El salto al vacío del Barça: "Es una patada hacia adelante para ver si suena la flauta"

Estos días se produce una imagen curiosa. Tras meses de machacar y mentalizar al aficionado con mensajes que contienen las palabras 'arruinados' y 'quiebra', el FC Barcelona es el club español más activo en el mercado. El equipo que más juego está dando y, por supuesto, el que parece estar más implicado en diversas operaciones simultáneamente es el que viste de azulgrana. Influye que la directiva lo filtre todo y radiografíe las operaciones, pero también que la apuesta del presidente azulgrana, Joan Laporta, haya salido adelante con el respaldo de los socios. Lo que no se explica tan fácilmente es por qué lo está haciendo de este modo tan agresivo y más importante todavía, qué consecuencias podría tener fallar. ¿Qué ha llevado al Barça a fichar a lo grande y reforzar su equipo con nombres como Robert Lewandowski, Jules Koundé o Raphinha en lugar de apoyarse en la cantera y gastar lo mínimo posible?

Las palancas logradas significan dinero a corto plazo a cambio de sacrificar ingresos a medio y largo plazo. Joan Laporta y su junta directiva han priorizado no descapitalizarse deportivamente y ceder el 25% de sus derechos audiovisuales a la empresa Sixth Street a cambio de alrededor de 530 millones de euros, con una plusvalía total de 667,5 millones de euros (267 millones en la temporada 2021-2022 y 400 millones en la temporada 2022-2023). Ahora cabe ver si el control económico de LaLiga compra la teoría del Barça y también entiende que los ingresos que percibirá el fondo estarán limitados a medida que se vayan revalorizando los derechos televisivos hasta 2047 y esos incrementos los obtendrá el Barça o si el acuerdo del 10% debería estar permanecer a lo largo de todas las temporadas que dure la vinculación. Ese 10% total en los 25% superará en mucho los 500 millones de euros. De momento, ninguno de los cinco fichajes (Robert Lewandowski, Raphinha, Franck Kessié, Jules Koundé y Andreas Christensen) está inscrito.

Este verano, el Barça ha hecho un salto al vacío. Una jugada tan arriesgada en el terreno económico que, de no salir bien, podría reducir de nuevo al mínimo su margen de maniobra. El Palancas FC, como ya se bromea a la hora de referirse al FC Barcelona, vivirá este próximo año un 'caixa o faixa' de manual en el que los resultados deportivos evitarán o no que la gestión ordinaria del club cometa los mismos errores del pasado. El Confidencial habla con el economista experto en deporte de la Universidad de Oviedo, Plácido Rodríguez, sobre este juego de suma cero que protagoniza el Barça.

La patada azulgrana hacia adelante

"Lo que ha hecho el Barça ahora es gastar una gran cantidad de dinero en incorporaciones de jugadores e hipotecar ingresos futuros para recuperar su imagen en la élite. Lo que sucede es que los jugadores de los que te tienes que desprender para inscribir a los fichados están viendo lo que sucede y... si yo fuera su agente no perdonaba ni un duro porque te necesitan para que liberes tu ficha y poder incorporar a los nuevos". Es el caso de Frenkie de Jong o de Memphis Depay, cuyas salidas están enquistadas y el salario del primero en el próximo curso es prohibitivo para la escala salarial que pretende instaurar Laporta.

En este sentido, el economista desliza que "si la situación deportiva no sale como espera la directiva, indudablemente será muy difícil recuperarse económicamente. Lo que han hecho es una patada hacia adelante esperando que la flauta deportiva suene y olvidar las penurias económicas que tienen. El retorno económico de pelear por los títulos no va a ser tan grande como el que se pueda obtener por patrocinios como Spotify, por ejemplo".

Por su parte, el experto en banca privada, Héctor Mohedano, respalda la teoría de la estrategia "cortoplacista" de Laporta: "El Barça trata de competir en el corto plazo por títulos, pero también busca movilizar a la masa de aficionados azulgrana. El merchandaising, la asistencia al estadio... así también se explican los fichajes". El exDirector de Patrocinio del Sabadell, Manu Carrasco, añae que "Están intentando reflotar la marca Barça a base de traer jugadores de renombre y así en el futuro obtener más ingresos tanto corporativos como deportivos. Desde mi punto de vista es una apuesta muy arriesgada sobre todo contando que ahora viene el Espai Barça y solo de gastos financieros serán más de 70M de € al año".

