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El Real Madrid suda para conquistar El Sadar gracias a la pelea eterna de Vinícius (0-2)
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Ancelotti duerme a cinco puntos del Barça

El Real Madrid suda para conquistar El Sadar gracias a la pelea eterna de Vinícius (0-2)

El brasileño marcó dos tantos anulados, dio una asistencia y fue el hombre del partido en mitad de polémicas, pitidos y piques con los rivales. Imagen valiente del Osasuna en casa

Foto: Vinícius celebró dos tantos, ambos anulados. (Reuters/Vincent West)
Vinícius celebró dos tantos, ambos anulados. (Reuters/Vincent West)

Sudor y casi lágrimas. El Real Madrid duerme a cinco puntos del Barcelona, líder de LaLiga, gracias a una victoria a domicilio en Pamplona por dos goles a cero. El Sadar fue una olla a presión para los pupilos de Carlo Ancelotti, que sufrieron una valiente versión del Osasuna de Jagoba Arrasate. Vinícius Junior, otra vez protagonista, fue el mejor jugador de los de Chamartín, aunque se marchó sin goles en su espalda tras celebrar dos tantos en fuera de juego. Federico Valverde y Marco Asensio, los goleadores.

El Real Madrid sabía que iba a ser un partido complicado. Primero, porque cualquier encuentro en el último mes es difícil para el conjunto de Ancellotti. Segundo, porque Osasuna es un rival que tiende a atragantarse. El Sadar apretaba cada pelota y el exceso de excitación de Lucas Torró le costó una temprana amarilla (que era naranja) por un plantillazo bajo a Camavinga. Se dolió el francés varios minutos y el banquillo madridista sondeó el cambio.

Foto: Vinícius durante el Mundial de Clubes en Marruecos. (Efe/Julio Muñoz)

La primera ocasión fue para Vinícius, quién si no, en el primer partido fuera de casa desde que LaLiga anunciase la creación de una comisión especial para tratar los insultos racista al brasileño. El extremo izquierdo le ganó la tostada con su velocidad a la defensa rojilla a los 10 minutos, pero fue Sergio Rico quien salió triunfador del uno contra uno.

Jagoba Arrasate planteó un inicio de encuentro de máxima presión, conocedor de que el Real Madrid no pasa por su mejor momento. Es un equipo al que se le puede atacar. Budimir y Torró no se entendieron y malgastaron la mejor ocasión para Osasuna. El centro del campo formado por Modric, Ceballos y Camavinga no conseguía hacerse con el control de la pelota. El francés sustituía como pivote a su compatriota, Tchouaméni, que se quedó en la capital por sufrir un inoportuno proceso gripal. Cuando el reloj ya pasaba la media hora de juego, el Madrid consiguió su primera posesión larga. De lado a lado, amasando pelota, metiendo a Osasuna cada vez más en su área. Y ahí es donde el talento de futbolistas como Ceballos o Camavinga brilla. El español encontró el hueco y el francés sirvió un taconazo en forma de pase en profundidad para un Vinícius que se quedó sin campo cuando había ganado la posición.

placeholder Partido de alta tensión. (EFE/Jesus Diges)
Partido de alta tensión. (EFE/Jesus Diges)

Abde le sacó una falta, que más bien fue un regalo, a Militao. Una acción torpe (y extraña) por parte del brasileño, que sirvió un peligroso balón parado para los pupilos de Arrasate. Cada pelota colgada eran momentos de tensión para la zaga madridista. Ni el regreso de Courtois ha conseguido devolver solidez a su defensa. A las puertas del descanso, Budimir tanteó al portero belga con un disparo dentro del área, fruto de la presión de los rojillos.

El pitido final llegó con polémica. Una falta a destiempo de Vinícius, seguida de una de Moncayola que sí fue amonestada con amarilla, prendió la corta mecha del eterno enfrentamiento del brasileño con las aficiones rivales. Pitada importante de El Sadar. Y Vini respondió encarándose con Moi Gómez. Amarilla para los dos y a los vestuarios. Carlo Ancelotti, por cierto, se quedó unos minutos dialogando con Munuera Montero.

