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El clan Messi no se fía de Laporta tras su traición y Arabia Saudí y Miami aumentan la puja
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Messi es la prioridad de Laporta

El clan Messi no se fía de Laporta tras su traición y Arabia Saudí y Miami aumentan la puja

El entorno del argentino exige garantías al presidente para esperar los movimientos del club. La economía del Barça necesita vender jugadores y Laporta, más tiempo

Foto: Laporta, en la rueda de prensa donde explicó el adiós de Messi. (EFE/Alejandro García)
Laporta, en la rueda de prensa donde explicó el adiós de Messi. (EFE/Alejandro García)

La amarga despedida de Leo Messi en el Auditorio 1899 del Camp Nou en agosto de 2021 todavía persigue a Joan Laporta. La imagen del astro argentino, escudo y símbolo del mejor Barça de la historia llorando a moco tendido, no se olvida fácilmente. Por eso la vuelta de Messi es el gran deseo del presidente culé, que no quiere pasar a la historia como el dirigente que perdió a Leo a pesar del gigantesco esfuerzo económico que requiere. Era Messi, con toda su grandeza, quien sostuvo al Barça en los peores momentos y quien dejó estampas para la posteridad con jugadas icónicas. Era Leo, vehículo de toda una generación de azulgranas, quien conquistó todos los trofeos posibles con el Barça y llevó al club a la cúspide de la pirámide futbolística. A su vez, Messi también fue el principal baluarte de Joan Laporta para ganar las elecciones. El presidente prometió su renovación "cueste lo que cueste" y la promesa, rota, terminó en un baño de lágrimas.

A menos de dos semanas para los comicios del 7 de marzo, Laporta se marcó un doble salto mortal en un corto electoral que le explotaría en la cara meses más tarde: "Hola, Leo, ¿cómo estás? Te voy a hacer una propuesta que no podrás rechazar. Te ves bien, ¿eh?, suerte". El que ya fuera presidente de la era más exitosa del club, con la explosión del astro rosarino como el mejor jugador de la historia del Barça, se apuntó el tanto de conocerlo mejor que nadie. Y, lo que es más importante, de poder convencerlo de quedarse en un club en ruinas tras un plan de escape mediante burofax que no se produjo en agosto de 2020. "Messi debe ser valorado con el cariño que se merece y con una oferta económica a la altura, pero no lo hace por dinero: necesitas una propuesta deportiva ganadora, Leo quiere volver a ganar con el Barcelona", reveló Laporta entonces.

Foto: La estrella portuguesa, durante su presentación con el Al-Nassr. (Reuters/Ahmed Yosri)

Cinco meses más tarde, Messi y su familia no dudaron en cargar contra Laporta en la rueda de prensa de despedida. "El presidente me había pedido que me rebajase mi ficha un 50%, lo acepté y llegamos a un acuerdo", explicó el jugador. Laporta, tratándose de escudar, aludió al terremoto económico del club. "Tenemos el objetivo de reducir 200 M € la masa salarial. Superamos el gasto del 70% que recomienda la UEFA. Quería que Messi se quedase, pero, en el momento en que vemos cómo estaba la economía del club..., decidimos que el Barça está por encima de todas las situaciones". El presidente añadió: "Nosotros estábamos convencidos de que se podía hacer porque no conocíamos los números como ahora. A pesar de que teníamos el contrato redactado y los negociadores ya se habían dado la mano, al final se vio claro que no se podía hacer".

Se sintieron engañados

A partir de ese momento, la buena relación de los Messi con Laporta cambió para siempre. Lo ejemplificó su hermano en un vídeo donde luego tuvo que pedir perdón. También el propio jugador en una entrevista con SPORT, donde afirmó: "Me dolieron las palabras de Laporta porque creo que no tiene necesidad de decir eso, es como sacarte la pelota de encima y no asumir sus consecuencias, ni hacerse cargo de las cosas. Esto hace pensar a la gente o genera un tipo de dudas que creo que no me lo merezco".

