Lo que cuesta el cántico de "Ceballos, quédate" y lo barata que sale al Real Madrid la renovación
El Bernabéu no regala los aplausos ni los cánticos a sus jugadores. Lo que ha sucedido con Dani es algo que cuesta mucho y solo se consigue si demuestras actitud y compromiso
El Bernabéu aclama a Dani Ceballos. Es el premio a un futbolista que demuestra compromiso y actitud. Es la conexión entre la grada y el jugador que tiene hambre frente a los que transmiten apatía. La garra para competir vale más que el talentoso que se mueve con apatía. El utrerano no es el primero que con menos calidad provoca entusiasmo por su espíritu intenso. El público aplaude a un futbolista que tiene casta, que juega con pasión y ardor, que no escatima esfuerzos para correr hasta el límite para recuperar ese balón al que parece imposible llegar. El camino más corto para que un futbolista se gane la ovación es mostrar esfuerzo, interés y perseverancia. En definitiva, no bajar los brazos y pelear. Eso es lo que ha hecho posible que el Bernabéu reaccionara al final del partido contra el Valencia con cánticos de "Ceballos, quédate". No lo hizo con Marco Asensio, autor de un golazo en un golpeo espectacular.
En el precio de la entrada del Bernabéu no está incluido el espectáculo, pero sí la prohibición de rendirse. La garra te lleva a la victoria y se disfruta más con las remontadas. Por este motivo el público se puede enamorar de tipos como Ceballos. El utrerano ha conseguido algo que puede ser difícil de entender para los paladares futbolísticos más finos y exquisitos. El cántico de "Ceballos, quédate" transmite cuál es la filosofía de juego que más le gusta al madridismo. La de los futbolistas que juegan con carácter, alma y corazón. En el Real Madrid también importa el cómo competir para ganar. Y ese cómo es estar permanentemente enchufados, con intensidad y agresividad. Lo que está haciendo Ceballos desde que salió en la segunda parte en el partido contra el Villarreal y provocó la remontada que clasificó al equipo con su empuje y el tercer gol. Es el ADN del Real Madrid. Tener coraje, corazón y lucha es la identidad de juego del equipo madridista. Lo dice su historia.
El emocionante momento de la afición del Bernabéu con @DaniCeballos46 🙌
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Cuesta mucho ganarse los aplausos y más una ovación como la de Ceballos. En el Bernabéu es muy difícil triunfar. No ha habido cánticos de "Bale, quédate" ni tampoco de "Isco, quédate". En sus casos se ha escuchado más un runrún y alguna que otra voz de desaprobación por su falta de implicación. Con el talento individual no vale solo para ganarse el cariño de una afición exigente. Puede emocionarse con el golazo de chilena de Gareth en una final de la Champions y castigar con la indiferencia si no mete la pierna en la presión de un balón. El aplauso no se regala en el Bernabéu. Se gana marcando las diferencias con acciones técnicas individuales y demostrando humildad para ponerse al servicio del colectivo. Es el camino que marcó Alfredo Di Stéfano, la leyenda del Real Madrid: "Ningún jugador es tan bueno que todos juntos".
El premio al sacrificio
En el Real Madrid hay que sacrificarse por el equipo, correr mucho en defensa y en ataque para ser ovacionado por la afición. Es la única fórmula para demostrar que eres un jugador completo. Es lo que está haciendo Dani Ceballos en una explosión tardía que llega en su último año de contrato en el Real Madrid. En junio queda libre y su mejor momento con la camiseta blanca coincide con el peor de Modric y Kroos. Los tres formaron de inicio en el centro del campo contra el Valencia y el utrerano fue el mejor y el único que disputó todos los minutos. El premio fue ese cántico del que Florentino Pérez tiene que tomar nota.
La afición ha dado su veredicto. Pide la renovación de Ceballos. Falta que el presidente mueva ficha con un futbolista que nunca ha sido indiscutible. La decisión no debería ser difícil de tomar. El madridismo se identifica con los jugadores que demuestran compromiso y carácter, pide que haya españoles y valora que no sean peseteros. Ceballos está en su sexta temporada en el Real Madrid y dos de ellas las ha jugado cedido en el Arsenal. La operación en su globalidad resulta barata. El Real Madrid pagó 16,5 millones de euros al Betis por su fichaje en 2017 y en los dos años de cesión al equipo inglés recuperó esa cantidad. El sueldo de 4 millones de euros netos le coloca en el escalón medio-bajo de la plantilla.
Dani Ceballos tiene once años menos que Modric (37) y su deseo es quedarse y tener continuidad en el Real Madrid. Está aprovechando las oportunidades que le da Ancelotti con un fútbol enérgico, físico y vertical. Juega con una velocidad y fuerza que ahora mismo no tiene Modric. Tampoco Kroos. Para el entrenador, el utrerano es lo más parecido al croata. Ha sido titular en los tres últimos partidos de Liga (Athletic, Real Sociedad y Valencia) y el equipo ha conseguido dejar la portería a cero. Su intensidad y agresividad es uno de los factores que ha devuelto la solidez deseada por Carletto.
El Real Madrid busca caras nuevas con las que reconstruir el centro del campo e ilusionar a la afición. Ancelotti habla de una transición y un inicio de ciclo con futbolistas jóvenes como Camavinga y Tchouaméni. En el club marcan como una prioridad el fichaje de Jude Bellingham. Por comportamiento y rendimiento, Ceballos debería tener una oferta de renovación que espera con ansiedad. La decisión tampoco es sencilla para el utrerano, que necesita jugar más, no quiere cesiones y puede ver cómo el club prorroga los contratos de Modric y Kroos. El primero quiere seguir y el segundo es una incógnita.
Lo que ha recuperado el Real Madrid es la ilusión de un Bernabéu que se identifica con jugadores como Ceballos y con un equipo que acabó con cuatro españoles (Nacho, Carvajal, Ceballos y Marco Asensio) el partido contra el Valencia. Un giro importante después de no tener a ningún futbolista nacional en el once del partido de Liga disputado contra el Villarreal en La Cerámica. Es algo que deben tener en cuenta los dirigentes del club. Más Ceballos y menos Hazard. El belga lleva un mes sin jugar ni un solo minuto.
El Bernabéu aclama a Dani Ceballos. Es el premio a un futbolista que demuestra compromiso y actitud. Es la conexión entre la grada y el jugador que tiene hambre frente a los que transmiten apatía. La garra para competir vale más que el talentoso que se mueve con apatía. El utrerano no es el primero que con menos calidad provoca entusiasmo por su espíritu intenso. El público aplaude a un futbolista que tiene casta, que juega con pasión y ardor, que no escatima esfuerzos para correr hasta el límite para recuperar ese balón al que parece imposible llegar. El camino más corto para que un futbolista se gane la ovación es mostrar esfuerzo, interés y perseverancia. En definitiva, no bajar los brazos y pelear. Eso es lo que ha hecho posible que el Bernabéu reaccionara al final del partido contra el Valencia con cánticos de "Ceballos, quédate". No lo hizo con Marco Asensio, autor de un golazo en un golpeo espectacular.
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