Rodrygo, un fantasma en la primera mitad, volvió al campo con actitud renovada. En esa posición de falso nueve, el brasileño tiene la difícil tarea de sustituir a Karim Benzema. Recibiendo entre líneas, en el uno contra uno, Rodrygo retó a Unai García, que retrocedió un metro de más temiéndose el regate; el madridista aprovechó el espacio para buscar la rosca del palo largo y solo centímetros evitaron el impacto.

Foto: Vinícius ya pertenece a la élite del fútbol mundial. (EFE/Mohamed Messara)

El Madrid salió al terreno de juego con la lección aprendida: había que ser punzante en los metros finales o no habría forma de derribar el muro de Osasuna. Lo hizo Vinícius tras un pase de Alaba, regateando a Herrera con un sutil sombrero y marcando a puerta vacía, pero estaba en evidente posición de fuera de juego. Los de Arrasate no se iban a amilanar. Moi Gómez protagonizó una clarísima ocasión después de un recorte que se impactó en el palo izquierdo de Courtois. En mitad de los minutos de fútbol más divertidos del partido, Munuera Montero paró el partido para entregar... ¡un trozo de bocadillo! al delegado de campo. Se lo lanzaron a Rodrygo antes del saque de córner.

Una vez más, Vinícius tuvo en sus botas el gol madridista. Unai García cometió un error grosero ante un balón largo y el brasileño le comió la tostada. Solo, con muchos metros de margen, Vini se quedó sin ideas ante Herrera, que supo cortarle los espacios y el intento de regate para evitar el tanto. Mirada al cielo del extremo, que no se podía creer cómo había desperdiciado esta oportunidad. Ancelotti dio minutos a Marco Asensio para agitar el avispero, siendo Ceballos el perjudicado. De las botas del mallorquín llegó el tanto del Real Madrid. Buena conducción del '11' a la contra, pelota para Vinícius que supo encontrar el hueco: un tren desde la segunda línea llamado Valverde. El uruguayo batió a Herrera y adelantó a los de Ancelotti cuando faltaban diez minutos de partido.

placeholder Valverde, autor del primer tanto. (EFE/ Jesus Diges)
Valverde, autor del primer tanto. (EFE/ Jesus Diges)

Se fue a por todas Osasuna en los minutos finales con el objetivo de rematar su valiente actuación. Pidió penalti El Sadar por una supuesta mano de Carvajal, pero el canterano madridista tenía el brazo pegado al cuerpo. Vini, sufriendo tirones, volvía a ser el foco de todas las cámaras: una y otra vez buscando el regate, una y otra vez recibiendo las patadas rivales, una y otra vez pitado, una y otra vez protagonista. Y es que, para bien y para mal, Vinícius es siempre protagonista. El hombre del partido marcó su segundo gol del día... en fuera de juego.

Pero la tranquilidad llegó gracias a la insistencia de Álvaro Rodríguez, canterano al que Ancelotti dio minutos, quien ya había asistido al brasileño minutos atrás. El chaval peleó y robó la pelota a la defensa rojilla para que fuera Marco Asensio el encargado de sentenciar el partido. Victoria importante y trabajada. A dormir a cinco puntos del Barça y a concentrarse para Liverpool.

Sudor y casi lágrimas. El Real Madrid duerme a cinco puntos del Barcelona, líder de LaLiga, gracias a una victoria a domicilio en Pamplona por dos goles a cero. El Sadar fue una olla a presión para los pupilos de Carlo Ancelotti, que sufrieron una valiente versión del Osasuna de Jagoba Arrasate. Vinícius Junior, otra vez protagonista, fue el mejor jugador de los de Chamartín, aunque se marchó sin goles en su espalda tras celebrar dos tantos en fuera de juego. Federico Valverde y Marco Asensio, los goleadores.

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