La gran mentira del PSG: torpedeó al Madrid con Marco Asensio y trata a Mbappé con desprecio

En el día del reencuentro de Nasser Al-Khelaifi con Mbappé en el centro de entrenamiento, sorprendió el gesto de complicidad del presidente del PSG con Marco Asensio y el desprecio a la estrella del equipo. Estuvo cariñoso con el español y frío con el francés. Es la constatación de que el exmadridista llega para sumar y el que se niega a renovar tiene la puerta abierta con las condiciones económicas que ponen en Qatar. La gestión del fichaje de Marco Asensio y de las presiones que sufre Mbappé sirve para contar la gran mentira del Paris Saint-Germain.

Con Marco Asensio estuvieron más de un año con contactos para que apurara su contrato con el Real Madrid y pudiera fichar libre. A Mbappé le quieren hacer la vida imposible si no recapacita y se mantiene en su postura de no activar una tercera temporada. Es la hipocresía con la que se maneja el club parisino, a pesar de que su presidente diga que el mejor futbolista del mundo no se puede ir sin dejar un euro en la caja porque se comprometió verbalmente.

El PSG consiguió torpedear cada uno de los intentos del Real Madrid para renovar a Marco Asensio. El balear se hizo fuerte en su posición de marcharse libre por tener la seguridad de que el Paris Saint-Germain contaba con él y le daría un buen sueldo. Asensio jugó la temporada pasada con la camiseta del Real Madrid, pero con el plan de aguantar hasta el final para llevarse un buen contrato. No dejó ni un euro en la caja del club blanco, tuvo hasta dos ofertas de renovación que rechazó y disimuló con gestos de madridismo. Como llevarse la mano al escudo tras un gol marcado en el Camp Nou que fue anulado.

El derecho a cumplir el contrato

Asensio jugó sus cartas para defender sus intereses con el respaldo de que detrás estaba el PSG. Los argumentos que dio se referían a su deseo de jugar más minutos y tener protagonismo en los partidos importantes. Con Ancelotti no los tenía. Pero no porque el entrenador italiano no le valorara, sino porque en la competencia interna le superaron tanto Rodrygo como Fede Valverde. Asensio se dejó llevar, rechazó las diferentes propuestas de renovación y el PSG se salió con la suya. En las diferentes conversaciones con José Ángel Sánchez, mano derecha de Florentino, decía que su prioridad era el Real Madrid. No quiso un contrato que mejoraba su sueldo hasta 2027. En su despedida, el balear dijo que cerraba una bonita etapa de siete años en el Real Madrid para empezar otra con nuevos retos.

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Es lo mismo que sucede con Mbappé, pero que no acepta el club parisino y por lo que están en conflicto. El francés quiere cumplir su séptima temporada en el PSG y en junio de 2024 quedar libre. En sus planes está empezar una nueva etapa, tener otros desafíos y le gustaría que fuera en el Real Madrid. Está en su derecho, como hizo Asensio, de cobrar todo el contrato que tiene firmado y elegir dónde quiere ir.

Mbappé no ha respondido al primer ultimátum que le dio Nasser Al-Khelaifi, se entrena con normalidad, como si no pasara nada y está sonriente. La reacción del presidente del PSG es el desprecio. Al futbolista que le dio las llaves del club cuando dejó plantado a Florentino Pérez para renovar un contrato de dos temporadas más otra opcional que se niega a activar, ahora le hace el vacío. Las presiones irán a más si llegados al 31 de julio sigue sin renovar. Es la fecha en la que finaliza la opción de renovación de ese tercer año y en la que el PSG le tiene que pagar 40 millones de euros de los 80 que le corresponden por la prima de fidelidad.

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El PSG tacha de desleal y desagradecido a Mbappé por no colaborar en solucionar su futuro y pretender irse libre. El mismo club que volvió loco a Marco Asensio, no respetó al Real Madrid y no contestó a una oferta de 200 millones de euros que hizo el club blanco por el francés. Si Mbappé sigue firme en su postura de no renovar, va a tener una temporada dura, con juego sucio y una fuerte campaña de desprestigio.

En esta gran mentira no se puede olvidar que Neymar sigue siendo el futbolista más caro de la historia de este deporte y continúa en el Paris Saint-Germain. Por él pagaron la cláusula de 222 millones de euros, en un movimiento hostil contra el Barcelona que fue el punto de partida para saber qué poder tiene este club-estado. No fue casualidad que, de forma inmediata, Messi fichara por el PSG tras salir del Barcelona ni que Sergio Ramos tuviera las puertas abiertas después de romper con el Real Madrid. El PSG es especialista en negociar a espaldas de otros clubes con sus futbolistas y seducirlos para que lleguen libres o darles un suculento contrato. No siempre se salen con la suya. Pujó fuerte por Camavinga y Tchouaméni y ambos eligieron el Real Madrid.