La 'final' de Raúl o por qué el entrenador del Castilla se juega más que un ascenso a Segunda

Dani Carvajal, Nacho Fernández, Lucas Vázquez, Joselu Mato, Álvaro Morata o Jesé Rodríguez. Estos son algunos de los jugadores que conformaban la plantilla del último Real Madrid Castilla que logró subir a Segunda División. Corría la temporada 2011-12 y el conjunto blanco lograba el ansiado ascenso a la categoría de plata del fútbol español, en la que tan solo estaría dos temporadas. Desde entonces, la Segunda B y la Primera RFEF se han convertido en un dolor de cabeza.

Los filiales saben que tienen una tesitura compleja, pues tratan de formar a jóvenes talento al mismo tiempo que tienen que ser competitivos, dos situaciones que no siempre son complementarias. Por esa razón, muchas veces dependen de contar con una exitosa hornada de futbolistas que logren el ascenso del equipo para, años después, deshacerse por completo: unos, llegarán al primer equipo; otros, a otros clubes de primer nivel; los menos, pelearán en categorías más bajas.

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EFE

Eso es precisamente lo que le ocurre a este Castilla, que sabe que se juega toda la temporada en noventa minutos. Enfrente estará el Eldense, una de las grandes sorpresas de los últimos años en el fútbol español y que acaricia el sueño de su tercer ascenso consecutivo. Y, entre medias de esta coctelera, aparece una figura clave: Raúl González. El entrenador del filial blanco es consciente de que se juega mucho más que subir de categoría y que tiene una final para reivindicarse.

Raúl llegó al Castilla en el verano de 2019. En su primera temporada, condicionada por la pandemia de covid, haría historia, después de tomar el mando del equipo juvenil y llevarlo a conseguir la primera Youth League de su historia. Sin embargo, con el filial no terminó de tener tanta fortuna: su mejor posición llegó en la 2020-21, cuando acabó tercero, pero terminaría cayendo en las semifinales del playoff tras no poder ganar al Ibiza (0-0), que por tener mejor posición en liga pasó de ronda.

Ahora, dos temporadas después, el filial del Real Madrid vuelve a tener la oportunidad de luchar por subir. Tras derrotar al Barça Atlètic en una dramática eliminatoria y empatar a uno en la ida ante el Eldense, llega el momento de la verdad: al Castilla solo le vale ganar para subir, por la mejor posición del conjunto alicantino en la liga regular, por lo que tiene por delante 90 minutos en busca del milagro... en un partido en el que Raúl se juega buena parte de su futuro.

Todo hace indicar que el próximo curso será el último de Carlo Ancelotti como entrenador del Real Madrid, por lo que el casting de sustitutos ya se ha puesto en marcha. Aún queda mucho tiempo por delante para que se tome una decisión definitiva, pero Raúl sabe que se juega una bala importante en este ascenso: si es capaz de llevar al Castilla a la categoría de plata del fútbol español, tendrá razones de sobra como para postularse como gran candidato al banquillo madridista.

No hace falta descubrir a Raúl, pues es toda una leyenda del fútbol mundial, pero necesita hechos para reivindicarse para convertirse en el futuro entrenador del primer equipo. El Real Madrid maneja varias opciones: desde el fichaje de Xabi Alonso -que lo está bordando con el Bayer Leverkusen-, al ascenso de Álvaro Arbeloa -alguien por quien el club apuesta fuerte-, un dúo entre ambos, un hipotético regreso de Zinedine Zidane o de fichaje de un Pochettino o Klopp que se ponga a tiro.

Sin duda, Raúl es otra de las opciones y, posiblemente, el mejor colocado, pero un ascenso a Segunda -amén de un curso en la categoría de plata- terminaría de disipar todas las dudas. El Castilla tiene noventa minutos por delante para tratar de certificar el trabajo de toda una temporada, un objetivo por el que también pelea un Eldense que parte con la ventaja de jugar en casa y haber terminado en mejor posición en la liga regular. Es la hora de la verdad: una nueva final para Raúl González.