Modric se niega a mendigar un nuevo contrato y ser un estorbo para el Real Madrid

Luka Modric es feliz en el Real Madrid y su deseo es prorrogar el contrato, pero no tiene claro si el club cuenta con él para la próxima temporada. El veterano futbolista está en vilo, a la espera de algún movimiento más concreto. El club está tardando en dejar claro si cuenta o no con sus servicios. El croata no duda, pero transmite que no quiere ser un estorbo. El Real Madrid está más pendiente de si hay opciones de que salga adelante el fichaje de Jude Bellingham. En este escenario, Ancelotti se alía con él y dice que juega por sus merecimientos. La decisión se demora con un futbolista que es fundamental para lograr el objetivo de ganar, de nuevo, la Champions.

El croata sigue sin tener novedades. Si al final de temporada va a continuar en el Real Madrid o tendrá que cerrar una larga etapa de 11 temporadas. Está a expensas de sentarse con el club y hacer balance de su rendimiento y los objetivos cumplidos. No es normal que el croata esté con esta inquietud, aunque no la exteriorice y acabe los partidos con una sonrisa. En Anfield y en el Bernabéu, tras dos buenos partidos contra el Liverpool, se le vio en el césped celebrando las victorias como si fuera un chaval. Un debutante en la Champions.

Modric debería saber ya si entra en la planificación del club para la temporada que viene. No pide mucho. De hecho, su problema no es una cuestión de dinero, ni de años, ni tampoco de rendimiento. La renovación del croata es sencilla y lo pone fácil. Con ofrecerle una temporada más y sin subida de sueldo, se queda y compite como un recién llegado. La ilusión y el hambre que tiene por competir en la élite y ganar títulos con el Real Madrid es igual o superior a la de Vinícius, Fede Valverde, Camavinga y cualquier joven que tiene por delante muchos años de carrera. Modric no engaña. Es un profesional que se cuida, vive para el fútbol, tiene un altísimo compromiso y es imprescindible para Ancelotti.

Renovar el centro del campo

Su problema es que en septiembre cumple 38 años y en el club evalúan el desgaste. No hay síntomas de agotamiento físico y mental, fuera de lo normal en una temporada con un calendario comprimido y un Mundial en invierno, que señalen el declive. Modric tiene un físico privilegiado y un talento superior para seguir una temporada más. Es el dilema del Real Madrid. El proceso de renovación del centro del campo lleva dos fichajes, Camavinga y Tchouaméni, y la venta de Casemiro. El siguiente en la lista de salidas es el croata. Antes que Kroos, a pesar de que el alemán también sigue sin renovar. Su caso no tiene nada que ver con el de Modric.

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El Real Madrid apura la temporada para saber qué hacer con Modric. Si tiene más fuelle, si es determinante, si juega con regularidad, si no sufre lesiones… Y Modric, a pesar de su bajón tras el Mundial, siempre cumple. Está más sano que David Alaba, que no fue a Qatar, y lleva un año castigado por las lesiones. Se podría decir lo mismo de Mendy o de Tchouaméni. Este último sí disputó el Mundial, tiene casi 15 años menos que el croata y le cuesta tener continuidad y marcar las diferencias.

A la hora de la verdad, en los partidos de envergadura, Modric es un seguro para Ancelotti. Ni Ceballos, que ha subido el nivel y es su recambio natural, es capaz de quitarle el puesto al croata. La garantía que da tener a Modric en el césped, por su experiencia y talento, no la alcanzan los jóvenes. A Modric nadie le regala nada y este es el mensaje que recuerda cada día en los entrenamientos con su profesionalidad y espíritu competitivo. "Es increíble cómo entrena y la pasión con la que vive el fútbol", comentan en la Ciudad Deportiva del Real Madrid.

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Las ganas por seguir una temporada más y sus fuerzas están intactas. Modric no tiene el vigor de Camavinga y Tchouaméni, pero es tremendamente competitivo. Lo que más le molesta es que se le siga juzgando por la edad y que haya dudas. Las tienen dentro del club porque fuera está renovado por aclamación de la afición. Su postura la dejó muy clara el día antes de jugar en Anfield, en un momento clave de la temporada. Salió a dar su versión para decir que no va a mendigar otro año. "Quiero seguir en el Real Madrid, pero quiero merecer seguir. No que sea un regalo por mi historia o mi carrera. En mi vida nadie me ha regalado nada y no quiero que ahora lo hagan".

Modric no renuncia a la selección, algo que pesa en su contra en la decisión que tiene que tomar el Real Madrid. Quiere seguir en activo, estar en la fase final de la Liga de Naciones que se disputa en junio. En el Mundial de Qatar dio una exhibición. Pero no es eterno, pese a su compromiso y profesionalidad con el Real Madrid y Croacia. En la eliminatoria contra el Liverpool ha demostrado que no está para jubilarle y la postura del club es esperar a que finalice la temporada. Su caso no es el mismo que el de Marcelo. El brasileño dejó de jugar, pidió seguir una temporada más, pero en el Real Madrid tenían claro que había llegado su fin de ciclo.