Los alargados tentáculos de Jorge Mendes se extienden por el Barça de Laporta

Jorge Mendes aprovechó un acto en Portugal hace unas semanas para mandar un mensaje: "Pronto habrá novedades porque van a pasar grandes cosas este verano. ¡Van a darse operaciones muy importantes! No puedo revelarlas, pero de algunas de ellas ya se ha hablado", afirmó Mendes tras ser premiado por el Club Nacional de Prensa Deportiva de Portugal. El superagente luso, ahora uno de los principales socios de Joan Laporta en el Barça, ha extendido sus tentáculos por el club azulgrana. Y no solo por el primer equipo ni el vestuario, también en los banquillos y los despachos.

La dramática situación económica del Barça ha llevado al presidente culé a depender de su red de amistades para colocar a futbolistas con los que pretende hacer caja. Es la única salida que tiene el Barça para que su plan de viabilidad tenga sentido tras perder a Leo Messi. Ahí entra en juego forzar la salida de Raphinha o Ansu Fati. Ninguno de los dos quiere irse del club. El Barça está a punto de convertirse en uno de los principales agitadores del mercado. El lugar donde los agentes quieren medrar por la facilidad para cerrar tratos y llevarse jugosas comisiones.

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Sucede lo mismo con Pini Zahavi, quien ya se embolsó 10 millones de euros por el fichaje de Robert Lewandowski la pasada temporada y aspira a colocar a Yannick Carrasco. También podría intermediar por la llegada de Gabri Veiga o Kimmich en el equipo de Xavi Hernández. Incluso Rafaela Pimienta, la heredera del macroimperio de Mino Raiola, lanza mensajes con la esperanza de que Laporta recurra a ella para reforzar al Barça. "Amo a Laporta, soy muy fan suyo. Me tiene a su disposición. Aquí, en mi agencia, hay jugadores que pueden hacerle bien al Barça y el Barça lo sabe", afirmó la agente de representación en una entrevista concedida a Mundo Deportivo.

El director de fútbol del Barça, Mateu Alemany, predijo un mercado de fichajes veraniego "muy interesante" para el Barça. Luego anunció que se iba para emprender nuevos retos profesionales y, dos semanas más tarde, el ejecutivo balear vio la luz que le hizo darse cuenta de que "el Barça es el mejor club del mundo"... sin Jordi Cruyff ya como director deportivo azulgrana. El Barça debe vender futbolistas por más de 70 millones de euros para reducir el agujero operativo de 200 millones de euros entre ingresos ordinarios y gastos ordinarios. Ya no servirán las palancas como sí lo hicieron previamente con la modificación de la norma de LaLiga.

Las conexiones de Mendes en el Barça

El club azulgrana ha empezado a aligerar masa salarial con las salidas necesarias de Jordi Alba y Sergio Busquets. Los recortes en las diferentes secciones, especialmente el baloncesto, apuntan a ser cruciales y sonados... con Mirotic en la cuerda floja. Incluso el cierre de Barça TV explica cómo el Barça se está ajustando el cinturón. Sin embargo, esto no es suficiente a ojos de LaLiga ni de las cuentas azulgranas, mermadas por haber previsto alcanzar los cuartos de final de la Champions League y haber caído en la fase de grupos. El golpe no se amortiguó al también quedar eliminados a las primeras de cambio en la Europa League.

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La prioridad era Messi, pero también inscribir los nuevos contratos de Gavi, Ronald Araújo, Marco Alonso, Alejandro Balde e Iñaki Peña antes del 30 de junio. De lo contrario, podrían salir gratis del Barça. Aquí es donde Jorge Mendes entra en juego. El agente luso tiene bajo contrato a Ansu Fati, Alejandro Balde, Lamine Yamal y Nico González, centrocampista cedido en el Valencia esta temporada. Rafa Márquez, entrenador del filial, también llegó al Barça de su mano.

Mendes logró arrebatarle a Jorge Messi, padre de Leo, a Ansu Fati. Y también hizo lo propio con Yamal e Iván de la Peña. Incluso buscó llevarse a Gavi, también bajo el manto del excentrocampista. El problema para el Barça es que ni Ansu Fati, ni Raphinha, representado por Deco, el director deportivo del Barça, quieren hacer las maletas. Al Barça le interesa mucho más la venta del primero que del segundo, puesto que al ser canterano, la plusvalía en caso de traspaso supondría un balón de oxígeno extraordinario para los azulgranas.