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Que no te cuenten mal la película racista con Vinícius: el orden es mono, tonto y a Segunda
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los dos ataques al brasileño

Que no te cuenten mal la película racista con Vinícius: el orden es mono, tonto y a Segunda

No vale todo para derrotar a Vinícius. El brasileño pide que haya tolerancia cero con el racismo en el fútbol español. Lo sufre en nuestro país, donde quiere jugar y ser feliz

Foto: Vinícius señala a la persona que le hace el gesto del mono. (Reuters/Pablo Morano)
Vinícius señala a la persona que le hace el gesto del mono. (Reuters/Pablo Morano)

Es importante que te cuenten bien la verdadera película de racismo que sufrió Vinícius en Valencia. Consta de dos ataques. Uno fuera del estadio y otro dentro. Vinícius no había entrado al recinto deportivo y el grupo de aficionados hostiles grabaron en los teléfonos móviles el primer cántico de "Vinícius eres un mono" a su llegada a Mestalla. Lo segundo fue llamarle "tonto" desde la grada y lo tercero la reacción del brasileño con el gesto de a Segunda. Entre todo esto sucedieron más hechos que pueden alterar y confundir el papel que desempeña cada parte en un partido que daña la imagen del fútbol español y del que el presidente de Brasil, Lula da Silva, pide la intervención de la FIFA.

Foto: El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Nacho Gallego)

Los hechos se pueden retorcer de tal manera que parezca que el culpable es Vinícius. Siempre es el mismo futbolista el que está inmerso en una polémica que solo sucede en los estadios españoles y de la que él pone mucho de su parte por un comportamiento sobreexcitado que deriva en enfrentamientos con los jugadores y aficionados rivales, y también los árbitros. La realidad es que Vinícius se quiso ir del partido en el momento que cazó a uno o dos aficionados haciendo el gesto del mono. Le detuvieron Ancelotti y el árbitro De Burgos Bengoechea, y todo fue a peor. Vinícius acabó el partido expulsado por repeler un agarrón por el cuello de Hugo Duro con un manotazo y haciendo el lamentable gesto a toda la grada de irse a Segunda. El final no puede tapar el orden de los hechos. Vinícius es víctima del racismo que todavía queda en los campos de fútbol de España y que, pese a los avances de instituciones como la Liga, Federación y clubes, no está erradicado.

placeholder Vinícius imita el gesto del mono que ha visto que le ha hecho una persona en la grada.
Vinícius imita el gesto del mono que ha visto que le ha hecho una persona en la grada.

La solución es complicada. El mayor castigo, como medida drástica, sería cerrar el estadio en el que se escuchen cánticos racistas. El protocolo que activó el árbitro para pedir por megafonía que cesaran esos cánticos no funcionó. Es un protocolo que da más oportunidades a los racistas. Las medidas de denuncia de la Liga a los Comités sancionadores y en los juzgados son parches. Dentro del estadio, insultar es algo común, y los expedientes acaban en apercibimientos, mínimas multas o en nada. Con Vinícius, la bola se ha ido haciendo más grande y ha derivado en racismo. Si no se ataja de manera inmediata y contundente, se volverá a perder una oportunidad para acabar con los que atacan a las personas por el color de su piel.

Quiere jugar en la Liga

Este es el propósito de Vinícius. No vale todo para derrotarle. Pide que haya tolerancia cero con el racismo en el fútbol español. Lo sufre en nuestro país, donde quiere jugar y ser feliz. Ni en el Mundial de Qatar ni en la Champions existe un incidente de este tipo. Es en España y no vale de nada mirar a otras ligas para justificar que estos episodios también se repiten y son aislados. Le duele al que lo sufre. Es un atentado a la dignidad de una persona, y Vinícius está en la diana de los racistas.

Foto: Rafa Nadal en su Academia anuncia un parón. (EFE/Cati Cladera)

Todo lo demás se interpreta y acepta como la salsa del fútbol. Las provocaciones, los rifirrafes y la picardía con la que se compite en el deporte rey desde sus orígenes para sacar ventajas. La historia del fútbol está llena de artimañas antideportivas e injusticias que tiene que resolver un árbitro con la dificultad del engaño de los jugadores. No lo ponen fácil en su mayoría, y el clima de tensión y crispación de los violentos que en las gradas agreden de forma verbal con insultos y hace no mucho tiempo de manera física con el lanzamiento de objetos.

El racismo no está dentro de la salsa del fútbol. Es la radicalización de las personas que se consideran superiores a otras y tienen el objetivo de destruirlas. No han desaparecido del fútbol. Sigue vigente y con Vinícius existe un problema que sobrepasa la rivalidad futbolística. Es la manifestación del odio para desestabilizarle, y, como se ha convertido en el mejor jugador del Real Madrid, los insultos se quedan pequeños. Se le agrede con más virulencia llamándole negro y mono. Así empezó la película de racismo a las afueras de Mestalla, continuó en la grada y se mezcló con su expulsión, el inaceptable gesto de a Segunda, el error de Ancelotti de generalizar acusando a todo el estadio de racista, el cruce de tuits entre el brasileño y Javier Tebas, y así hasta darle una repercusión internacional que sirve para señalar a España como un país racista.

Foto: Mendilibar durante el partido contra la Juventus. (Reuters/Marcelo del Pozo)

En el Real Madrid reconocen que tienen un problema con Vinícius cuando se mete en follones con los rivales, entre provocaciones y gestos que perjudican al equipo. A Vinícius no le afecta en su rendimiento, pero cada vez está más expuesto a que los árbitros le muestren tarjetas por sus protestas. El Real Madrid tiene que reconducir este tipo de comportamientos. Ceballos es el último que lo ha hecho tras el partido en Mestalla diciendo que no está bien el gesto de a Segunda. Pero esto es un problema menor en comparación con el racismo.

La denuncia del Real Madrid

Todo empezó cuando Vinícius entró en una peligrosa dinámica de conflictos por la reiteración de faltas de los rivales, reaccionando con provocaciones, y desde el club se señaló a la falta de protección arbitral. Vinícius hace la guerra por su cuenta. Lo que no puede es estar desprotegido con el racismo. En este asunto, todos los clubes y las instituciones tienen que ir de la mano y actuar con urgencia.

El Real Madrid decide proteger a su jugador y pasa a la acción con un comunicado en el que anuncia las medidas que va a tomar. El club condena los hechos y considera que "tales ataques constituyen un delito de odio, por lo que ha presentado la correspondiente denuncia ante la Fiscalía General del Estado, en concreto ante la Fiscalía contra los delitos de odio y discriminación para que se investiguen los hechos y se depuren responsabilidades".

Es importante que te cuenten bien la verdadera película de racismo que sufrió Vinícius en Valencia. Consta de dos ataques. Uno fuera del estadio y otro dentro. Vinícius no había entrado al recinto deportivo y el grupo de aficionados hostiles grabaron en los teléfonos móviles el primer cántico de "Vinícius eres un mono" a su llegada a Mestalla. Lo segundo fue llamarle "tonto" desde la grada y lo tercero la reacción del brasileño con el gesto de a Segunda. Entre todo esto sucedieron más hechos que pueden alterar y confundir el papel que desempeña cada parte en un partido que daña la imagen del fútbol español y del que el presidente de Brasil, Lula da Silva, pide la intervención de la FIFA.

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