Sergio Ramos no deja la Selección: le echa Luis de la Fuente con un discurso de mentiras

Sergio Ramos no ha dejado la Selección. Le han echado. Luis de la Fuente, en una llamada telefónica, le ha cerrado las puertas en una decisión polémica y contradictoria. El nuevo seleccionador se presentó en el cargo asegurando que todos los futbolistas que fueran seleccionables tenían la puerta abierta y pareció ser claro con el caso Ramos: "Si Sergio Ramos está bien, vendrá. Nadie tiene las puertas cerradas". El sucesor de Luis Enrique se guiaría por el criterio del estado de forma, rendimiento y no por la edad. No ha sido así. Se carga a Sergio Ramos por su edad y porque le resulta incómodo.

Luis de la Fuente tiene sus motivos deportivos y extradeportivos. Ha ido madurando una patata caliente desde que se hizo cargo de la Selección a mediados del mes de diciembre tras el Mundial de Qatar. Lo llamativo es cómo ha gestionado su opinión sobre Sergio Ramos hasta fulminarlo por teléfono. En su presentación dijo que empezaba una etapa nueva, que buscaba el equilibrio entre los jugadores expertos y los nuevos. "Los veteranos hacen mejor a los jóvenes y viceversa", comentó. Dio esperanzas al sevillano: "Sergio, al igual que otros veteranos ilustres, tiene todas las posibilidades de venir".

De la Fuente llegó para poner paz, calma y eliminar el clima de crispación. El objetivo de Luis Rubiales y Albert Luque, como nuevo director deportivo, es empezar una nueva etapa en la Selección sin ruido, de consenso, alejado de los rifirrafes con los medios de comunicación, sin sobresaltos. Se pasó del perfil alto de Luis Enrique al bajo. Luis de la Fuente ha ido toreando las preguntas sobre Sergio Ramos sin tener claro que era lo conveniente.

Falsas esperanzas

Puesto en la balanza, los pros y los contras, ha pesado más la edad y la personalidad de Sergio Ramos. Da más beneficios que no regrese y da igual cuál sea su estado de forma. Luis de la Fuente no es del todo coherente si nos atenemos a sus palabras y a la recuperación del central del Paris Saint-Germain, que fue de los más destacados en la derrota de su equipo contra el Bayern de Múnich en el Parque de los Príncipes.

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En la cuenta atrás, a falta de un mes para el debut de Luis de la Fuente con España en el partido contra Noruega (25 de marzo), el nuevo seleccionador ha jugado con trampas con el caso Ramos. Sin ser claro o creando falsas esperanzas. La última vez que habló de él fue a finales del mes de enero en el programa de El Hormiguero, invitado por Pablo Motos (amigo íntimo de Sergio Ramos) y volvió a comentar que no tenía las puertas cerradas y contaba con todas las posibilidades de ir convocado.

Lo que ha hecho Luis de La Fuente es mentir y darle un portazo duro a Sergio Ramos. La reacción del sevillano es proporcional al dolor de sentirse injustamente tratado por el nuevo seleccionador. El comunicado de Sergio Ramos no es una despedida. Es una paliza a Luis de la Fuente. "He recibido la llamada del actual seleccionador, que me ha comunicado que no cuenta conmigo, independientemente del nivel que pueda mostrar o de cómo continúe mi carrera deportiva". Sergio Ramos se había hecho sus ilusiones. Esto no quiere decir que diera por hecho que regresaría a la Selección, pero en su explosión de indignación no acepta que Luis de la Fuente dijera una cosa a la prensa y luego le diga otra.

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Sergio Ramos cumple 37 años en el mes de marzo y está compitiendo en la élite del fútbol. Se agarró a las palabras de Luis de la Fuente, que decía que tenía las puertas abiertas de la Selección y que primaría el rendimiento. Ha mirado otras cosas y esto provoca que el sevillano se despida en un comunicado con el que intenta dejar por los suelos a Luis de la Fuente. "Humildemente, creo que esa trayectoria merecía terminar por una decisión personal". No se retira, le dan una patada. Ramos es duro con De la Fuente: "Miro con admiración y envidia a Modric, a Messi, a Pepe, la esencia, la tradición, los valores, la meritocracia y la justicia en el fútbol".

Sergio Ramos siente que Luis de la Fuente y su equipo le han faltado al respeto y merecía otro final. No acabar una etapa de 180 partidos en la Selección sin el menosprecio de señalarle como un futbolista acabado o la sensación de que el seleccionador ha ido manejándose en un falso discurso. Es el final de un futbolista que es leyenda con España. Su mujer, Pilar Rubio, también comparte la sensación de injusticia: "Un final que no es el que te has ganado (y te sigues ganando). Pero tu historia con la Selección queda para siempre".