El Barça, castigado por su economía, pero Xavi encuentra una inesperada tecla

Xavi Hernández llegó al Barcelona el 5 de noviembre de 2021. Por aquel entonces, el conjunto culé no solo era una ruina en lo económico, sino que en lo deportivo estaba muy lejos de lo que se esperaba del equipo. Poco más de un año después -y tras un importante desembolso en forma de fichajes-, el combinado azulgrana empieza a carburar, si bien es cierto que con matices y muy lejos de la idea de juego que el técnico quería establecer cuando llegó. Sin embargo, el aspecto económico sigue estando en un claro 'necesita mejorar'.

Sofyan Amrabat, uno de los futbolistas que más sorprendió en el Mundial de Qatar por su desempeño como motor de Marruecos, gran revelación del campeonato, fue el objetivo de última hora del mercado de invierno blaugrana. ¿El problema? El Barça era incapaz de ofrecer una oferta de compra obligatoria de manera legal. Dejando a la Fiorentina con la única vía de aceptar una cesión hasta el final de temporada que no convencía, ni mucho menos, los intereses de los italianos.

A todo ello hay que sumarle el lío con la patronal por la inscripción de Gavi. LaLiga inscribió al canterano con ficha del primer equipo después de que el juez número 10 de lo mercantil de Barcelona fallase a favor del Barça, aunque desde la entidad deslizaran que iban a recurrir. A pesar de las los grandes movimientos del verano (Raphinha, Lewandowski y Koundé superaron los 50 millones de euros), la situación económica del club es delicada. Delicadísima. Pero después de la decepción al caer a las primeras de cambio en la Champions League, los culés han dado un salto cualitativo en los resultados, tocando una tecla inesperada en su juego tradicional.

Donde dije digo...

En su presentación, el técnico azulgrana fue muy tajante sobre el estilo que quería imponer en su equipo: "Llego al Barça con una exigencia máxima, somos el mejor club del mundo. Somos el Barça. No vale solo ganar. Tenemos obligación de ganar y jugar bien. No firmo ganar como sea". Ahora, que encadena uno de los mejores momentos desde que llegara al club, lo cierto es que el fútbol está brillando por su ausencia... pero los resultados están llegando.

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Rubén Rodríguez

Después de un comienzo de curso complicado, incluyendo la eliminación europea, el Barcelona empieza a reencontrarse con una buena versión y Xavi tiene la sensación de haber conseguido enderezar el rumbo del equipo. Ha ganado la Supercopa de España -su primer título como entrenador-, es líder de la Liga, está en semifinales de la Copa y peleará por levantar la Liga Europa... si no es menos cierto que se está agarrando a la solidez defensiva.

Y es que el mejor Barça está muy lejos de aparecer aún, si bien tiene jugadores para conseguirlo. En los últimos partidos, no se está viendo a un equipo que haga un fútbol alegre y divertido; ni tampoco a un martillo en ataque; no da la sensación de tener el control de los partidos y, el medio del campo, sufre en exceso. Pero si por algo destaca enormemente es por su capacidad defensiva: la zaga está brillando y, especialmente, un Marc André ter-Stegen que está a un nivel espectacular.

El Barcelona de Xavi domina los partidos por momentos. Es un equipo al que le gusta el balón, avanzar combinando hacia la meta rival y, sobre todo, tratar de llevar el peso de los partidos. Pero, de momento, ese equipo dominador a tiempo completo aún no existe. Esas fases de control absoluto se intercalan con otras de cortocircuito y dudas, pero los resultados siguen llegando. Y la razón es la solvencia defensiva que está siendo capaz de demostrar el equipo.

La defensa del Barcelona se ha convertido en su gran clave, la que está salvando los partidos y los puntos y, sobre todo, manteniendo al equipo en los momentos difíciles. Ante el Getafe, la Real Sociedad y el Girona, el Barça ganó por idéntico resultado (1-0) y fue Ter Stegen el encargado de salvar los muebles. De hecho, la base de un buen ataque parte desde la solvencia defensiva y el conjunto azulgrana, que soñaba con otro fútbol, sigue sumando gracias a su zaga.

Para hacernos una idea de cómo ha mejorado el Barcelona, solo hay que echar un vistazo a sus números en Liga: en 18 partidos, solo ha encajado 6 goles... de los cuales el Real Madrid le hizo tres. Esos seis tantos son la mitad de los que recibió en la Champions (12 dianas en seis partidos) y muestra la clara mejoría del equipo en el aspecto defensivo. Se puede decir, sin miedo a errar, que la clave de este Barça está en la defensa... por mucho que Xavi deseara ganar de otra manera.