Estas son las afrentas entre el PSG y Mbappé (con el anzuelo del '9' libre del Real Madrid)

Al Paris Saint-Germain, club de propiedad catarí, no le puedes hacer pasar vergüenza. Mbappé sabe muy bien a quién se enfrenta, lo difícil que es salirse con la suya, cumplir su plan. Es un camino sembrado de minas y no se detiene, pese a que le hayan dado un ultimátum y las consecuencias puedan ser más graves si no cede y se queda sin renovar. Mbappé ya no se siente en deuda con el PSG, y por este motivo envió una carta el 12 de junio que en Qatar se la tomaron como una afrenta desde el momento que fue filtrado el contenido. En ella, el jugador dejaba por escrito su intención de no activar la tercera temporada y acabar el contrato en 2024.

Estalla un pulso con réplicas públicas, con informaciones filtradas y declaraciones, que en solo tres semanas acumula afrentas por ambos bandos. En este escenario de tensión y bloqueo en la negociación, está el Real Madrid, en modo espectador, pero no pasivo. Florentino es el estratega de la comunicación silenciosa. No le hace falta hablar para saber qué tiene entre manos. Queda la duda de si el vídeo que se hizo viral de un aficionado preguntándole en la calle si iba a fichar a Mbappé y su respuesta de "este año no, el que viene" estaba preparado. Es una de las maniobras que han puesto nervioso al PSG y por las que señala a Mbappé de quererse irse libre en 2024 al Real Madrid.

Lo tiene pactado Fayza Lamari, madre y agente del jugador, con el Real Madrid, según las sospechas de Nasser Al-Khelaifi. Dudas al margen de los contactos que tienen Mbappé y el Real Madrid, la certeza es que el club blanco dejó marchar a Benzema, o no hizo nada por retenerle, y tiene libre el 9. Hechos y no palabras que ponen el anzuelo a las ganas que tiene Mbappé de fichar por el Real Madrid. Queda mucho verano y un mes de julio intenso para conocer quién obtiene más beneficio de las presiones que van en dos direcciones entre el PSG y Mbappé, y tienen al Real Madrid como árbitro.

Mbappé lleva la iniciativa

La batalla de las afrentas la empezó Mbappé si nos atenemos a las fechas de un verano que iba a ser tranquilo, y está convulsionado. Fue el futbolista y su madre los que mandaron la carta de despedida del PSG con fecha de junio de 2024. Quisieron que se supiera. En ella mostró la postura firme de cumplir la segunda temporada en París. Este acto provocó el incendio y la reacción de Qatar. El PSG contestó con otra carta, más agresiva, en la que no admite las intenciones del jugador. Le califica de desleal, de mentiroso y de hacerle daño al club que le está pagando el mejor contrato de la historia del fútbol. El PSG, tocado en su orgullo, también quiere que se sepa que su postura es inflexible.

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De las afrentas por correo, privadas y filtradas se pasó a las declaraciones públicas. Más leña al fuego. Con Mbappé, una vez más, llevando la iniciativa, algo que pone todavía más nervioso a Qatar. Salió el 15 de junio a hablar en rueda de prensa antes del partido entre Gibraltar y Francia. Mostró una actitud que en el PSG interpretan como desafiante. "De momento, solo tengo una opción, quedarme en el Paris Saint-Germain. Tengo pensado estar allí cuando empiece la temporada. Honestamente, no pensé que fuera a ofender a nadie. Solo envié una carta. No sabía que una carta podía matar a alguien", son las declaraciones que no perdonan en Qatar. No es un jugador más. Es un capitán en rebeldía.

Kylian Mbappé se marchó de vacaciones teniendo claro que había dinamitado su caso y que el club haría todo lo posible para iniciar los chantajes, las presiones y ensuciar su imagen con la mentira de que se comprometió verbalmente a dejar una cantidad en su traspaso.

Miden sus fuerzas

En las siguientes semanas a las declaraciones de Mbappé, metidos ya en julio, no ha habido avances entre Nasser Al-Khelaifi y Fayza Lamari. Cada parte mide sus fuerzas y pretende marcar los tiempos. Hay mucho dinero en juego, existe una crisis de confianza y el orgullo también influye. La ocasión que ha encontrado el PSG para reprender públicamente la postura de Mbappé ha sido la presentación de Luis Enrique como nuevo entrenador. Nasser Al-Khelaifi, en poco tiempo, dijo mucho. Si le dejan cinco minutos más, despelleja a Mbappé.

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El PSG tiene prisas por resolver este asunto y está más nervioso, pero esto no significa que vaya a ceder en sus pretensiones. Se quiere salir con la suya, conseguir una renovación con venta en 2024 o fijar un precio que no baje de los 200 millones de euros para un traspaso este verano y, por supuesto, no pagar el bono de fidelidad (80 millones de euros) que le debe a Mbappé. El PSG es impredecible, Qatar nunca pierde y ya deslizan en Francia que, si se queda sin renovar, puede sufrir castigos. El ninguneo de quedarse en la grada. Algo que tendría que contar con el acuerdo de Luis Enrique y provocaría un ambiente de más tensión para un entrenador que quiere hacer un equipo por encima de las individualidades. La última filtración del club a Le Parisien, su medio afín, consiste en transmitir que este proyecto no es el Kylian Saint-Germain.

El PSG y Mbappé se están haciendo daño, y el gran beneficiado de toda esta guerra fría es el Real Madrid, que, estando al margen, toma todas las precauciones. Transmite que el jugador todavía no está a tiro para ficharlo este verano. Cuanto más tiempo pase sin renovar, más se estire el verano, el precio de venta, si lo hay, será más barato. A Florentino no le importa esperar a Mbappé un año si llega libre, pero este plan tiene riesgos. Dinero hay para ficharlo.