La gran apuesta de la directiva

Mohedano remarca la apuesta del club: "Laporta viene de la política. No vas a decirle a la gente que la cosa va mal. La gente lo ve como un crack y yo todo lo contrario, solo hay que ver cómo se jugaron el patrimonio del Reus y cómo quebró. Siguen gastando porque juegan con la ilusión y quieren reactivar su masa de socios. Generar ingresos elevados y mejorar la relación de gastos. El Barça está mejor de lo que estaba y si no quebró entonces, no quebrará ahora. Si consiguen que no siga el desapego del aficionado, estos vuelven al estadio y además ganan algún título y llegan lejos en la Champions, será un éxito porque tendrá 60 millones de ingresos extra y la situación estará salvada. Es una apuesta arriesgada porque si te equivocas en el presente comprometes tu futuro".

Sin embargo, aumentar los ingresos a corto plazo será "muy difícil" en palabras de Carrasco. "Cerraron el acuerdo con Spotify por un importe no muy elevado vendiendo prácticamente todos los activos de marca (estadio, camiseta, camiseta de entreno, camiseta de fútbol femenino). El 'MatchDay' tampoco va a poder crecer mucho porque el Barça se irá a jugar a Montjuïc como mínimo una temporada y pasará de un aforo de 98.000 a 55.000. Después, además, tendrá el Camp Nou a medio gas diversas temporadas y costará mucho mantener los ingresos de hoy en día", cierra el experto en patrocinios.

Con la necesidad acuciante de rebajar más de 160 millones de masa salarial (su mayor problema) y una deuda de unos 1.300 millones de euros, el Barça todavía está contra las cuerdas y tiene mucho trabajo por delante este verano y en las próximas temporadas. "El problema está en que, a partir de esta temporada, se empiezan a aplicar un porcentaje de los gastos que no estaban computados respecto al límite salarial de los gastos del covid-19 y eso afectará en las inscripciones del Barça", afirma Mohedano. "El Barça tiene en Goldman Sachs a un prestamista que les mantiene a flote, pero deben optimizar su masa salarial porque tienen estructuras crecientes como Aubameyang o Frenkie de Jong. Reducir gastos es clave y si no... tendrían que vender jugadores como Pedri o Gavi que, al ser de cantera, les darían grandes plusvalías".

Sobre esta cuestión, la de hipotecar futuro para construir un equipo campeón que aumente la velocidad con la que gira la rueda económica azulgrana, Plácido Rodríguez cree que el Barça está "en una situación complicada, porque la directiva de Laporta tiene la esperanza de que salga bien, pero no la certeza. Ahora la afición azulgrana tiene ilusión, LaLiga estará agradecida porque no es lo mismo tener a un jugador del perfil de Lewandowski que no tenerlo... pero nadie garantiza nada en el fútbol".

Sin embargo, el economista cree que el futuro deportivo del Barça será más próspero que el de la pasada campaña. "Lo harán mejor, aunque nadie tiene esa certeza. Se ha creado un proyecto para codearse con los cinco-seis mejores equipos de Europa. ¿Qué pasaría si la cosa sale mal? Pues que harían nuevas palancas como la del 49% de BLM (LICENSING & MERCHANDISING). Convertirse en S.A.D. sería un palo grandísimo para la entidad y no creo que esa variable esté encima de la mesa. Eso sí, la oposición tiene la escopeta cargada y no va a permitir todo lo que se haga con la simple esperanza de que los resultados deportivos sean estupendos... en el momento en que las cosas vayan mal, empezarán a aparecer los cuchillos".

Carrasco, en cambio, valora la posibilidad real de que suceda a medio plazo. "Si no cambia la situación, el modelo de club variará y se tendrá que reconvertir en SAD. No veo al Barça reduciendo su masa salarial, vendiendo jugadores e intentando sacar plusvalías cada temporada pasa ir reduciendo deuda como el Sevilla, por ejemplo. Cuando un club pide dinero a un fondo de inversión como Goldman Sachs es porque no ha tenido otras opciones y, en un caso de reconversión, será quien tenga más papeletas para tomar el control del club".