La "chulesca y amenazante" visita de Negreira a Las Rozas tras el homenaje de Rubiales a Sánchez Arminio

"Cuando estés al final de la cuerda, haz un nudo y agárrate", dijo Theodore Roosevelt. Quién sabe si siguiendo este sabio consejo, aunque todo apunta a otra huida hacia adelante, Luis Rubiales considera el caso Negreira "una cosa del pasado que nos ha tocado a nosotros". Sin embargo, por más que el gran protagonista sea el FC Barcelona, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) también está implicada en este asunto. Ambos son los extremos de una misma cuerda, pues no en vano, José María Enríquez Negreira fue vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CAT) durante los 17 años que estuvo cobrando del club catalán.

Además, aunque resulte sorprendente, Rubiales no solo mantiene al presidente del Barça, Joan Laporta, como miembro de su junta directiva, la misma de la que él formó parte con Ángel María Villar cuando Negreira era vicepresidente de los árbitros, sino que, tal y como desveló este diario, él sabía que la Fiscalía estaba investigando al exárbitro. En junio de 2022, la RFEF recibió un requerimiento de información del Ministerio Público al que Medina Cantalejo, el actual presidente del CTA, contestó que "las funciones que el señor Enríquez pudiera desempeñar en el seno del CTA no conllevan ninguna incompatibilidad". Ahí queda eso.

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Por si todo esto no fuera suficiente, Rubiales tampoco debió de informar a su junta directiva de las preguntas que hace nueve meses formuló la fiscal Virginia Sánchez Prieto sobre Negreira, desde los cargos que desempeñó a las fechas en las que fue nombrado y cesado, qué responsabilidades tuvo y cuáles fueron los motivos de su destitución. Cabe recordar que Florentino Pérez volvió a ser directivo de la RFEF tras la llegada a la presidencia de "Luisito", como llama él a Rubi, de ahí que también debería haber estado enterado. Claro que, viendo la tibieza del presidente del Real Madrid en este asunto, tampoco sería de extrañar que hubiera sido así.

Rubiales no debió de informar a su junta de la petición de información de la fiscal sobre Negreira que la RFEF recibió en junio de 2022

Sirva esta introducción para intentar encontrar una explicación más o menos razonable a por qué José María Enríquez Negreira se permitió la licencia de presentarse en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas para exigir, "con una actitud chulesca y amenazante", según cuentan testigos presenciales, que se le compensara económicamente por todos sus años de servicio a la RFEF. Eso sí, el exárbitro catalán no fue recibido por Luis Rubiales, quien tanto alardeó de destituirle tras salir a la luz todo este caso que ha puesto el fútbol español patas arriba, sino de ello se encargó su tío, entonces su todavía jefe de gabinete.

El encargado de recibir y 'lidiar' con Negreira tras su salida del CTA fue Juan Rubiales, tío y entonces también jefe de gabinete del presidente

Efectivamente, fue el posteriormente defenestrado y despedido Juan Rubiales quien dio la cara y transmitió a Negreira que no le correspondía indemnización alguna, ya que su cargo no era retribuido y tampoco tenía ningún contrato suscrito con el CTA. De hecho, y tal y como desveló este diario el pasado domingo, la propia RFEF aseguró a la fiscal que "la función de vicepresidente no suponía una labor determinada, salvo la de mera representación del organismo, asistiendo a reuniones o seminarios de arbitraje organizados por el CTA, cuyos gastos derivados eran sufragados por este organismo".

Como adelantó 'El Mundo', el exárbitro catalán envió un burofax a la RFEF en el que amenazaba con ir a los tribunales, cosa que no hizo

Fue entonces cuando el catalán planteó la rocambolesca posibilidad de que la RFEF creara una asociación de exárbitros, presidida por él y con un cargo remunerado. Tal y como adelantó el diario El Mundo, Enríquez Negreira no se dio por vencido y envió un burofax a la RFEF argumentando que su labor fuera reconocida a efectos laborales durante 24 años. Sin embargo, como quiera que el único que cobraba por su actividad en el CTA era su presidente, Victoriano Sánchez Arminio, a él solo le habían pagado las dietas y los gastos que ocasionaran sus viajes, de nada le sirvió y, aunque amenazó con ello, no llegó a ir a los tribunales.

Negreira salió del CTA porque llegaba Velasco

Quizá lo que motivó a Negreira a pretender que la RFEF le pagara una indemnización/compensación o le pusiera un sueldo fue la buena relación de Rubiales con el mencionado Sánchez Arminio. La noche en que Rubi fue elegido presidente de la RFEF, anunció en la Cadena SER que "Victoriano va a dejar de ser, mañana mismo, presidente del CTA". Una decisión lógica, por la sencilla razón de que en su candidatura había ido Carlos Velasco Carballo, a quien prometió dicho cargo a cambio de conseguirle un buen puñado de votos.

