El callejón sin salida del Barça de Laporta: "El club no tiene otra opción que vender su patrimonio"
La entidad azulgrana se juega su futuro en una asamblea donde someterá a votación la venta del 49% de su 'merchandising' y la cesión del 25% de sus derechos audiovisuales
El Barça se juega su futuro este jueves. No es una frase grandilocuente, sino una realidad que fustiga a la directiva encabezada por Joan Laporta. Las trilladas 'palancas económicas', repetidas como un mantra por el presidente y su comitiva, aparecen en el horizonte como un flotador salvavidas para tratar de taponar la hemorragia existente en las cuentas del club azulgrana. La quiebra del club está sobre la mesa y aunque el equipo ha logrado entrar en Champions League, la situación sigue siendo crítica.
Por eso la junta directiva ha convocado una asamblea extraordinaria de compromisarios (4.478 convocados) para aprobar la cesión de hasta el 25% de los derechos audiovisuales que recibe el Barça y la venta del 49% de su negocio de 'merchandising'. Entre ambas operaciones espera conseguir entre 700 y 800 millones de euros... si el socio, al que le falta conocer las condiciones económicas, los compañeros de viaje los términos temporales, da luz verde.
"Son soluciones que tenemos para reflotar la situación del club. Les pediremos que nos permitan activar una serie de mecanismos para enderezar la situación económica antes de lo previsto. Podremos hacer la inversiones necesarias en nuestros equipos para que sean más competitivos. Y si las aprueban, pasaremos de la UCI a planta se harán las siguientes curas y podremos salir del hospital", afirmaba Laporta hace apenas una semana. Rechazado el acuerdo con CVC para ceder un 10% de sus derechos televisivos durante los próximos 50 años a cambio de una inyección de 270 millones de euros, al Barça le urge encontrar soluciones que le reporten ingresos aunque eso signifique vender activos.
"Hay dos palancas que son prioritarias. Necesitamos dar beneficios después de tres años de pérdidas. Nos pondremos en manos de socios que nos ayudarán a crecer y siempre con vuelta atrás porque habrá opciones de recompra. Queremos sanear lo más rápidamente posible la situación del club sin poner el riesgo el futuro del Barcelona. No pondrán en peligro la cuenta de resultados de los próximos años", desveló el máximo mandatario. Con 450 millones de euros de agujero económico, la necesidad de rebajar 160 millones de masa salarial y una deuda de unos 1.300 millones de euros, el Barça está contra las cuerdas.
La masa salarial está por las nubes
El Confidencial habla con el experto en economía del deporte y socio director de Laudem Partners, Iván Cabeza, sobre ambas operaciones. "A corto plazo no hay otras opciones`que vender patrimonio. Las operaciones reflejan la realidad que es crítica. Todos sabemos el motivo por el cual el club llega a esta deuda desbocada, con una masa salarial muy por encima de lo recomendable, una plantilla devaluada y un descenso de ingresos de manera exponencial. Ahora no queda más remedio que generar ingresos extraordinarios y la única manera es cediendo y vendiendo activos y derechos. No hay otra opción", apunta el economista.
A menos de un dos semanas para cerrar el ejercicio y obtener el fair play financiero, el vicepresidente económico del club, Eduard Romeu, situó en 'RAC1' la masa salarial del FC Barcelona en 560 millones de euros: "nos gustaría estar en la línea del Real Madrid, que son 400 millones. Ahora doblamos la del Bayern de Múnich". Sin embargo, el problema para atajar los acuerdos desmesurados es que los contratos ascendentes con los que carga la entidad barcelonesa por herencia de Josep María Bartomeu son mochilas muy pesadas. "Hay que matar los diferimientos., declaró Romeu en una entrevista concedida a 'Goal'.
