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La venganza de Kubo, la joya japonesa que acabó harto de las promesas del Barça y el Real Madrid
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rechaza una oferta de arabia saudí

La venganza de Kubo, la joya japonesa que acabó harto de las promesas del Barça y el Real Madrid

Kubo perteneció al Barcelona y el Real Madrid, los dos poderosos clubes que le prometían que podía ser una estrella y le querían como reclamo comercial. Triunfa en la Real Sociedad

Foto: Kubo celebra un gol con la Real Sociedad. (EFE/Javier Etxezarreta)
Kubo celebra un gol con la Real Sociedad. (EFE/Javier Etxezarreta)

Takefusa Kubo, la joya nipona con el que se frotaban las manos el Barcelona y el Real Madrid, se ha tomado su particular venganza. Pasó por los dos clubes más poderosos de España, le prometieron que algún día llegaría a vestir la camiseta del primer equipo y en ninguno de los casos se cumplió. Le veían un filón más comercial que deportivo. Le sedujeron, pero nunca le demostraron con hechos cumplir con lo prometido. El chico de oro se ha abierto camino en la Real Sociedad y tiene una millonaria oferta de Arabia Saudí para convertirse en una de las estrellas del campeonato al que se han ido Cristiano Ronaldo y Benzema.

Kubo solo tiene 22 años y decide que en la Real Sociedad y en San Sebastián ha encontrado su sitio. No quiere los millones saudís, prefiere el reto de jugar la Champions con la Real Sociedad y sentirse un txuriurdin más en una ciudad y con una afición donde se siente querido y se ha convertido en un ídolo. En los partidos de Anoeta es habitual que se coree su nombre.

placeholder Kubo tras marcar un gol a Courtois en Anoeta. (EFE /Juan Herrero)
Kubo tras marcar un gol a Courtois en Anoeta. (EFE /Juan Herrero)

El chico que primero soñó con ser una estrella del Barcelona y después del Real Madrid ha explotado a crack en la Real Sociedad. El recorrido para conseguirlo no ha sido sencillo con un niño que era visto por su precocidad como una joya futbolística, mediática y comercial. Kubo pasó de ser una apuesta fuerte del Barça a ser considerado como un traidor por fichar por el Real Madrid cuando cumplió los 18 años. Era la edad en la que podía regresar al club azulgrana tras la sanción de la FIFA por violar el reglamento de transferencia internacional para menores de edad.

Los errores se pagan

Con Kubo no han acertado en sus apuestas ni el Real Madrid ni el Barcelona. Han cometido errores en la gestión de un chico al que se le veía un enorme potencial y que tiene enamorados a los aficionados de la Real Sociedad. Hasta el punto de nombrarle como el mejor jugador del equipo en una votación en la página web del club. Kubo ha completado su mejor temporada en la élite del fútbol español con un rendimiento regular y un impacto en lo individual y colectivo que le sitúan como uno de los mejores futbolistas de la Liga. Sus 9 goles y 6 asistencias, su juego vertical, desequilibrante, intenso y asociativo es clave para que el equipo de Alguacil acabara cuarto y dispute la Champions.

Foto: Luis Enrique, en un partido con la Selección. (EFE/Juanjo Martín)

En San Sebastián hay Kubomanía con un joven futbolista que llegó hace un año por la insistencia del director deportivo Roberto Olabe y el entrenador Imanol Alguacil. El nipón ha superado las mejores expectativas y los 6 millones de euros que la Real Sociedad pagó al Real Madrid se consideran ya una ganga. No estuvieron finos ni Florentino ni su mano derecha, José Ángel Sánchez, negociando las condiciones del traspaso. El Real Madrid hizo caja muy pronto, se conformó con los 6 millones y no se guardó una opción de recompra. De haberlo hecho, Kubo podría estar hoy en la plantilla de Ancelotti. Al técnico italiano le encanta este jugador. Podría habérselo quedado para reforzar a una plantilla en la que, según el club, no habrá más fichajes. O podría haber hecho un negocio mayor con una venta tras revalorizarse en el equipo donostiarra.

