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El Barça se agarra a las palancas para superar su 'síndrome de Vietnam' en la Champions
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Debut en que solo vale ganar

El Barça se agarra a las palancas para superar su 'síndrome de Vietnam' en la Champions

El equipo azulgrana ha salido vapuleado en el último lustro y la temporada pasada fracasó estrepitosamente. Este año, Laporta ha diseñado un equipo para ganar la competición

Foto: El Barça se volverá a enfrentar a su bestia negra. (EFE/Philipp Guelland)
El Barça se volverá a enfrentar a su bestia negra. (EFE/Philipp Guelland)

El Barça vuelve a la Champions League reforzado por la goleada vivida en Sevilla y con la autoestima por las nubes. Una competición que la temporada pasada inició con Ronald Koeman y acabó con Xavi Hernández y... de la que salió escaldado con aquella pronta eliminación en la fase de grupos, donde encajó tres palizas (3-0 vs. Benfica, 0-3 vs. Bayern de Múnich y otro 3-0 contra los alemanes). Más tarde, el Eintracht de Fráncfort expulsaría al Barça en los cuartos de final de la Europa League. El fracaso en la máxima competición europea hizo un roto considerable en los presupuestos, puesto que el club había calculado llegar, como mínimo, a los cuartos de final y el caer en fase de grupos supuso unas pérdidas de unos 20 millones de euros. Sin embargo, esta temporada todo debería ser diferente en el seno de un equipo diseñado para ganar la Champions League.

El club azulgrana ha sido el único del fútbol español capaz de colarse entre los 10 que más dinero han gastado este mercado. Con 153 millones de euros desembolsados en fichajes, el Barça ha incorporado hasta ocho fichajes (Raphinha, Robert Lewandowski, Jules Koundé, Ousmane Dembélé, Franck Kessié, Andreas Christensen, Héctor Bellerín y Marcos Alonso) nuevos. Prácticamente, todo un conjunto titular que aumenta el nivel general de la plantilla, refuerza las zonas más débiles de un equipo al que la temporada pasada le faltó contundencia en las dos áreas y añade una estrella como el ariete polaco. Casualidades del destino, el principal rival a batir dentro de su grupo es su gran bestia negra en los últimos años: el Bayern de Múnich.

placeholder Thomas Müller celebra uno de los goles anotados contra el Barça. (Reuters/Andreas Gebert)
Thomas Müller celebra uno de los goles anotados contra el Barça. (Reuters/Andreas Gebert)

El desembolso económico, propulsado por las famosas 'palancas', ha sido una apuesta muy arriesgada de Joan Laporta, que basa toda su efectividad en generar "un círculo virtuoso". Al tener mejores jugadores, el Barça debería obtener mejores resultados deportivos y lograr el mayor número posible de títulos, entre ellos, la Champions. Tal situación deportiva aumentaría los ingresos por patrocinios y la inversión del aficionado en el club. Ahora llega la hora de la verdad y para los hombres de Xavi Hernández es vital empezar bien una competición sin apenas margen de error. El primer reto lo supone el Viktoria Plzeň en el Camp Nou. En teoría, el rival más asequible del grupo antes de jugarse el pase contra el Inter de Milán y el temible Bayern de Múnich.

La generación dorada, vapuleada y señalada

Decía Xavi Hernández en la previa del encuentro contra el equipo checo que "cada partido es un mundo, no es lo mismo la derrota del Liverpool que la de Múnich. Intentaremos que no se repita y competir. La competición es de máxima exigencia. Intentaremos que no vuelva a pasar. Queremos competir hasta el final para ganarla". El técnico, que reconoció que sueña con "ganarla", sabe que el Barça ha demostrado un bloqueo competitivo en Europa insólito entre la élite del fútbol europeo. Por enumerar, el Barça perdió 4-0 contra la Juventus (2017), 3-0 en Roma (2018), 4-0 en Liverpool (2019), 3-0 contra la Juventus (2020), 2-8 contra el Bayern (2020), 1-4 contra el PSG (2021), 0-3 contra el Bayern (0-3), 3-0 contra el Benfica (2021), otro 3-0 contra el Bayern (2021) y, por último, el 2-3 contra el Eintracht de Fráncfort (2022). Demasiados tropiezos dolorosos.

