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Cómo el bloqueo de Mbappé condiciona la revolución en el sistema del Real Madrid
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Cómo el bloqueo de Mbappé condiciona la revolución en el sistema del Real Madrid

Bellingham, Vinícius y Rodrygo serían a día de hoy la delantera titular. Para el club, es Mbappé o nadie, y con las dificultades que tiene el fichaje lo que hace Ancelotti es no perder el tiempo

Foto: Jude Bellingham conduce el balón en un entrenamiento. (realmadrid.com)
Jude Bellingham conduce el balón en un entrenamiento. (realmadrid.com)

Carlo Ancelotti siempre dice que no tiene un estilo único de juego. Se enfada cuando escucha y lee que es más un gestor que un maestro de la pizarra. Hasta cuando ganó la Champions de las remontadas se puso el foco en la suerte y la épica del Real Madrid por delante de sus decisiones tácticas. Es un entrenador que lleva casi 1.250 partidos oficiales y le falta el reconocimiento de otros técnicos que han ganado menos, pero a los que se les valora más por haber creado escuela. Este verano se le complica su trabajo con una plantilla que ha perdido a Benzema, solo tiene cuatro delanteros (Vinícius, Rodrygo, Joselu y Brahim Díaz) y no llega el fichaje de un delantero de primer nivel.

El gran refuerzo que facilitaría su trabajo y que, por supuesto, pondría en un segundo plano o dejaría en el olvido el debate del estilo del Real Madrid sería el fichaje de Mbappé. Pero este caso sigue bloqueado. Hay que esperar a que el Paris Saint-Germain y el futbolista francés encuentren una solución. Si pasa por tener un precio de venta, ahí estará el Real Madrid para poner la guinda a una plantilla que está incompleta en la línea de ataque.

placeholder Ancelotti da instrucciones a Vinícius en un partido. (Reuters/Pablo Morano)
Ancelotti da instrucciones a Vinícius en un partido. (Reuters/Pablo Morano)

El bloqueo de Mbappé plantea algo más que un cambio en el sistema del Real Madrid. Ancelotti no da lecciones de fútbol. Su filosofía consiste en adaptarse a los jugadores que tiene, ponerlos en la posición que más cómodos se encuentran y dan el mejor rendimiento. La revolución es construir un equipo competitivo sin delantero centro. Un once con Jude Bellingham de mediapunta en un sistema con un pivote (Tchouaméni o Camavinga) y dos interiores (tiene mucho donde elegir). El italiano confirma que no volverá a colocar a Camavinga en el lateral izquierdo.

Vinícius, más cerca del área

No es su sistema preferido, pero es el que tiene que explotar si no llega Mbappé. Ancelotti está convencido que el sistema 4-3-3, con tres medios y tres delanteros, es la estructura más contundente. Pero para eso necesitas gol. Y el Real Madrid lo ha perdido con la salida de Benzema. Más que reinventarse, en lo que trabaja el técnico italiano en la pretemporada es en un esquema en el que Bellingham hace de mediapunta sin un delantero por delante. Esto implica que Vinícius deje de ser un extremo puro, tenga que aparecer por dentro y asumir más responsabilidad en la definición. Rodrygo se maneja bien en los espacios reducidos cerca del área, aunque no deja de ser otro mediapunta.

Foto: Isco antes de empezar un partido con el Sevilla. (Reuters/Craig Brough)

Bellingham, Vinícius y Rodrygo serían a día de hoy la delantera titular en el once de gala de Ancelotti. Para el club, es Mbappé o nadie, y con las dificultades que entraña el fichaje del francés lo que hace el entrenador es no perder el tiempo. El patrón de juego ofensivo está supeditado a que Bellingham afine sus movimientos, asociativos y verticales, en un sistema que podría jugar muchos partidos sin un delantero centro. Este es el plan inicial de juego, pero hay más alternativas con Joselu y Brahim Díaz. El primero tiene las características y el oficio del rematador de área y el segundo es otro mediapunta que tiene llegada al gol.

Con Ancelotti queda claro que el sistema sí se negocia. Se adapta a los jugadores y no le da importancia a los que le critican por la falta de identidad. En diferentes ocasiones ha manifestado que no tiene un solo estilo y que jugar bien al fútbol consiste en hacerlo bien con y sin balón. El patrón de juego no es lo más importante si el equipo es capaz de ser sólido en defensa, con el esfuerzo, la concentración y el compromiso de todos. Y eficaz en ataque o al contraataque. Es la opinión de Ancelotti.

Foto: Reinier Jesús en el partio entre el Girona y Osasuna. (EFE/Jesús Diges)

El Real Madrid tiene mucho talento y calidad en la plantilla, jugadores polivalentes, una mezcla de jóvenes y veteranos. Pero le falta más gol que la temporada pasada si no viene Mbappé. Y esto está en boca de los jugadores, que no les importa hablar en público del francés. "Ojalá venga Mbappé. Nos va a ayudar mucho. Es un crack, pero no sabemos nada", son palabras de Rodrygo en Sport TV, un medio brasileño. Sin duda, tanto Ancelotti como los jugadores estarían más cómodos y seguros con Mbappé.

Carlo Ancelotti siempre dice que no tiene un estilo único de juego. Se enfada cuando escucha y lee que es más un gestor que un maestro de la pizarra. Hasta cuando ganó la Champions de las remontadas se puso el foco en la suerte y la épica del Real Madrid por delante de sus decisiones tácticas. Es un entrenador que lleva casi 1.250 partidos oficiales y le falta el reconocimiento de otros técnicos que han ganado menos, pero a los que se les valora más por haber creado escuela. Este verano se le complica su trabajo con una plantilla que ha perdido a Benzema, solo tiene cuatro delanteros (Vinícius, Rodrygo, Joselu y Brahim Díaz) y no llega el fichaje de un delantero de primer nivel.

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