El varapalo que se lleva Raúl: toda la picardía que tenía de jugador le faltó al Castilla

Raúl González Blanco vuelve a comprobar lo duro que es ser entrenador de fútbol. El Castilla se quedó a cinco minutos de conseguir el ascenso a la Segunda división en casa del Eldense, en un partido que está marcado por un error en la salida de balón de Aranda. Una acción en la que un jugador más experimentado no se habría complicado. Un pelotazo, quitarse el balón de encima y no correr riesgos es lo que pedía la jugada tras ponerse con 2-3 con el penalti marcado por Sergio Arribas. Raúl ni quiso ver el lanzamiento de ese penalti. Se puso de espaldas y cuando marcó Arribas, ni lo celebró. Lo primero que hizo fue gritar, dar órdenes a la defensa para que se ajustaran y fueran sólidos. El Castilla pecó de ingenuidad y esa mala decisión de Aranda arruinó el ascenso.

La imagen que dio el Castilla en Elda fue la de un equipo valiente, que salió a por la victoria desde el inicio de partido y no se achantó. Pero se llevó dos golpes inesperados. Dos goles de esos que no se pueden recibir si tienes más experiencia y oficio. El ascenso estaba en la mano a los 40 minutos con el 0-2 y la sensación de gestionar mejor el juego y llevar más peligro que el Eldense. El plan de Raúl funcionaba, los chicos, con un Sergio Arribas marcando las diferencias por su tremenda calidad, estaban cómodos y se sentían superiores. La imagen de equipo atrevido correspondía a lo que es Raúl. El Castilla salió a jugar con personalidad y carácter.

El primer varapalo fue el gol del Eldense, ese 1-2 al filo del descanso que metió al equipo alicantino en la eliminatoria. Lo mismo sucedió en el tramo final de la prórroga con el empate a tres. Al Castilla de Raúl le faltó oficio y mucha picardía para gestionar los minutos finales. Todo lo que tenía Raúl de jugador. Murió en la orilla en una eliminatoria que se decidió en la prórroga y que deja a Raúl sin el premio deseado. Estaba señalado como el técnico que podía lograr el ascenso con un grupo de jugadores jóvenes, con calidad, que han mostrado carácter, pero que han sido penalizados por su inexperiencia.

Manejar situaciones límites

El trabajo de Raúl ha estado encaminado a darle a los futbolistas las herramientas para saber competir en una categoría dura y exigente. A lo largo de la temporada se ha visto un Castilla que ha plantado cara a rivales más experimentados. Ha tenido un fútbol atractivo y competitivo con remontadas como la que protagonizó contra el filial del Barcelona. No ha perdido ninguno de los dos partidos contra el Eldense, tuvo el ascenso en su mano y Raúl, que no habló tras el partido en Elda por el caos de la invasión de campo, mastica la frustración.

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La experiencia no se compra. Raúl ha hecho un enorme trabajo para que estos chicos con calidad y carácter supieran cómo hay que leer los partidos en situaciones límites. El partido de Elda es una derrota dura para el filial madridista, que se vio muy cerca del ascenso y para un Raúl que podía haber logrado su segunda gran hazaña en los banquillos. La primera fue el triunfo hace tres años en la final de la Youth League contra el Benfica con la que logró la Champions juvenil. Hace dos años estuvo cerca de seguir peleando por el ascenso a Segunda y el empate a cero contra la UD Ibiza le privó del sueño. En dos ocasiones ha tenido la oportunidad de subir al Castilla y en ninguna ha perdido. Un 0-0 contra el Ibiza y los dos empates (1-1 y 3-3) contra el Eldense.

El futuro de Rául se tiene que conocer en unos días, pero él ya ha dejado claro que quiere seguir en el club. Es un peleón, no baja los brazos y dice que en el Real Madrid es donde se siente feliz. Durante esta temporada ha recibido el interés de equipos como el Leeds y el Schalke. No se plantea irse. Raúl está esperando su oportunidad de ascender al primer equipo y Ancelotti, relacionado continuamente con la Selección brasileña, le queda una temporada de contrato. Con un equipo más experto se podrá valorar mejor cuál es el potencial de Raúl en los banquillos.