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El día en que Camavinga le demostró a Ancelotti que es el futuro (y ya el presente) del Madrid
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LECCIÓN DE FÚTBOL CON 20 AÑOS

El día en que Camavinga le demostró a Ancelotti que es el futuro (y ya el presente) del Madrid

El futbolista francés no solo fue el jugador más destacado del partido, sino que brilló en las tres posiciones en las que jugó y fue el responsable de la remontada pese a su juventud

Foto: Camavinga brilló ante el Atlético de Madrid. (Cordon Press)
Camavinga brilló ante el Atlético de Madrid. (Cordon Press)

El Real Madrid consiguió una nueva remontada agónica, a las que ya nos tiene más que acostumbrados en los últimos años, para meterse en las semifinales de la Copa del Rey (3-1), en un partido en el que consiguió doblegar a un Atlético de Madrid que fue perdiendo fuelle con el paso de los minutos. Se pudo ver a muchos jugadores cansados, agotados y exhaustos..., pero, entre ellos, sobresalió un joven de solo 20 años que brilló por encima de todos: Eduardo Camavinga.

El futbolista francés dio una lección de juego durante los 120 minutos de partido: siempre bien colocado, poderoso en el uno contra uno, contundente en la recuperación, inteligente a la hora de superar líneas y un pulmón incansable, Camavinga demostró que es un jugador superlativo. En cuartos de Copa, fue el gran estandarte del Real Madrid, junto a Nacho y Ceballos, para hacer confiar al equipo cuando peor lo pasaba y voltear el marcador cuando todo se puso a favor.

Foto: Benzema celebra el gol al Atlético de Madrid. (EFE/Juanjo Martín)

Y es que Camavinga firmó uno de esos partidos que hay que poner en las escuelas de fútbol para enseñar a los más pequeños. Comenzó el partido como pivote, ocupando la posición de Aurélien Tchouaméni con la intención de dar consistencia a la medular. Con el paso de los minutos y ya por debajo en el marcador, Carlo Ancelotti apostó por colocar de '5' a Toni Kroos, por lo que el francés pasó a jugar de interior. La lesión de Ferland Mendy le terminaría llevando al lateral izquierdo.

O, dicho de otra manera, se vio obligado a ocupar tres posiciones distintas en el campo y, en todas ellas, brilló. Fue el jugador que marcó las diferencias, a todos los niveles, demostrando que, a pesar de su insultante juventud, ya puede presumir de ser uno de los jugadores importantes del equipo. Su partido ante el Atlético ha servido para terminar de derribar las puertas de la titularidad y confirmarle a Carletto que tiene jugador para rato. Y qué jugador.

Las estadísticas hablan por sí solas del festival que dio el internacional francés: un 91% de acierto en el pase (79 pases completados de 87 intentos), 12 duelos ganados, cinco recuperaciones y ocho faltas provocadas. Cuando estuvo en la medular, fue el gran responsable de mantener con vida al Madrid cuando peor lo pasaba, sosteniendo al equipo con su despliegue y calidad. Cuando pasó al lateral, ofreció un abanico de soluciones impropias de un recién aterrizado en el fútbol de élite.

Ya la pasada temporada, recién fichado, fue uno de los jugadores más destacados en las famosas remontadas del Real Madrid en la Champions, convirtiéndose en un revulsivo para el equipo en los momentos en los que necesitaba mayor impulso físico. Este curso, le costó entrar en dinámica..., pero, ahora que ha despegado el vuelo, no hay quien le pare. Camavinga lleva tres partidos brillando (Villarreal, Athletic y Atlético) y, ante los de Simeone, dio un puñetazo sobre la mesa. Ya no es solo una solución de refresco para ampliar el oxígeno del equipo; ahora ya es un jugador importante para lo que se necesite en el campo.

El francés ha demostrado que, ahora mismo, no hay un jugador más en forma que él en el equipo y, sobre todo, que su hambre termina llevando en volandas al Madrid y contagiando a sus compañeros... Y, todo ello, haciéndolo fuera de su posición natural, con la dificultad que conlleva. Su rendimiento y los resultados que está ofreciendo sobre el césped han convencido a Ancelotti de la importancia que tiene en el equipo. Se ha ganado el puesto de titular sobradamente.

Si a la aportación de Camavinga le sumamos la de Ceballos, Nacho o Militao, se confirma que el Madrid tiene cuatro jugadores que ahora mismo son intocables. Unidos a las genialidades de Benzema, Courtois y Vinícius, el saber estar de Modric y Kroos, y las aportaciones de Rodrygo o Asensio, el Madrid tiene razones para creer en enderezar el rumbo. Y buena parte del éxito pasa por el francés, el epítome del éxito de un equipo que ha encontrado en un niño de 20 años a su nuevo ídolo.

El Real Madrid consiguió una nueva remontada agónica, a las que ya nos tiene más que acostumbrados en los últimos años, para meterse en las semifinales de la Copa del Rey (3-1), en un partido en el que consiguió doblegar a un Atlético de Madrid que fue perdiendo fuelle con el paso de los minutos. Se pudo ver a muchos jugadores cansados, agotados y exhaustos..., pero, entre ellos, sobresalió un joven de solo 20 años que brilló por encima de todos: Eduardo Camavinga.

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