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La amenaza de los Abu Dabi, Qatar y Arabia, donde el sí (al dinero) es un no (al fútbol)
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SU ÚNICO OBJETIVO ES BLANQUEARSE

La amenaza de los Abu Dabi, Qatar y Arabia, donde el sí (al dinero) es un no (al fútbol)

Mientras el City está siendo investigado por la Premier y la UEFA debería hacer lo mismo con el PSG, los saudíes amenazan con dinamitar el mercado... y quitarle a España el Mundial 2030

Foto: Khaldoon Al Mubarak y Pep Guardiola, con la Premier. (REUTERS/Hannah Mckay)
Khaldoon Al Mubarak y Pep Guardiola, con la Premier. (REUTERS/Hannah Mckay)

Estos días han sido noticia las graves acusaciones de la Premier League al Manchester City de haber cometido "numerosas supuestas infracciones de las reglas financieras". Desde no cumplir las normas en cuanto a beneficio y sostenibilidad, a ocultar su verdadera fuente de financiación, declarar solo una parte de los sueldos a jugadores y entrenadores u obstruir deliberadamente la investigación que se abrió en diciembre de 2018. Según algunos medios ingleses, los clubes de la Premier exigen un castigo para el equipo de Pep Guardiola antes del final de la temporada, el cual podría ir desde la pérdida de puntos hasta el descenso de categoría.

Desde España, el presidente de LaLiga no dejó pasar la oportunidad para recordar que en septiembre de 2017 ya denunció los incumplimientos del City, así como del Paris Saint-Germain, del llamado 'fair play' financiero de la UEFA. "Es increíble que la Premier haya tardado años en enterarse. Denunciamos que hay más casos. ¿Tardarán tantos años?", escribió Javier Tebas en su cuenta de Twitter, para de este modo poner el foco en otros clubes, aunque sin citarlos, la mayoría de los cuales, tal y como sucede en los casos de City y PSG, están 'dopados' financieramente por la ayuda estatal que reciben de Abu Dhabi y Qatar, respectivamente.

Foto: El técnico catalán se lamenta durante un partido del Manchester City. (Reuters/Jason Cairnduff)

"Haremos fichajes más grandes que el de Cristiano", aseguró el presidente de la Federación de Fútbol de Arabia Saudita, el otro país que se ha convertido en un peligro para el fútbol. Y es que dicho comentario sonó a una amenaza a los clubes europeos, aunque a buen seguro que al portugués no le gustaría. ¿Acaso puede haber un fichaje más grande que el suyo? Lo curioso es que a continuación, al ser preguntado por el contrato que reportará al exjugador del Real Madrid 600 millones de euros, Yasser Al-Mishal puntualizó: "No sé específicamente cómo es el contrato ni quién lo realizó, pero sí puedo decir que el Gobierno no ha financiado fichajes de fútbol".

Vamos, que si había alguna duda de que en este país los equipos, empezando por el Al-Nassr en el que ha recalado Cristiano Ronaldo, la liga, la federación y el Gobierno son la misma cosa, el Rubiales de Arabia, en este caso en sentido literal al ocupar el mismo cargo y en la misma institución, las despejó de un plumazo. De hecho, tras la llegada de CR7, la prensa saudí no ha parado de dar nombres de posibles objetivos de la llamada Saudi Pro League, sin necesidad de concretar sus posibles destinos, lo cual vuelve a demostrar que se trata de una cuestión de Estado.

Así, se ha hablado de los madridistas Modric, Benzema o Kroos, del barcelonista Sergio Busquets, de los 'parisinos' Sergio Ramos y Messi y, el último de todos, el realista David Silva. Se da la circunstancia de que los citados se encuentran en el último año de su contrato, por lo que, al igual que sucedió con Cristiano, llegarían a Arabia con la carta de libertad y, a excepción de Kroos, también todos superarán este verano los 35 años. Es decir, lo que siempre se ha llamado un retiro dorado, aunque alguno, como el caso de Cristiano, se resista a verlo así.

placeholder Aficionados saudíes, con una imagen de Messi. (REUTERS/Ahmed Yosri)
Aficionados saudíes, con una imagen de Messi. (REUTERS/Ahmed Yosri)

