"El campeonato pertenece a los racistas". El Madrid de Vinícius pierde en el bochorno (1-0)

El Valencia tumbó al Real Madrid gracias a un gol del canterano Diego López al filo del descanso (1-0). El equipo de Rubén Baraja, que hace unas cuantas semanas veía el descenso a las puertas, coge tres puntos de oro para viajar hasta los 40 y colocarse a cinco del Getafe, que marca ahora la salvación. El equipo che demostró más intensidad, orden defensivo, concentración y convicción que un Real Madrid lastrado por la falta de determinación en ambas áreas. El ataque blanco no encontró a Karim Benzema, peleado con los centrales locales.

Los hombres de Carlo Ancelotti mejoraron en la segunda mitad, donde De Burgos Bengoetxea tuvo que detener el encuentro por cánticos racistas a Vinícius Júnior. El brasileño se encaró a la grada y detectó al seguidor valencianista que le había insultado. El partido se reanudó, pero el marcador ya no se movería, aunque Fede Valverde tuvo una ocasión de oro en la que se topó con Mamardashvili. En los minutos finales, Vinícius agredió a Hugo Duro tras una tángana donde el brasileño fue estrangulado por el delantero che y respondió con un tortazo en su cara. Vio la roja y Hugo Duro no. Al irse al vestuario, hizo el gesto con la mano de "a Segunda" a Mestalla y originó una nueva tángana. El Real Madrid cae a la tercera plaza de LaLiga.

La intensidad che pasó por encima de un Real Madrid inoperante y plano en la primera parte. Los hombres de Carlo Ancelotti, con muchos cambios en el once titular como la entrada de Ferland Mendy, Dani Ceballos, Aurélien Tchouámeni, Marco Asensio o Lucas Vázquez, languidecieron ante un equipo que se estaba jugando la vida y se agarró a ella. La derrota de Mánchester pesó en la cabeza de los futbolistas, que no se encontraron cómodos en la caldera de Mestalla. Nada más salir al campo, el equipo de Rubén Baraja estuvo cerca de forzar un penalti sobre Edinson Cavani por parte de Tchouaméni que De Burgos Bengoetxea no señaló.

Los blancos intentaron rebajar las pulsaciones y ordenarse a través del balón y Camavinga buscó una pena máxima que tampoco llegó. Contestó Almeida con un tímido disparo en un partido muy abierto que viajaba de área a área. El Valencia tenía velocidad arriba con Kluivert y Cavani se peleaba con los centrales blancos. Los locales eran mejores y tenían las ideas más claras, siempre impulsados por los canteranos Diego López y Javi Guerra. El Real Madrid no tenía desborde ni dinamita. Vinícius, marcado de cerca por Correia, estuvo impreciso. Benzema era inexistente y vagaba por el campo sin olfato goleador.

En el minuto 34, el Valencia se adelantaría gracias a una jugada fantástica de Kluivert que culminó Diego López tras comerle la espalda a Mendy en el interior del área. Al filo del descanso, Vinícius desperdició un cabezazo franco tras un gran centro de Marco Asensio y Courtois evitó el segundo tanto local, obra de Javi Guerra. La segunda parte empezó con un cambio en las filas del Real Madrid: fuera Camavinga y dentro Rodrygo. El brasileño pudo empatar el encuentro nada más salir al campo, pero Asensio eligió disparar en lugar de brindarle una asistencia de gol.

El partido enloqueció con un Real Madrid que priorizó las transiciones a poder encajar otro tanto. El problema es que la toma de decisiones en el último tramo del campo era irregular y se evidenció especialmente en Benzema. El francés falló un pase impropio de su categoría cuando tenía todo a su favor. Sin embargo, sería el Valencia quien tendría la posibilidad de marcar otro tanto... pero Courtois se cruzó en su camino con una parada antológica. Los blancos se estiraron con Rodrygo, de lo más potable en ataque. Intervino Mamardashvili en una llegada peligrosa.

El Real Madrid inclinó el campo y el Valencia esperó al contragolpe. A los locales les faltaba mordiente y al Madrid, fluidez y puntería. Kluivert pudo matar el partido y perdonó. En el minuto 63, Ceballos y Asensio se fueron del campo y entraron Kroos y Modric para volver al 4-3-3. Benzema siguió tratando de tejer sociedades, navegar en un enjambre de piernas y activar a Vinícius Júnior. No hubo fortuna. Sería Rodrygo el que se quedaría más cerca con un misil que pasó cerca del travesaño. En el minuto 70, Comert despejó una segunda pelota que ya había en el césped y despojó a Vinícius del cuero en una acción surrealista por la que vio amarilla.

Peor fue lo que siguió, con Vinícius señalando a una persona del público tras escuchar cánticos racistas de la grada de Mestalla y con la policía teniendo que intervenir en la grada. LaLiga, después del partido, señaló que había abierto una investigación por lo sucedido en el estadio y los insultos racistas. De Burgos Bengoetxea paró el encuentro y la megafonía advirtió al público. El partido siguió en una imagen internacional vergonzosa. En el tramo final, Samu Lino marcó el segundo tanto che, pero el gol no subió al marcador por fuera de juego. Valverde tuvo la más clara para rascar un empate en el interminable tiempo de descuento de 10 minutos y Mamardashvili sacó una mano providencial a bocajarro. Kroos también lo intentó y se topó con el mismo monstruo georgiano. Vinícius se fue expulsado por agredir a Hugo Duro e hizo el gesto de "a Segunda" con la mano a Mestalla. El Valencia logró otro triunfo vital que les aúpa a la zona tranquila de LaLiga y el Real Madrid pierde la tercera plaza.

Vinícius explota: "España es conocido como un país de racistas"

"Hoy, en Brasil, España es conocido como un país de racistas". Así de contundente se mostró en sus redes sociales Vinícius Junior tras el encuentro de Mestalla. El brasileño aseguró que "no fue la primera vez, ni la segunda, ni la tercera. El racismo es normal en la Liga. La competición cree que es normal, así que la Federación y los oponentes lo animan. Lo siento mucho".

"El campeonato que una vez perteneció a Ronaldinho, Ronaldo, Cristiano y Messi, hoy pertenece a los racistas. [España es] una hermosa nación, que me dio la bienvenida y me encanta, pero que aceptó exportar la imagen al mundo de un país racista. Perdón por los españoles que no están de acuerdo, pero hoy en Brasil, España es conocido como un país de racistas. Y lamentablemente, con todo lo que pasa semanalmente, no tengo cómo defender. Estoy de acuerdo, pero soy fuerte e iré hasta el final contra los racistas", sentenció el brasileño.