La encrucijada del Barça en 2023: masa salarial disparada, sin palancas y con Xavi en la diana

El Barça entra en un año 2023 absolutamente fundamental para el destino del club. Después de caer eliminados por segundo año consecutivo en la fase de grupos de la Champions League, el equipo de Xavi Hernández centrará todos sus esfuerzos en LaLiga para tratar de arrebatarle el trofeo al Real Madrid. En Europa, el reto es poder mitigar las pérdidas económicas derivadas del terremoto en la Champions League a través de la Europa League, donde el club ya cayó en cuartos de final la pasada edición frente al Eintracht de Fráncfort. Con la Supercopa de España y la Copa del Rey a la vuelta de la esquina, el Barça persigue no cerrar una segunda temporada consecutiva en blanco.

Sin embargo, la tesorería vuelve a concentrar todos los focos. La historia es de sobra conocida, la junta de Laporta optó por la venta de activos del club por un valor de 867,5 millones para salvar las cuentas y amortiguar el déficit operativo de 200 millones de euros con el que pretende operar hasta 2023-2024. Sería en la 2024-25 cuando se lograría una situación de "normalidad", según el vicepresidente económico de la entidad azulgrana, Eduard Romeu. La situación económica del Barça sigue siendo muy preocupante y la apuesta tan arriesgada de pagar 153 millones de euros en verano por Raphinha, Lewandowski, Marcos Alonso, Héctor Bellerín, Jules Koundé, Andreas Christensen, Ousmane Dembélé y Franck Kessié tendrá sus consecuencias en este año 2023.

Evitar convertirse en SAD

El Barça de Joan Laporta arrastra los mismos problemas que se encontró cuando llegó en marzo de 2021 a la presidencia azulgrana: los números no salen. La masa salarial del club está disparada y es insostenible. "Si no hacemos cosas, tal y como tenemos la estructura, perdemos 200 millones al año", afirmó tajante Eduard Romeu en la última Asamblea azulgrana. El dirigente daba a entender que tal situación les obligará a proseguir con la venta de activos durante dos años más y, ahora sí, recortar gastos deportivos. ¿Problema? Las nuevas normas de control económico de LaLiga no permitirán la activación de otra nueva "palanca" y cada vez es más difícil encontrar vacíos legales que ayuden al Barça a acometer nuevos fichajes.

La venta de activos que generen ingresos recurrentes no darán más límite salarial a los equipos siempre y cuando el importe de esos ingresos supere el 5% de la cifra de negocios del club (facturación). Este límite se mira de forma acumulada a lo largo de los años. Dado que el Barça ya ha activado palancas de este tipo, la venta de BLM por la que optaba el club el pasado octubre, ya no le daría espacio salarial adicional. Tendrá que buscarlo aumentando ingresos o disminuyendo gastos.

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Albert Ortega. Barcelona

El Barça se ahorrará unos 50 millones de euros por la salida de Gerard Piqué, que terminaba contrato en 2024, aunque no lo diferido por el central en su día. Es muy probable que Sergio Busquets también abandone el Barça este verano, así que se libraría de dos mochilas muy pesadas. Queda por ver qué sucede con Jordi Alba, quien también finaliza contrato en 2024, aunque el objetivo del club es librarse de su contrato. La masa salarial ha alcanzado los 656 millones (un 27% más) y el objetivo del club es reducirla hasta los 500 millones.

El presidente de la comisión económica estatuaria del FC Barcelona, que dejó su puesto al final de 2022, Jaume Guardiola, ya dejó entrever en la Asamblea de Socios Compromisarios sus dudas sobre el rumbo económico del Barça: "El equilibrio es complejo. Nos preocupa el incremento de la masa salarial y que haya una mayor presión para invertir en jugadores si no llegan los éxitos. Hay que acelerar salidas o eliminar contratos que mantienen cifras fuera del mercado". La entidad deberá vender futbolistas y no derrochar más dinero porque la sombra de convertirse en Sociedad Anónima Deportiva está ahí. Además, el traslado a Montjuic en agosto de 2023 tendrá un potente impacto económico en las cuentas del club en forma de descenso de los ingresos y pérdidas.

¿Es Xavi el hombre adecuado?

Las dudas respecto al actual entrenador del FC Barcelona crecen a medida que avanza la temporada. El hundimiento del Barça en la Champions League chocó frontalmente con la ambición de su presidente e hizo añicos la apuesta del club en el pasado mercado veraniego. La directiva le brindó todos los jugadores que pidió a Xavi Hernández, a excepción de Bernardo Silva, y hasta avaló personalmente en algunas de las operaciones para inscribir a las incorporaciones, pero eso no fue suficiente ni para pasar la fase de grupos. El equipo azulgrana solo ganó sus dos partidos contra el Viktoria Plzen y no pudo vencer a Bayern de Múnich ni a Inter de Milán antes de caer a la Europa League.

"Conmigo de presidente, no hay temporadas de transición en el Barça. Antes, si se perdía, no pasaba nada. Pero conmigo perder tendrá consecuencias", decía Joan Laporta cuando aterrizó en la presidencia. El Barça ha dejado de pertenecer a la élite europea y lo ha vuelto a hacer con un ídolo de la entidad como Xavi Hernández. El proyecto ha fracasado estrepitosamente, los fichajes de la parcela deportiva no han marcado la diferencia y el equipo ha vuelto a demostrar que está en el mismo punto de colapso mental del pasado. El Barça no es capaz de superar las adversidades competitivas y tiene un trauma europeo. Mentalmente, está en la lona.

El empecinamiento en Ousmane Dembélé como cerebro ofensivo del Barça en ataque, el bajón de Pedri, las debilidades defensivas de Sergio Busquets, las deficientes transiciones defensivas, la falta de cintura táctica en la dirección de campo y ausencia de autocrítica han marcado este inicio de temporada azulgrana con el entrenador catalán como máximo responsable. Así como la falta de contundencia en las dos áreas, tal y como se pudo comprobar en el derbi barcelonés contra el Espanyol que se disputó en el Camp Nou este pasado fin de semana. El excentrocampista deberá afinar sus decisiones porque ya no tiene margen de error.