placeholder La invasión alemana en el Camp Nou. (Reuters/Albert Gea)
La invasión alemana en el Camp Nou. (Reuters/Albert Gea)

En los últimos tiempos, la generación dorada del Barça ha sido vapuleada en la Champions League ante rivales de mayor y de menor envergadura. No importaron apenas la estructura táctica, el dibujo, los entrenadores o la ronda afrontada. En las últimas eliminaciones europeas, el Barça se ha visto superado emocionalmente y los partidos le han pasado por encima. Las circunstancias adversas, multiplicadas por una gestión autodestructiva, han enviado al pozo al Barça en multitud de ocasiones. La sensación de impotencia hizo ver al club catalán como un equipo muy pequeño en Europa. En todas estas derrotas estuvieron presentes las vacas sagradas del Barça, caídas en desgracia esta temporada.

Solo Marc-André ter Stegen, a un nivel muy alto, y Sergio Busquets se mantienen como piezas importantes en los esquemas de Xavi Hernández, mientras Jordi Alba ha sido suplente frente al canterano Alejandro Baldé y Gerard Piqué no ha jugado todavía ni un solo minuto. Sergi Roberto también parte con la etiqueta de suplente en el nuevo Barça, aunque hoy se esperan rotaciones. La plantilla, previamente cargada de traumas europeos, destartalada, en pleno declive físico y desprendiendo un aroma de agotamiento, ha cambiado la mayoría de sus caras. El paso adelante de los jóvenes (Araújo, Pedri, Gavi), junto a la llegada de los nuevos fichajes, dibuja un Barça radicalmente distinto al del curso anterior con una plantilla compensada y muy completa.

placeholder El defensa del FC Barcelona, Eric García, celebra su gol durante el partido contra el Sevilla. (EFE/Julio Muñoz)
El defensa del FC Barcelona, Eric García, celebra su gol durante el partido contra el Sevilla. (EFE/Julio Muñoz)

La Champions League también perfilará el futuro económico de un equipo que no ha resuelto su principal problema (una masa salarial desorbitada), La entidad azulgrana destinará alrededor de 620 millones de euros al pago de nóminas del primer equipo y amortizaciones de jugadores, según anunció la Cadena SER, por lo que es muy importante alcanzar rondas avanzadas en la Champions para dar oxígeno a la tesorería. En esta fase de grupos, cada equipo cobrará 2,8 millones por cada triunfo, 930.000 euros por empate y nada por perder. Después, en las rondas eliminatorias, el desglose será el siguiente: clasificación para los octavos, 9,6 millones; para cuartos, 10,6; para semifinales, 12,5, para la final, 15,5, y en caso de ser campeón, 4,5. A ello habría que sumar los premios por coeficiente ('market pool'). Para hacernos una idea, el Real Madrid se asomó hasta los 120 millones de euros la pasada campaña. El Barça se juega mucho en esta Champions.

El Barça vuelve a la Champions League reforzado por la goleada vivida en Sevilla y con la autoestima por las nubes. Una competición que la temporada pasada inició con Ronald Koeman y acabó con Xavi Hernández y... de la que salió escaldado con aquella pronta eliminación en la fase de grupos, donde encajó tres palizas (3-0 vs. Benfica, 0-3 vs. Bayern de Múnich y otro 3-0 contra los alemanes). Más tarde, el Eintracht de Fráncfort expulsaría al Barça en los cuartos de final de la Europa League. El fracaso en la máxima competición europea hizo un roto considerable en los presupuestos, puesto que el club había calculado llegar, como mínimo, a los cuartos de final y el caer en fase de grupos supuso unas pérdidas de unos 20 millones de euros. Sin embargo, esta temporada todo debería ser diferente en el seno de un equipo diseñado para ganar la Champions League.

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