El Real Madrid solo tiene un derecho de tanteo. Puede igualar la oferta que llegue por Kubo para recuperarlo. El problema es que la Real Sociedad, que lo firmó hasta 2027, le puso una cláusula de rescisión de 60 millones de euros. El otro problema es que ni la Real ni Kubo quieren romper el contrato. Si lo hacen y hay venta, el Real Madrid sí tiene el 50% de la plusvalía a la que habría que restar los 6 millones que recibió del traspaso. Con Kubo no ha sucedido como con Fran García. Por el lateral izquierdo que ha explotado en el Rayo Vallecano, el Real Madrid sí se aseguró tener la mitad de los derechos federativos. Ha sido posible la recompra con un pago de 5 millones de euros tras el interés del Bayer Leverkusen, dispuesto a pagar los 10 millones de su cláusula.

De cesión en cesión

Kubo tiene nivel y sitio en un Real Madrid que ha liberado las plazas de extracomunitarios después de que Vinícius, Rodrygo y Militao tengan ya el pasaporte español. Desde su fichaje en 2019 solo pudo hacer la pretemporada con Zidane, no quiso jugar en el Castilla de Raúl y fue cedido al Mallorca en dos ocasiones, no encajó en el Villarreal de Unai Emery y tuvo un breve paso por el Getafe. Cansado de las cesiones, de ir de equipo en equipo y no tener claro su futuro en el Real Madrid, se jugaba mucho en la Real Sociedad. Era fácil que encajara en el ofensivo y vistoso juego de Imanol Alguacil. Pedía confianza. Los jugadores del Real Madrid hablaban maravillas de su talento y trabajo, llamó la atención por su enorme capacidad competitiva en la pretemporada.

El Real Madrid se precipitó vendiendo tan barato a la perla japonesa y no asegurándose la opción de recompra. El Barcelona tuvo una segunda oportunidad de incorporarlo cuando jugaba en el Tokyo FC y cumplió los 18 años. El sueño de Kubo era triunfar en el Barça, club al que llegó con 10 años y que en su primera temporada en los alevines se quedó con el apodo del Messi japonés. Hizo 74 goles en 30 partidos, deslumbró por su técnica, habilidad, regates, conducción del balón y la definición. El niño maravilla marcaba las diferencias.

Foto: Mbappé celebra un gol con Francia. (Reuters/Gonzalo Fuentes)

Tras tres años en La Masía se tuvo que ir a Japón por la sanción de la FIFA y en el Barcelona se propusieron traerle de vuelta cuando fuera mayor de edad. El secretario técnico, Ramón Planes, no perdió contacto con el jugador. Era importante que volviera al Barça para no perder a una joya que tenía todas las condiciones para encajar en el estilo de juego y en el primer equipo. Kubo quedaba libre y Josep María Bartomeu se negó al regreso. No quiso pagar una comisión a los agentes de un millón de euros ni un sueldo al nipón de otro millón de euros. Tampoco le garantizó que pudiera jugar en el primer equipo porque las tres plazas de extracomunitarios estaban ocupadas por Arturo Vidal, Arthur y Malcom. Kubo eligió el Real Madrid. A Bartomeu le costó fuertes críticas de los aficionados que discrepaban de su austeridad con la política de cantera y los millones que pagaba en Coutinho, Dembéle y Griezmann.

Takefusa Kubo es ya un futbolista que marca las diferencias en la Liga y en la Real Sociedad. Cotizado. Por él ha habido interés de equipos europeos y una oferta de Arabia Saudí, que está dispuesto a pagar su cláusula de 60 millones de euros y un sueldo de 40 millones de euros por cada uno de los cuatro años. Ha dicho que no se mueve de la Real Sociedad. Es feliz en San Sebastián, su hermano Eiji juega en la cantera, se siente valorado por el club y el entrenador, disfruta del fútbol y de un vestuario en el que tiene fama de divertido y bromista. Kubo, en su regreso al Camp Nou con la camiseta del Mallorca, fue continuamente pitado por los aficionados. No le perdonan que firmara por el Real Madrid. Esta temporada, ya con la Real, en el partido contra el Real Madrid en Anoeta marcó un gol y lo celebró con efusividad.

Takefusa Kubo, la joya nipona con el que se frotaban las manos el Barcelona y el Real Madrid, se ha tomado su particular venganza. Pasó por los dos clubes más poderosos de España, le prometieron que algún día llegaría a vestir la camiseta del primer equipo y en ninguno de los casos se cumplió. Le veían un filón más comercial que deportivo. Le sedujeron, pero nunca le demostraron con hechos cumplir con lo prometido. El chico de oro se ha abierto camino en la Real Sociedad y tiene una millonaria oferta de Arabia Saudí para convertirse en una de las estrellas del campeonato al que se han ido Cristiano Ronaldo y Benzema.

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