El club no ha sido capaz de cumplir lo presupuestado (la masa salarial debía estar en torno a los 470 millones) y ahora necesita 500 millones de euros. "Puede que fuéramos demasiado voluntaristas u optimistas en el asunto de la rebaja salarial. Pensábamos que conseguiríamos más cifra de la que realmente ha sido. Es uno de los motivos. También es cierto que se han producido algunas incorporaciones que no estaban previstas. Esto ha afectado en la cuenta de resultados. Pero si no lo hacíamos, en ese momento éramos novenos, puede que no hubiéramos llegado a entrar en la Champions", expone Romeu en la entrevista. Ahora toca buscar soluciones a contrarreloj y Frenkie de Jong ya está en la rampa de salida dirección Manchester, aunque el futbolista ya ha manifestado su deseo de cumplir su contrato: "Prefiero quedarme en Barcelona. El Barça es el club de mis sueños desde que era pequeño".
"El Barça quiere regenerar la plantilla, pero se encuentra sin margen y con contratos crecientes. No puedes vender a Gavi o Pedri porque representan el futuro del club y, a la vez, necesitas un equipo competitivo. Lo ideal sería que se fueran ter Stegen, Jordi Alba o Gerard Piqué... pero sus sueldos son muy altos y no es fácil colocarlos en otro lado. No se quieren ir y nadie quiere pagarles lo que les paga el Barça en este momento. El club debe establecer una escala salarial y corregir la deuda a medio y largo plazo", remarca Cabeza.
Con la directiva reclamando un nuevo esfuerzo económico a los capitanes tras renovar a Sergi Roberto hasta 2023 con una rebaja del 60% respecto a su anterior contrato, la pugna está servida. El presidente Laporta dejó claro ante los senadores que "la rebaja salarial que se hizo el año pasado fue sustancial pero insuficiente" y los movimientos entre bambalinas ya han empezado.
Con Sergio Busquets acusando al club de filtrar información para presionar a sus agentes: "me gustaría que me lo dijeran a mí, no enterarme por la prensa. Yo estoy siempre dispuesto a ayudar", dijo el primer capitán desde la concentración de la selección española y Jordi Alba confirmando que él también está dispuesto a ayudar "igual que el resto de los capitanes. No tiene que haber duda con nuestro compromiso". También se ha disparado contra Piqué, al que se le deberán pagar unos 80 millones de euros en los dos años de contrato que le restan. Para Cabeza, los jugadores no tienen la culpa. "La culpa es de quien firmó esos contratos. Los capitanes son los únicos que se bajaron el sueldo. La otra opción es tomar decisiones drásticas que tendrían un nivel de riesgo y un gran impacto a nivel reputacional".
Por último, cabe preguntarse qué pasaría si los socios no votan a favor de las palancas económicas de Laporta. "El Barça entraría en un problema importante porque no tendría manera de solucionar la situación a corto plazo. Entonces debería decidir si poner dinero a fondo perdido, perder el modelo de propiedad o quedar en la irrelevancia. El Barça es una máquina de generar ingresos y no tiene problemas de financiación, pero sí de solvencia con una estructura patrimonial deficitaria", agrega Cabeza. "O generas ahorro y aumentas ingresos para el Fair Play Financiero o no se podrá fichar a casi nadie. No podrás hacer grandes operaciones de mercado (Robert Lewandowski, por ejemplo) y no podrás revertir patrimonio neto negativo. Las palancas significa dinero a corto plazo que dejarás de ingresar en un futuro... pero no hay margen", zanja el experto en economía del deporte.
El Barça se juega su futuro este jueves. No es una frase grandilocuente, sino una realidad que fustiga a la directiva encabezada por Joan Laporta. Las trilladas 'palancas económicas', repetidas como un mantra por el presidente y su comitiva, aparecen en el horizonte como un flotador salvavidas para tratar de taponar la hemorragia existente en las cuentas del club azulgrana. La quiebra del club está sobre la mesa y aunque el equipo ha logrado entrar en Champions League, la situación sigue siendo crítica.