Leo se sintió engañado y traicionado cuando pensaba que todo ya estaba cerrado. El argentino, muy bien rodeado en Barcelona, perfectamente integrado y con sus hijos y mujer felices entre Castelldefels y Barcelona tuvo que hacer las maletas destino París. Nunca se adaptó tan bien como a Barcelona y acabó silbado por los ultras parisinos en un club inestable y sin dirección. Los tortazos del PSG en la Champions League a pesar de reunir un ejército de estrellas han pesado y mucho a la hora de valorar su experiencia en Francia.

placeholder Messi no pudo aguantarse las lágrimas. (EFE/Andreu Dalmau)
Messi no pudo aguantarse las lágrimas. (EFE/Andreu Dalmau)

Dos años después de su salida del Barça, Messi quiere volver a Barcelona. Sus hijos y su mujer, también, pero les seduce mucho vivir en Miami. El Barça quiere reescribir la historia. Jorge Messi mete presión a Laporta al filtrar las reuniones y remarcar que "Leo quiere volver al Barça y a mí me gustaría que volviera". Los más de 400 millones de Arabia Saudí para Leo (más otro bonus por patrocinios) tientan al futbolista y especialmente al padre. Ya pasó con Cristiano Ronaldo y Karim Benzema. Y se ha intentado con Luka Modric. No serán los últimos cracks en aterrizar. La estrella argentina aparece en primera plana de la página web del régimen saudí bajo el título "Experimenta los espacios preferidos de Messi en Arabia Saudí" y viste los ropajes típicos de la región. Leo es uno de los principales reclamos del gobierno saudí en su objetivo de conseguir el Mundial de 2030.

El problema para el Barça es que necesita tiempo para aligerar masa salarial y maniobrar hasta alcanzar esos 450 millones deseados. El plan de viabilidad enviado a LaLiga prioriza inscribir a los futbolistas que han renovado, pero no tenían espacio salarial (Alejandro Balde, Gavi, Iñaki Peña, Ronald Araújo y Marcos Alonso). El fichaje, de Leo además, sigue muy complicado porque la institución está en la regla del 40 por ciento, que estipula que por cada 10 millones ingresados solamente podrá gastar cuatro. El Barça debe vender jugadores para pagar los cerca de 25 millones de euros que cobraría Messi. La operación salida debe avanzar mucho más rápido.

"He hablado con Leo", anunció Laporta en TV3. "Hay que reconducir una situación que se dio porque tuve que anteponer la institución por encima de todo, incluso del mejor jugador del mundo", explicó en referencia a la partida del argentino del Barça. "Nos hemos mandado mensajes últimamente", insistió, para después advertir de que la entidad no disponía del dinero suficiente para afrontar según que condiciones económicas: "Entrar en según que cifras sería recular y volver a encontrarnos con una situación que no quiero. Pero que nadie dude: Messi quiere al Barça". Poco después, en la celebración de la Champions femenina, Laporta se mostró claro: "Messi está difícil. Ya me gustaría. Quien hace lo que puede no está obligado a hacer más", reconoció a los aficionados del Barça en la multitudinaria celebración.

La amarga despedida de Leo Messi en el Auditorio 1899 del Camp Nou en agosto de 2021 todavía persigue a Joan Laporta. La imagen del astro argentino, escudo y símbolo del mejor Barça de la historia llorando a moco tendido, no se olvida fácilmente. Por eso la vuelta de Messi es el gran deseo del presidente culé, que no quiere pasar a la historia como el dirigente que perdió a Leo a pesar del gigantesco esfuerzo económico que requiere. Era Messi, con toda su grandeza, quien sostuvo al Barça en los peores momentos y quien dejó estampas para la posteridad con jugadas icónicas. Era Leo, vehículo de toda una generación de azulgranas, quien conquistó todos los trofeos posibles con el Barça y llevó al club a la cúspide de la pirámide futbolística. A su vez, Messi también fue el principal baluarte de Joan Laporta para ganar las elecciones. El presidente prometió su renovación "cueste lo que cueste" y la promesa, rota, terminó en un baño de lágrimas.

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