Rubiales no solo estuvo en el homenaje al expresidente de los árbitros, sino que incluso le dijo a Victoriano: "La RFEF sigue siendo tu casa"

"Él ya lo sabe", añadió el nuevo presidente de la RFEF, si bien explicó que él no se lo había dicho personalmente, quizá porque en realidad no se trataba de echar al cántabro, sino simplemente de colocar a Velasco, lo cual incluía lógicamente la salida de Negreira. De hecho, el 27 de mayo de 2018, Rubiales no solo presidió el homenaje de los árbitros españoles y de la propia RFEF al que fuera presidente del CTA desde 1993, sino que incluso llegó a decirle que "la RFEF sigue siendo su casa. Es un amigo más. Para mí, esta oportunidad es la de reencontrarme con Victoriano".

En un acto que tuvo lugar en Boadilla, aprovechando las jornadas del VAR que estaban realizando todos los árbitros, Rubiales dijo tener "la piel de gallina" al ver a un colectivo como el arbitral agradecer el trabajo de Sánchez Arminio. "Voy a crear mi propio equipo con Carlos al frente", explicó, para añadir que "va a tener plena independencia y no tendrá más indicación que la humilde aportación cuando nos pregunte". ¿Conocen el refrán, "dime de qué presumes y te diré de qué careces"? Pues eso. Antes de entregar a Sánchez Arminio una placa y una escultura con forma de silbato, Rubiales dijo que su intención era "normalizar la relación" con los árbitros.

Por cierto, en aquel acto de homenaje al presidente del CTA, que tuvo 17 años a su segundo cobrando del FC Barcelona, estuvo Andreu Subies, el que fuera vicepresidente de Luis Rubiales en la RFEF, cargo del que tuvo que dimitir tras conocerse un informe de la Guardia Civil que concluía que desvió casi medio millón de euros en su etapa de presidente de la Federación Catalana de Fútbol para construir una casa y un restaurante. Y también Jacinto A. Alonso, presidente de la Federación Riojana de Fútbol, quien fue acusado de cobrar 600.000 euros en comisiones a cambio de gestionar pólizas de seguros de la RFEF. Sobran comentarios.

Trece meses después de su salida del CTA, Arminio y Negreira estuvieron en el homenaje a Undiano Mallenco junto a directivos de Rubiales

Trece meses después de su destitución, Sánchez Arminio también fue ovacionado en la cena de despedida al árbitro navarro Undiano Mallenco, la cual tuvo lugar en Pamplona el 18 de junio de 2019 y a la que no faltaron Velasco Carballo y otros miembros de la directiva de la RFEF. Esta vez no asistió Rubiales, que estaba en Italia para asistir al debut de la selección Sub 21, pero sí Enríquez Negreira, en otra clara demostración de que no llegó a desvincularse del ente federativo como en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas han querido hacer ver tras saltar el escándalo protagonizado por el catalán.

Graves acusaciones... ¿a su secretario general?

"No se debe mezclar el caso Negreira con el sistema arbitral de ahora", comentaba el pasado sábado Rubiales desde Ruanda, donde asistió al congreso de la FIFA en el que Gianni Infantino fue reelegido presidente. Sí, casualmente, estas y otras declaraciones, como que "si esto lo hubiera puesto en conocimiento a su debido tiempo, se hubiera podido acudir al reglamento sancionador deportivo, una pena", las hizo justo el día antes de que en El Confidencial desveláramos una información que quizá no pueda comprometerle, pero sí retratarle.

"Si se hubiera puesto en conocimiento a su debido tiempo, se hubiera podido acudir al reglamento sancionador deportivo", dice Rubiales

Y es que, cuando en la misma entrevista dijo que "es una pena que dentro del procedimiento haya habido alguien que desarrollaba funciones públicas y no dijo nada", igual se refería a su secretario general, Andreu Camps, quien lanzó la velada acusación, eso sí, sin atreverse a dar ningún nombre, si bien él mismo reconoció que en octubre de 2021 la Agencia Tributaria hizo una consulta a la RFEF sobre Negreira, en la que este diario posteriormente ha sabido que se pidieron datos económicos, funciones y normativa del CTA. ¿Por qué no dijeron ellos nada entonces?

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Por más que Rubiales se empeñe en decir lo contrario, la RFEF es una entidad que, como señala la Ley del Deporte, "ejerce por delegación funciones públicas de carácter administrativo, actuando, en este caso, como agentes colaboradores de la Administración Pública". ¿Acaso la Agencia Tributaria o la Fiscalía no lo son? "Es una pena que si había gente que lo conocía, lo digo de manera hipotética, y que ha desarrollado un cargo público... una lástima, porque nos ha evitado poder actuar". Sirvan estas declaraciones de Rubiales para hacer bueno aquello de que por la boca muere el pez...