Marcelo se despide del Real Madrid entre lágrimas y ensalzando los valores de Raúl

Marcelo se despide del Real Madrid entre lágrimas. El acto de homenaje al brasileño fue emotivo y tuvo a Raúl González Blanco, presente en la Ciudad Real Madrid de Valdebebas, como protagonista por el reconocimiento y el agradecimiento del último capitán del equipo. Marcelo tuvo que parar el discurso en varias ocasiones por esas lágrimas y emoción que le impedían seguir recordando lo que han sido sus 16 años en el club. Se acordó de todos y el momento de mayor sensibilidad fueron las palabras que dedicó a Raúl.

"Nunca lo había dicho. Raúl, nunca olvidaré cuando nació mi hijo Enzo y viniste a regalarnos a mi mujer y a mí una cesta llena de cosas para el niño. Tú nos ayudaste mucho. No se me olvidó nunca este detalle. Eras el capitán, pero empecé a verte como un ejemplo. Me has enseñado mucho y siempre quise seguir tu ejemplo. Hoy salgo de aquí pudiendo decir que he tenido un ejemplo muy bonito y muy fuerte, que eres tú", es la revelación de un Marcelo que estuvo acompañado en el acto por la directiva, Carlo Ancelotti, Carvajal y Marco Asensio. Raúl escuchó y miró las palabras del brasileño con el orgullo y la admiración de un hombre de club que sabe lo difícil que es marcharse del Real Madrid, del equipo de tu vida, y tener que cerrar una etapa tan larga y de éxitos.

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Se marcha el jugador que llegó con 18 años a Madrid y que ha conseguido ser el extranjero que más temporadas y títulos ha logrado con esta camiseta. Marcelo cierra una etapa exitosa de 16 temporadas, 25 títulos y 546 partidos. Es una leyenda y el legado que deja, entre los muchos títulos conseguidos, son cinco Champions. Así se lo agradeció Florentino Pérez en su discurso: "Hoy es el momento del agradecimiento profundo. Hay que rendir un homenaje apasionado a nuestro gran capitán. Se va Marcelo, uno de los más grandes laterales de la historia del fútbol. Gracias por dejarte el alma en cada partido y por ser irrepetible. Por tu talento, por la fantasía, por el comportamiento. El Real Madrid es y será siempre tu casa. Eres un orgullo". Los asistentes rompieron en aplausos para dar una calurosa y merecida despedida al brasileño.

La importancia del equipo

Marcelo tardó en arrancar su discurso. Se llevó en varias ocasiones las manos a los ojos, cogió aire, estaba con un nudo en la garganta y no tenía papeles. No había preparado la despedida. Todo fue espontáneo. Pero rompió a llorar y empezó a agradecer a todos los compañeros y entrenadores que ha tenido a lo largo de estos años. Puso especial interés en los empleados de club que no salen en la foto: "Agradecer a los utilleros, fisioterapeutas, los de seguridad, la gente de la residencia, los que tienen el trabajo sucio. Para que nosotros juguemos al fútbol, para hacer lo que más nos gusta, hay un trabajo detrás y eso lo aprendí aquí". Marcelo tenía que interrumpir el discurso por la emoción. "Va a ser complicado", decía para aguantar el tipo.

Estaba su familia. Su mujer, Clarice, y sus hijos, Enzo y Lian. El primero juega en la cantera del Real Madrid y apunta a llegar alto. Marcelo quiso ensalzar a su mujer, con la que lleva toda la vida, con la que llegó a Madrid, formaron una familia y la persona clave para conseguir todo lo logrado. "Si yo soy lo que soy es seguramente por ti, Clarice".

Marcelo ha cumplido más de lo que imaginaba en sus sueños y así lo reconoció: "Yo, cuando salí de Brasil, tenía en mente jugar en un equipo grande de Europa, la Champions. Pensaba que podía llegar alto y hoy salgo de aquí siendo el jugador que más títulos ha ganado en el mejor equipo del mundo". La emoción presidió el acto, pero Marcelo, fiel a su carácter bromista y alegre, lo cerró de la mejor manera: "No es un adiós. No siento que me vaya del Real Madrid. Si algún día vengo y pido una entrada y no me la dais, vais a tener un problema".

La carrera de Marcelo no está terminada. Tiene ofertas de varios países, pero no desveló el nombre de su nuevo equipo. Lo confirma el brasileño en la comparecencia ante los medios: "No he pensado en retirarme. Puedo jugar y hacerlo bien. Soy muy madridista, pero también muy profesional. He tenido la suerte de no tener muchas lesiones, de tener entrenadores especiales, compañeros... Esta temporada he jugado mucho y también he sido muy útil, no jugando mucho. Hay que hacer equipo. Es lo más bonito. No pienso en el futuro. Es difícil dejar el club de tu vida. He ganado cinco Champions, he jugado cuatro finales y en esta última no y para mí es en la que me sentí más importante".

En la sala de prensa se le vio relajado, alegre, haciendo bromas, suelto y queriendo poner en valor la importancia del Real Madrid. Marcelo llegó con 18 años y dice que "me siento un canterano". Pero también quiso dejar claro que no llegó al club para ser "el sustituto de Roberto Carlos. He querido hacer mi historia. Para mí no ha habido un lateral izquierdo mejor que Roberto Carlos desde que se inventó el fútbol". Marcelo se quiere ir disfrutando. Pasó de las lágrimas en el inicio del acto a mostrar su cara más feliz y la huella que deja en el Real Madrid y lo que ha significado este club en su vida.

A Marcelo le preguntaron si se merecía un año más en el Real Madrid. Como ha sucedido con la renovación de Luka Modric. El brasileño contestó: "No hay ningún problema en salir de un equipo. El mundo no acaba ahora. No voy a dejar de vivir por salir de aquí. Por pena quedarme uno o dos años más... eso no iba a pasar". Marcelo es el capitán que ha levantado la decimocuarta Champions y se la ha tatuado en el cuádriceps de la pierna izquierda. Florentino Pérez le hizo entrega de la insignia de oro y brillantes del Real Madrid.