El mensaje de Griezmann a Simeone que la directiva del Atlético no escucha con Depay

El fichaje de Memphis Depay por el Atlético de Madrid es el último episodio de la saga de transferencias entre FC Barcelona y el club rojiblanco. El delantero neerlandés, vital para Louis Van Gaal en Países Bajos durante el Mundial y petición personal de Ronald Koeman durante su estancia como entrenador azulgrana, se había quedado sin sitio en los planes de Xavi Hernández. Depay era el último delantero del Barça... y por eso solo ha disputado 206 minutos esta temporada. En el Atlético de Madrid es el parche que ha encontrado la directiva por un precio de ganga (traspaso entre tres y cinco millones de euros, aunque acababa contrato en junio de 2023) tras las ventas de Matheus Cunha (cedido, con opción de compra de 50 millones al Wolverhampton) y de Joao Félix (cedido por 11 milones al Chelsea).

Sin embargo... ¿es Depay lo que necesita el Atlético de Madrid? ¿Solucionará el neerlandés las múltiples carencias ofensivas que tiene el equipo de Diego Pablo Simeone? ¿Encaja en el perfil que demanda la delantera rojiblanca? ¿Mejora a Joao Félix y Matheus Cunha? La respuesta a todas esas preguntas es un contundente no. El neerlandés es un '10' que necesita que todo gire alrededor de él. Eso significa amasar la pelota en la frontal del área, pisar el cuero y girar sobre el defensor, lograr que todo el flujo ofensivo del equipo pase por sus pies. Alguien que disfruta más moviéndose entre líneas y recibiendo al pie que corriendo al espacio. ¿Les resulta familiar con un cierto futbolista portugués que no ha acabado de encajar estos años?

A Depay, que tiene una gran calidad individual, movilidad y recursos de sobra para decantar partidos de élite, no le ha entrado a Xavi por el ojo porque ralentizaba los ataques del Barça con un exceso de toques. Tampoco se adaptaba a la posición de extremo que quería Xavi Hernández y se quedaba corto como goleador frente a un Robert Lewandowski que representa un perfil de '9' muy distinto al suyo. Le faltaba trabajo defensivo y compensar sus distracciones en tareas de recuperación con una producción ofensiva que no ha demostrado.

Griezmann, ignorado

Para el Atlético de Madrid, Depay es más una oportunidad de mercado que el perfil necesario en ataque. Solo hace falta escuchar el mensaje de Antoine Griezmann durante el pasado Mundial de Qatar... que se ha ido al limbo y ha sido ignorado por la directiva de Enrique Cerezo y Gil Marín. Preguntado en GOL sobre su rol en la Francia de Didier Deschamps y la diferencia con el ecosistema ofensivo que se encontraba en el Atlético de Madrid, Antoine Griezmann contestó: "Siempre he sido así. Trabajar arriba y ayudar defensivamente, lo que pasa que en Francia tengo más gente por delante de mí. Soy más creativo porque no tengo que finalizar yo las jugadas".

O dicho de otro modo, que Antoine Griezmann lo debe hacer casi todo en el Atlético de Madrid y no tiene suficientes futbolistas que le dibujen desmarques al espacio como Kylian Mbappé u Ousmane Dembélé en Francia o sirvan de referencia como Olivier Giroud en punta. El francés, que ejerció como centrocampista organizador durante el Mundial de Qatar, se ve obligado a cumplir diferentes funciones a la vez (creación, gol y movilidad) para tratar de dar coherencia al plan de un desdibujado Atlético de Madrid en ataque. No es una situación sostenible para un equipo que ya está fuera de todas las competiciones europeas y va a sufrir de lo lindo por asegurar la cuarta plaza que da acceso a la Champions League.

Entre otras carencias básicas (centrales, centro del campo y extremos), el Atlético de Madrid tiene un delantero centro (Álvaro Morata) que nunca ha superado los 12 goles ligueros en el conjunto rojiblanco. Tampoco en el Chelsea ni la Juventus de Turín. Solo pudo lograrlo en el Real Madrid, cuando la presión la tenía el delantero centro titular y no él, que era un muy buen suplente. Morata, que tiene serias dificultades para sobrevivir al borde del fuera de juego, debería ser el elemento que diese amenaza a campo abierto, desmarques continuos y peligro en ataque, pero se ha quedado muy corto desde que llegase al Atlético de Madrid. El Barça tiene a Lewandowski y el Madrid, a Benzema.

Sirva la falta de contundencia en el partido de Almería para ejemplificar los múltiples problemas que tiene el Atlético de Madrid. En defensa y en ataque. Los rojiblancos generaron ocasiones de sobra para llevarse los tres puntos de Andalucía, pero entre el citado Álvaro Morata y Ángel Correa, que entró muy bien en el partido de Copa del Rey ante el Levante, el sistema ofensivo colchonero se quedó con la pólvora mojada y tiró dos puntos por la borda. Se perdonó demasiado. No ayudó el error grosero de Axel Witsel en el empate (1-1). El belga, central de urgencia, fue otro parche veraniego. Como Depay en este mercado invernal.