Messi patrocina turismo de Arabia

En el caso de Messi, cabe recordar que el argentino ya patrocina el turismo en Arabia, así que tampoco sería de extrañar que diera ejemplo y acabara su carrera allí. Eso sí, por una cantidad que bien podría ser superior a la que cobra el portugués Ronaldo. En cuanto a Kroos, Modric y Benzema, lo normal es que el Real Madrid les ofrezca seguir un año más. Busquets ya sabe que si quiere puede seguir en el Barça, aunque ahora mismo su futuro apunta a la MLS estadounidense, y más concretamente al Inter de Miami de David Beckham. Por último, la Real confía en que si Silva decide continuar una temporada más jugando al fútbol, lo siga haciendo con su camiseta. En todos estos casos, y en otros que seguro que irán surgiendo, la decisión será de los futbolistas, por lo que solo cabe esperar.

En algo muy parecido a lo que ha hecho Qatar, el fondo de inversión del régimen saudí ha comprado el Newcastle, anteriormente la UD Almeria, la Fórmula 1, el Rally Dakar, la Super Golf League y hasta combates de boxeo, aunque su gran objetivo es albergar el Mundial de fútbol de 2030, precisamente el mismo al que aspira España, y para el que formaría una candidatura junto a Egipto, lo que le garantiza los votos de la Confederación Africana de Fútbol (CAF), y Grecia, quien algo podría rascar en Europa. Del resto, al igual que pasó con Qatar, se encargaría el dinero de los saudíes, con quien tan estrecha relación tiene Rubiales.

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Rubiales, con la autoridad Saudí de Deportes y la Supercopa. (EFE/Stringer)

Rubiales, de amigo a rival de los saudíes

Paradójicamente, el presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) fue quien, en colaboración con su amigo 'Geri' (Piqué), vendió la Supercopa de España a Arabia, el gran rival de la llamada candidatura ibérica, pues también incluye a Portugal, aunque en un gesto claramente de cara a la galería se ha unido a Ucrania. En el BOE del pasado 21 diciembre, a punto de finalizar 2022, se recogió una subvención de 7,5 millones de euros a la RFEF para apoyar la preparación de esta candidatura. Dicha subvención fue directa, es decir, a través de un Real Decreto aprobado un día antes durante el Consejo de Ministros.

Tal y como informaron diversos medios, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ordenó defender la celebración de la Supercopa en Arabia Saudí. Así se lo hicieron saber desde Moncloa al Consejo Superior de Deportes (CSD), a pesar del malestar expresado por la entonces vicepresidenta Carmen Calvo, quien, al igual que otras ministras, estaban en contra de llevar una competición deportiva española a un país acusado de violaciones de los derechos humanos y especialmente los de las mujeres.

Foto: Rubiales, en la presentación de la final de la Supercopa. (RFEF) Opinión

Es evidente que, especialmente desde el alboroto internacional que provocó el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, Arabia Saudí pretende comprar el silencio del mundo y han visto en el deporte en general y el fútbol en particular la mejor forma de hacerlo. A diferencia de la controvertida 'ley del solo sí es sí' que tan de actualidad está en España, podría decirse que en Arabia impera la ley donde el sí (al dinero) es un no (al fútbol).

Por eso es tan triste ver que un futbolista como Cristiano haya terminado allí y cuesta creer que otros, como Modric, Kroos, Benzema, Busquets o Silva, puedan seguir sus pasos para jugar una competición más propia de solteros contra casados, por mucho que saudíes, cataríes o abudabíes se ofendan. Como suele decirse, siempre es mejor bromear para defender la verdad, que hablar seriamente para mentir y, en este caso, también blanquear.

Estos días han sido noticia las graves acusaciones de la Premier League al Manchester City de haber cometido "numerosas supuestas infracciones de las reglas financieras". Desde no cumplir las normas en cuanto a beneficio y sostenibilidad, a ocultar su verdadera fuente de financiación, declarar solo una parte de los sueldos a jugadores y entrenadores u obstruir deliberadamente la investigación que se abrió en diciembre de 2018. Según algunos medios ingleses, los clubes de la Premier exigen un castigo para el equipo de Pep Guardiola antes del final de la temporada, el cual podría ir desde la pérdida de puntos hasta el descenso de categoría.

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