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Camavinga, el judoka del centro del campo del Real Madrid, se hace con el puesto de pivote
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Camavinga, el judoka del centro del campo del Real Madrid, se hace con el puesto de pivote

Camavinga, el niño que cambió el kimono por el balón, pasa por su mejor momento en el Real Madrid y disputa contra el Liverpool el partido más importante en su corta carrera

Foto: Camavinga controla un balón con el tacón. (Reuters/Juan Medina)
Camavinga controla un balón con el tacón. (Reuters/Juan Medina)

Eduardo Camavinga disputa a sus 20 años el partido más importante de su corta carrera en el Real Madrid y en la élite del fútbol. Ha conseguido pasar de revulsivo a titular. Hay pocos jugadores intocables en el Real Madrid, pero desde que perdió la final de la Supercopa de España, el francés ha jugado los diez partidos siguientes de titular y todos los minutos. Lo ha hecho adaptándose a la posición de lateral izquierdo y en el mediocentro, su posición favorita y en la que parte en desventaja con Tchouaméni. Su compatriota está de baja por un proceso febril y Ancelotti dará continuidad al excelente momento de Camavinga en la ida de los octavos de final de la Champions.

En El Sadar hizo otro de los partidos más completos desde que está en el Real Madrid. En un campo complicado, ante un rival que aprieta, que te lleva al límite, recibió un fuerte pisotón en los primeros minutos y se negó a pedir el cambio. Su rendimiento fue altísimo para dar consistencia, fuerza en la presión, ayudas en las coberturas y salida del balón. Cuando acabó el partido se fue a por el debutante Álvaro Rodríguez, autor de la asistencia que acabó en el gol de Marco Asensio, para felicitarle dándole puñetazos en la barriga. Es la energía que tiene un chico que quería ser judoka y ya es campeón de Liga, de Europa y del Mundo con el Real Madrid. Además, de disputar un Mundial con Francia.

placeholder Camavinga en la final del Mundial pelea un balón con Messi
Camavinga en la final del Mundial pelea un balón con Messi

Nada ha sido fácil en la vida de la familia de Camavinga desde que huyeron de la guerra en el Congo a Francia y se instalaron en un campo de refugiados. Han conocido la pobreza, la desgracia de un incendio en su domicilio, perder las pocas pertenencias, pero no el sacrificio y la ilusión de salir adelante. Camavinga era un niño que practicaba el judo, apasionado con esta disciplina marcial que ha marcado su formación personal y refleja en sus virtudes como deportista. Los padres (Celestino y Sofía) le recomendaron que probara en el fútbol, que alternara el kimono con el balón. Dio el paso con 7 años en un equipo de Fougeres y llamó la atención por su fuerza y habilidad.

Habilidoso y contundente

El judo es una disciplina marcial armoniosa y elegante, pero también contundente y poderosa. Requiere una buena preparación física y mental. Así se puede entender cómo Camavinga está haciendo progresos y destaca a una edad tan joven en un equipo con la presión y la altísima exigencia que tiene el Real Madrid. Es un futbolista habilidoso, con una excelente técnica, en la conducción del balón y en los pases. Es, también, una fuerza de la naturaleza. Todo este potencial había que ir canalizándole para transformarlo en un futbolista con un rendimiento regular.

Foto: Amancio con Benzema en el césped del Bernabéu. (Reuters/Isabel Infantes)

Antes del Mundial de Qatar era calificado por Ancelotti como un futbolista con mucho ímpetu y diferencial cuando salía desde el banquillo. El entrenador era de la opinión de que podía lucir mejor sus cualidades en los momentos que el partido estuviera más abierto. Era un agitador y se convirtió en uno de los que grandes protagonistas de las remontadas en la última Champions. Después del Mundial y coincidiendo con los problemas de Tchouaméni y Mendy se ha convertido en un futbolista imprescindible por su versatilidad para jugar en el costado izquierdo y los progresos dan sus frutos para que Ancelotti le vea como mediocentro.

Con Camavinga como pivote, el Real Madrid ha competido en partidos de máxima dificultad. En la remontada contra el Villarreal en la Copa del Rey y en los triunfos, sin que el equipo recibiera un gol, en El Sadar contra Osasuna y San Mamés contra el Athletic. Ha dado al equipo consistencia, intensidad, trabajo, calidad y claridad para sacar el balón jugado desde atrás. En Anfield, escenario de clima asfixiante, le toca dar continuidad a su buen momento. Enfrente hay una bestia que está despertando. Un Liverpool que recupera la agresividad y el fútbol eléctrico.

Foto: Chus Mateo, de brazos cruzados ante Unicaja. (EFE/Jorge Zapata)

El judoka del Real Madrid se hace con el puesto de pivote en un momento clave de la temporada. No se asusta, no le puede la presión, tiene desparpajo, personalidad y aprovecha sus oportunidades. Era una apuesta del club desde el momento en el que decidieron pagar 31 millones de euros, más otros 9 en variables al Rennes en el último día del mercado de fichajes en agosto de 2021. Llegaba uno de los mejores talentos jóvenes del fútbol francés, al que también quiso el Paris Saint-Germain, y se incorporó sin pretemporada. El Real Madrid estaba decidido en explotar el potencial de un futbolista precoz, el más joven en debutar en el campeonato francés, con 16 años, 4 meses y 27 días. Superó el estreno de Mbappé en el Mónaco. Camavinga es vigor y técnica. Tachado como desordenado, su fútbol se impone por arrollador. En el cuerpo a cuerpo, el flexible futbolista francés demuestra que en el contacto es resistente y enérgico.

A Kroos, otro de los que no estará en Anfield por una gastroenteritis, le preguntaron tras la final del Mundial de Clubes por lo que aportan veteranos como él y Modric y los jóvenes. El alemán y el croata han perdido protagonismo después del Mundial, juegan menos, han sido suplentes y se reivindicó manifestando que con ellos en el campo el equipo es otro. Es la competencia interna que ya sienten Kroos y Modric, incluso Tchouaméni, con el nivel que tiene Camavinga y al que se ha sumado Dani Ceballos.

Eduardo Camavinga disputa a sus 20 años el partido más importante de su corta carrera en el Real Madrid y en la élite del fútbol. Ha conseguido pasar de revulsivo a titular. Hay pocos jugadores intocables en el Real Madrid, pero desde que perdió la final de la Supercopa de España, el francés ha jugado los diez partidos siguientes de titular y todos los minutos. Lo ha hecho adaptándose a la posición de lateral izquierdo y en el mediocentro, su posición favorita y en la que parte en desventaja con Tchouaméni. Su compatriota está de baja por un proceso febril y Ancelotti dará continuidad al excelente momento de Camavinga en la ida de los octavos de final de la Champions.

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