Lo que Nacho no puede ocultar en la difícil decisión de seguir o no en el Real Madrid

Una parte de Nacho le pide marcharse del Real Madrid para jugar más y otra no cometer un error del que se pueda arrepentir. Nacho tiene una edad (33 años) y un recorrido en el Real Madrid (13 temporadas en el primer equipo) para no tener dudas de cuál es su rol. Nunca ha sido titular indiscutible y si ahora lleva una racha de partidos jugando con regularidad (19 consecutivos) es por las bajas de David Alaba y Ferland Mendy, a lo que se puede añadir alguna rotación. En las reflexiones de Nacho está no dar un paso en falso, pero también hay contradicciones.

A principios de enero tenía claro que había llegado su momento de abandonar el Real Madrid. Con todo el dolor de su corazón no podía seguir en su casa. Su paciencia se terminó cuando jugó el partido de Copa del Rey contra el Cacereño y en el siguiente, el de Liga contra el Villarreal, no disputó ni un solo minuto. Ancelotti puso una defensa con Militao, Rüdiger, Alaba y Mendy. Carvajal estaba lesionado y el entrenador optó por ubicar a Militao en el lateral derecho. El partido se complicó y, en los cambios, jugó antes Lucas Vázquez. La Supercopa de España fue un nuevo mazazo. Nacho jugó de titular en la semifinal contra el Valencia y en la final contra el Barcelona volvió a ser suplente. Ancelotti tiró de él cuando se lesionó Carvajal.

En enero tomó la decisión de escuchar ofertas de otros equipos, de irse, con el apoyo de su familia. No era feliz y salieron nombres de clubes importantes como el Bayern de Múnich. El punto de inflexión, en el que Ancelotti le da un espaldarazo, llega en el partido contra el Athletic en San Mamés. Nacho hace un partidazo, el equipo recupera la solidez y Alaba sigue de baja. Sus dudas no se despejan del todo porque Ancelotti le hace jugar de lateral derecho y pone a Militao y Rüdiger de centrales. Nacho no oculta que su posición ideal, en la que se siente cómodo y puede rendir mejor, es en el centro de la defensa.

El club cuenta con él

Nacho no ha dejado de jugar en distintas posiciones desde finales de enero hasta este parón en el que ha conseguido ir a la Selección. Su situación ha dado un giro y habla de un vuelco. Pero algo se guarda para mantener el misterio de su futuro en el Real Madrid. El club cuenta con él, pero si pretende una promesa de jugar con regularidad, como sucede ahora, no le van a dar garantías. Nacho es valorado por muchas cosas. Es canterano, buen profesional, polivalente, ejemplar y muy madridista. Consigue tener minutos con los entrenadores, pero le es imposible ser fijo y su papel en la plantilla es secundario.

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Lleva un tiempo en el que juega con regularidad y habla después de los partidos. También lo hace en la concentración de la Selección, donde ha regresado con Luis de la Fuente y aprovecha para decir que “estoy en el mejor momento de mi carrera”. Si no fuera Nacho, un tipo ejemplar y buena persona, daría la sensación que manda recados al club o que sus palabras llevan implícito un pulso. En la concentración de España, otro de sus compañeros también se reivindicó y le generó problemas. Fue Marco Asensio, en la etapa de Luis Enrique, el que dijo que quería jugar más y sentirse valorado. Si no lo hacía podía irse libre al final de la temporada. La misma postura adopta Nacho, pero se ve de diferente manera porque entre Nacho y Asensio la diferencia es que el primero aprovecha las oportunidades y al segundo le han dado muchas y produce decepción su irregularidad.

Lo de Nacho está claro. Es el cuarto central de la plantilla y el suplente de Carvajal y Mendy si ambos están sanos. Ahora juega más por las lesiones de los compañeros, rinde y el Bernabéu le aclama con el cántico de "Nacho quédate". Así es feliz y manifiesta que ha dado un vuelco a su situación tras una primera parte de la temporada en la que cayó en el olvido y se le hizo dura. "No se trata de que el Real Madrid me dé más dinero y años. Fue duro al principio de temporada y no conseguía tener la confianza del entrenador. No me veía correspondido", reconoce.

Dura competencia

Nacho insiste en que sus dudas para aceptar la oferta de renovación del Real Madrid no dependen de los años de contrato y el dinero. Lo lleva al terreno de sentirse valorado. Si la condición para renovar es tener más continuidad, no hay más que negociar. Es mejor que se busque un equipo, ahora que es libre y puede hacerse valer. En el Real Madrid le ofrecen seguir, entra en los planes, pero no para ser indiscutible en una defensa donde cuentan con Militao, Rüdiger y David Alaba. El brasileño está en un gran estado de forma, asentado y con rol de indiscutible. Es el defensa más caro de la historia del Real Madrid. El club fichó al austríaco, tras intensas reuniones para convencerle, y al alemán, a coste cero. Van a estar por delante de Nacho. Rüdiger ha decidido no ir con la Selección en esta convocatoria para estar concentrado en la recta final de la temporada. La competencia que tiene Nacho es importante.

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"Para mí es una situación complicada. No sé qué es jugar en otro club y sé que no voy a estar mejor en otro sitio que aquí", reflexiona Nacho. Lo que se esconde detrás de sus dudas es el desgaste de un futbolista de la casa que considera que el club no le ha valorado en su justa medida y ficha a otros defensas. Ni con la salida de Sergio Ramos ni Raphael Varane ha podido consolidarse como uno de los centrales titulares. Es algo inalcanzable para Nacho, que juega en diferentes posiciones y cuando hay bajas. Seguir en esta situación le produce hartazgo. Es el dueño de su futuro y se plantea con la familia los pros y los contras de seguir o irse del Real Madrid.