça es una patada hacia adelante esperando que la flauta deportiva suene y olvidar las penurias económicas que tienen. Han gastado una gran cantidad de dinero en incorporaciones de jugadores a cambio de hipotecar ingresos futuros para recuperar su imagen en la élite". Así definía el economista experto en deporte de la Universidad de Oviedo, Plácido Rodríguez, la arriesgada apuesta del Barça esta temporada. Esa patada le acaba de dar en la cara.

La historia es de sobra conocida, la junta de Laporta optó por la venta de activos del club por un valor de 867,5 millones para salvar las cuentas y amortiguar el déficit operativo de 200 millones de euros con el que pretende operar hasta 2023-2024. Sería en la 2024-25 cuando se lograría una situación de "normalidad", según el presupuesto aprobado por los Socios Compromisarios en la Asamblea de la semana pasada. Ahora la entidad, sin el retorno deportivo esperado, suma otro golpe directo a la línea de flotación económica del club con la prácticamente segura eliminación de la Champions.

TE PUEDE INTERESAR

Xavi Hernández fracasa como técnico del Barça y queda señalado por las vacas sagradas

Albert Ortega. Barcelona

Como ya sucediese la temporada pasada, el Barça calculó llegar, como mínimo, a los cuartos de final de la Champions League. Xavi Hernández soñaba con "ganar la competición, aunque el objetivo principal es pasar la fase de grupos" y la junta tuvo que avalar personalmente para inscribir a todos los fichajes tras pagar 153 millones de euros en verano por Raphinha, Lewandowski, Marcos Alonso, Héctor Bellerín, Jules Koundé, Andreas Christensen, Ousmane Dembélé y Franck Kessié. Pero el Barça está a un centímetro de caer a las primeras de cambio en la competición que debe reportarle los mayores ingresos a su destartalada tesorería, y tan lejos como de una carambola rocambolesca, de no hacerlo. Estrellarse en la fase de grupos supondría unas pérdidas de unos 25 millones de euros aproximadamente. Un dinero con el que el Barça contaba.

La suma del desastre deportivo... y económico

El vicepresidente económico del Barcelona, Eduard Romeu, dio a conocer el dato del golpe deportivo, institucional y económico que representó ser eliminado en la fase de grupos del año pasado hace una semana: "El impacto económico de la Champions y no pasar de cuartos de final en la Europa League provocó una pérdida neta de ingresos de 12 millones". Eso sin contar el 'ticketing' o la explotación del estado (museo del Barça, venta de 'merchandising' los días de partido de Champions, experiencias VIP, etc). Como esta vez.

La junta directiva ha construido un equipo a imagen y semejanza de Xavi y se esforzaron en traerle todos los refuerzos que pidió. Para ello, vendieron una pata de su negocio más importante, el 25% de los derechos televisivos a Sixth Street, una de sus famosas 'palancas', junto a los 200 millones de euros de Socios.com y Jaume Roures por el desarrollo de los nuevos negocios digitales. Eso provocó que el Barça salvase el presupuesto de la temporada pasada con un beneficio de 96,7 millones de euros y el de este: un presupuesto récord de 1.255 millones de euros para 2022-2023, del que prácticamente la mitad, casi 600 millones, deberán provenir de ingresos extraordinarios. El próximo curso deberá volver a tomar decisiones clave.

En una temporada donde la afición del Barça se había vuelto a ilusionar con el equipo tras convertirse en el sexto club del mercado que más dinero había desembolsado (el Camp Nou recibió una media de 81.890 asistentes, un 19% más respecto al curso 2018-2019 e incrementó un 18% los ingresos según datos del club), el batacazo de la Champions frenará la recuperación del club. No solo por las pérdidas derivadas de no alcanzar las siguientes rondas o el 'market pool', salvado por un presupuesto plagado de "palancas". Más bien por el efecto que puede tener a la hora de ahuyentar patrocinadores y de que la ilusión inicial del aficionado azulgrana que comportaba un aumento de la facturación... se desinfle.

La masa salarial sigue siendo insostenible

En la próxima campaña, la 2023-24, el Barça se marchará a Montjuic y tal decisión para la reforma del Camp Nou tendrá un impacto importante. "Si no hacemos cosas, tal y como tenemos la estructura, perdemos 200 millones al año", remarcó Eduard Romeu, vicepresidente económico del FC Barcelona, a la hora de referirse sobre la situación del club. La masa salarial del Barça está disparada cuando era el principal objetivo a perseguir. En palabras de su vicepresidente económico en RAC1 en junio, el Barça debía sellar una rebaja salarial de unos 160 millones de euros de los 560 millones que tenía a principios de este verano. Sin embargo, la masa salarial actual alcanza los 656 millones de euros en estos momentos.

Es un intento que no ha dado sus frutos, como el propio Laporta reconoció ante los socios compromisarios. "Hemos hablado con algunos jugadores para negociar una rebaja y no se ha dado", ha admitido en una de sus intervenciones. Los miembros de la junta directiva y el director de fútbol, Mateu Alemany, avalaron ante LaLiga para poder inscribir a todos los jugadores. Para 2023-2024 ya se contempla la venta definitiva del 49% de BLM, el brazo de 'retail'. Otra palanca para salvar la diferencia entre gastos e ingresos.

El presidente de la comisión económica estatuaria del FC Barcelona, que dejó su puesto hace una semana, Jaume Guardiola, ya dejó entrever en la Asamblea de Socios Compromisarios sus dudas sobre el rumbo económico del Barça: "El equilibrio es complejo. Nos preocupa el incremento de la masa salarial y que haya una mayor presión para invertir en jugadores si no llegan los éxitos. Hay que acelerar salidas o eliminar contratos que mantienen cifras fuera del mercado". Esos contratos incluyen los de Sergio Busquets (que acaba contrato esta temporada y al que la junta le ha ofrecido la renovación), Gerard Piqué y Jordi Alba (acaban contrato en 2024) y Frenkie de Jong y Ter Stegen. Las negociaciones no avanzan.