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El hombre que tiene que decidir el futuro de Sergio Ramos ya ejerce de 'policía' en el PSG
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El hombre que tiene que decidir el futuro de Sergio Ramos ya ejerce de 'policía' en el PSG

Luis Campos es el nuevo brazo armado que tiene Qatar en el Paris Saint-Germain para tomar decisiones de fichajes y salidas e intervenir si detecta que baja el rendimiento del equipo

Foto: Sergio Ramos con gesto tenso tras perder contra el Bayern de Múnich. (Efe/Teresa Suárez)
Sergio Ramos con gesto tenso tras perder contra el Bayern de Múnich. (Efe/Teresa Suárez)

En la casa de los líos que se ha convertido el Paris Saint-Germain tiene un papel clave Luis Campos. Su función es la de consejero deportivo, una tarea en la que debería hacer un trabajo en la sombra. Pero como se ha podido comprobar en las últimas semanas, no es así. Qatar contrató a Luis Campos para varios cometidos. El primero y el más importante tenía que ver con la buena relación que tiene con Mbappé desde que estuvieron juntos en el Mónaco. La segunda misión era fortalecer un proyecto deportivo, más competitivo, para ganar. Y lo tercero, en lo que no se esperaba que tuviera que actuar y tener visibilidad, era para hacer de policía y poner orden en un vestuario de estrellas, con clanes, egos y ausencia de disciplina.

Todas las decisiones de planificación deportiva, con los fichajes y las bajas, dependen de Luis Campos. Un profesional con larga experiencia en el fútbol que trabajó para Mourinho en su etapa en el Real Madrid, que hizo campeón al Mónaco y al Lille, y que también colabora con el Celta. Este portugués se ha convertido en la mano ejecutora del PSG y es la persona de máxima confianza del presidente Nasser Al-Khelaifi. Tiene plenos poderes para intervenir en el momento que considere oportuno y reconducir situaciones que considere anómalas.

placeholder Luis Campos junto a Nasser Al-Khelaifi en un entrenamiento
Luis Campos junto a Nasser Al-Khelaifi en un entrenamiento

Es la persona que apostó por Christophe Galtier para suceder a Mauricio Pochettino en el banquillo y la que evalúa qué futbolistas pasan el filtro. Los que tienen que formar parte del proyecto. Es el hombre que tiene la última palabra sobre el futuro de Sergio Ramos en el PSG. El central español no ha recibido, todavía, una oferta de renovación. Lo que no deja de ser una mala noticia. Con Messi, que también cumple contrato al final de la temporada, sí se ha producido una reunión con su padre para mostrar la voluntad de ampliar el contrato. Ramos está a la espera. Lo inquietante es que entre las preferencias de Campos no está la continuidad del sevillano, que en marzo cumple 37 años.

Ramos y su compromiso

El criterio de Campos es que hay que esperar para ver cuál es su rendimiento y Sergio Ramos ya se ha pronunciado sobre esta situación tras el partido contra el Bayern de Múnich en el Parque de los Príncipes: "Vivo el presente. Estoy disfrutando y me siento bien a diferencia de la temporada pasada. Ya veremos lo que pasa en el verano". Es uno de los pocos que compitieron en la derrota contra el Bayern. Él en defensa y Mbappé en ataque cuando salió a jugar los últimos veinte minutos. Pero la decisión de Campos es la de esperar a que acabe la temporada para tener más argumentos.

Foto: Amancio con Benzema en el césped del Bernabéu. (Reuters/Isabel Infantes)

La cita del 8 de marzo, partido de vuelta en Múnich, tiene su relevancia. Una eliminación del Paris Saint-Germanin puede hacer saltar todo por los aires. No solo en el caso de Ramos. El sevillano ha demostrado más compromiso que otros jugadores que son estrellas. Está involucrado y demuestra su personalidad en los partidos. Es algo que le diferencia de Neymar, otro de los señalados por Luis Campos para que no siga en el equipo y con el que ha tenido un fuerte enfrentamiento en el vestuario. Reconocido por el propio Neymar tras la derrota contra el Mónaco en la Ligue 1. Neymar tiene contrato hasta 2027.

La continuidad de Sergio Ramos no está asegurada en el PSG tras los movimientos que ha hecho el consejero para reforzar la defensa con la incorporación del central eslovaco Milan Skriniar. Lo intentó en la ventana de fichajes de verano y la de enero, pero el Inter de Milán se negó al traspaso. No hubo acuerdo en las cifras y el eslovaco llegará a París a final de temporada. Más competencia para Ramos con un central que tiene diez años menos.

Foto: Chus Mateo, de brazos cruzados ante Unicaja. (EFE/Jorge Zapata)

Es una etapa de nervios en el Paris Saint-Germain y se ha comprobado con la invasión de campo del consejero deportivo en el último partido de la Ligue 1 contra el Lille. Luis Campos bajó del palco al campo para presionar al árbitro y dar instrucciones a los jugadores. Mostró la tensión que sufre, su desesperación. Verle en la zona de los banquillos, haciendo aspavientos y protestando, fue un esperpento. Dejó en muy mal lugar el trabajo del entrenador. Galtier parece que pinta poco al lado de Campos. Los nervios también se comprobaron en la reacción que tuvo Sergio Ramos tras la derrota contra el Bayern de Múnich cuando empujó a un fotógrafo en uno de los fondos del estadio.

El hombre que tiene que decidir el futuro de Sergio Ramos en el Paris Saint-Germain rechazó en verano una oferta del Chelsea para hacerse cargo de la dirección deportiva. Un sueldo de 8 millones de euros, cantidad que supera los 6 millones de euros netos que tiene de salario Ramos.

En la casa de los líos que se ha convertido el Paris Saint-Germain tiene un papel clave Luis Campos. Su función es la de consejero deportivo, una tarea en la que debería hacer un trabajo en la sombra. Pero como se ha podido comprobar en las últimas semanas, no es así. Qatar contrató a Luis Campos para varios cometidos. El primero y el más importante tenía que ver con la buena relación que tiene con Mbappé desde que estuvieron juntos en el Mónaco. La segunda misión era fortalecer un proyecto deportivo, más competitivo, para ganar. Y lo tercero, en lo que no se esperaba que tuviera que actuar y tener visibilidad, era para hacer de policía y poner orden en un vestuario de estrellas, con clanes, egos y ausencia de disciplina.

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