La zancadilla de Luis Enrique a Luis de la Fuente y el último ninguneo a Rubiales

Luis Enrique quiere el protagonismo en el día que no le corresponde. La puesta de largo de Luis de la Fuente como seleccionador de la absoluta está eclipsada por la charla del ya ex seleccionador con Ibai Llanos en su canal de Twitch. La expectación no está tanto en lo que pueda decir De la Fuente, sino en el morbo de ver cómo está Luis Enrique tras su destitución. La decisión de romper su silencio el mismo día en el que empieza la etapa de Luis de la Fuente no sienta bien en la Federación, pero tampoco sorprende porque Luis Enrique vuelve a demostrar que hace lo que le da la gana en cualquier momento.

Ha salido mal de la Selección, no ha tenido ni la opción de continuar y de sentarse con Luis Rubiales para replantearse el futuro. El contrato acababa tras el Mundial, pero el presidente, el director deportivo Francisco José Molina y él habían pactado sentarse a hacer balance. Luis Enrique imaginaba que podría tener opciones de seguir y no lo descartaba porque le picaba el gusanillo de dirigir a España en la final de la Liga de Naciones que se disputa en junio. Cerrar su etapa en la Selección con la decepción de caer en los octavos de final le pedía una revancha. Rubiales no se la dio.

El presidente de la Federación se cansó de Luis Enrique y le fulminó sin opción a tener una tercera oportunidad. Esto no le ha debido sentar nada bien al asturiano. La reacción es comparecer en un canal de una gran audiencia como el de Ibai y en el día de la presentación de Luis de la Fuente. No es coherente con el mensaje de apoyo que pidió en sus redes sociales cuando conoció que no seguía en el cargo. "Lo que necesita la Selección es APOYO en todo su significado para que Luis de la Fuente consiga todo lo que se proponga", decía. Lo que hace es ponerle la primera zancadilla al nuevo seleccionador.

Rubiales se cansó de Luis Enrique

Es el capricho que se da después de cortar con Rubiales y una postura de rebeldía para demostrar su independencia. Es, sin duda, un ninguneo de un entrenador que ha ido por libre en el Mundial de Qatar, sin consensuar con la Federación cuál debe ser la estrategia de comunicación, que afecta a los patrocinadores y con las apariciones en su canal de Twicht, que desconocían en la Federación y que no compartían. El asturiano tensó la relación con una actitud indomable que venía de lejos por la intención de demorar su futuro, una situación que incomodaba al presidente. La rueda de prensa antes del partido contra Marruecos, con tono altivo y tenso, y la eliminación fue la gota que colmó el vaso. Rubiales se cansó Luis Enrique y pone en su lugar a un entrenador sereno y conciliador.

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Luis Enrique se ha venido arriba este fin de semana y elige el canal de Ibai, con una enorme audiencia y repercusión, para dar explicaciones. Lo hace después de que su verdugo, Marruecos, se haya cargado a Portugal. Sintió el apoyo en la reacción de las redes sociales, que calificaban de una injusticia que no siguiera y, principalmente, que no se le podía culpar de un partido que se perdió en los penaltis.

El técnico asturiano se ha sentido intocable e imprescindible en las dos etapas que ha estado en el banquillo de la Selección. Este final no se lo esperaba. Su gestión fue perdiendo apoyos en la Federación y credibilidad con los malos resultados. Decide que no se despide en la sede federativa ni con la compañía de Rubiales. Lo hace streameando con Ibai. Luis Enrique es considerado como un buen entrenador en la Federación, pero ha tenido fatas de respeto, incluso con Luis de la Fuente como seleccionador Sub 21, ha generado un entorno tóxico y Rubiales decidió que no podía tener una tercera oportunidad. El personaje devora a Luis Enrique.